Ganó premios y vendió millones de copias (literalmente), y con sólo 31 años el suizo Joël Dicker ya es considerado uno de los grandes autores de estos tiempos, no solamente una sensación respaldada por buenos números.
Logró ese posicionamiento con La verdad sobre el caso Harry Quebert —antes publicó Le Tigre, la única que no está editada en Uruguay, y El libro de los muertos— y ahora repite protagonista en su nueva novela, El libro de los Baltimore que ya está en las librerías locales.
El que narra es otra vez Marcus Goldman, aunque ahora viene a contar una historia menos policial y mucho más intrincada emocionalmente. Goldman tiene que publicar una nueva novela aunque la escritura no está fluyendo como él querría, y por esas vueltas de la vida, en su nueva casa se vuelve a encontrar con Alexandra Neville, ahora cantante famosa y antes el gran amor de su vida.
¿Por qué Goldman abandonó a Alexandra, quien después de mucho esperar está tratando de rehacer su vida? ¿Cuál fue el drama que azotó a su familia, los separó a ellos y afectó a un círculo íntimo bastante poblado?
Marcus Goldman tiene que revelar ese misterio al lector y para eso tiene que contar la historia de su tío, el imponente Saul Goldman, la de su indefenso primo Hillel y la de Woody, un rebelde sin causa que termina integrándose a ese núcleo. Son los Goldman-de-Baltimore, la encarnación misma del american dream.
El narrador no tuvo la misma suerte porque nació en el seno de los Goldman-de-Montclair, la mitad aparentemente menos agraciada y afortunada de una familia claramente fragmentada por la economía y algunos otros asuntos. ¿Cuáles? También habrá que ir descubriéndolo.
Y habrá que ir descifrando a los personajes de este thriller que son psicológicamente bastante complejos. Dicker es bueno definiéndolos a cada uno con sus altos y bajos, sus matices y sus extrañas formas de vincularse. Hay un lazo afectivo de fondo que a veces resulta hasta trastornado, una sensación permanente de que nadie puede quererse tanto ni tener la vida tan resuelta, que va desarrollando lenta pero efectivamente.
Además, el autor mantiene yendo y viniendo en el tiempo el misterio del drama hasta el final en este nuevo trabajo que se lee de un tirón. De vez en cuando da ganas de apurarlo un poco, de pedirle que no se guarde absolutamente toda la información para el último capítulo —qué necesidad—, pero su ritmo ágil y sobre todo su buena prosa, hacen que se llegue al desenlace casi sin cansancio.
Si en La verdad sobre el caso Harry Quebert Dicker se metía con una intriga policial, acá se embarca en una intriga emocional que desnuda la esencia más fuerte de la familia, la amistad, el amor, la envidia y la distancia. Aunque tiene alguna vuelta de tuerca exagerada y merecía un mejor final, a la novela no le cuesta extender los vínculos afectivos de su argumento central hasta el lector.
Con El libro de los Baltimore Dicker demuestra que no es sólo un one hit wonder de la literatura y, además, profundiza en la construcción de los personajes dándole a Marcus Goldman una consistencia rotunda. Hay que seguir prestándole atención, eso es un hecho.
LIBROS