Surgió un debate por el concurso literario Juan Carlos Onetti.
El comunicado, de la intendencia de Montevideo, es de lo más convencional: "La comuna convoca a participar en la edición 2016 del concurso literario Juan Carlos Onetti; podrán hacerlo escritores y escritoras uruguayos mayores de edad, sean ciudadanos naturales o legales. Será premiada la producción inédita, escrita en idioma castellano, en los siguientes géneros: Narrativa (novela y cuento) Narrativa infantil y juvenil (novela y cuento), Poesía, Dramaturgia, Historieta. Los premiados serán editados por la Intendencia como parte de la colección Concurso literario Juan Carlos Onetti".
Hasta ahí, ningún problema. Las discusiones surgieron cuando trascendió que una de las cláusulas de las bases se encontraba la siguiente frase: "Asimismo, (los integrantes del jurado) podrán conferir hasta dos menciones especiales por categoría. Una, a aquellas obras con abordajes destacables sobre igualdad y estereotipos de género, y otra, por tratamiento de temas de inclusión y diversidad sexual".
Eso fue demasiado para varios debatientes culturales y personalidades de la literatura uruguaya. El escritor Amir Hamed publicó en Facebook el siguiente texto: "Premio Stalin. Acaban de salir las bases del Premio Juan Carlos Onetti, que establecen también esto (ver cita más arriba). Digo yo, ¿cómo se puede poner este requisito estalinista en un premio con el nombre de Onetti? ¿Cómo se puede manchar la memoria de un escritor de esta forma, torciendo por completo lo que fue su militancia literaria? ¿Por que no lo llaman, derechamente, Premio Stalin? ¿Cómo se atreven a decirle a los escritores qué tienen que escribir si quieren recibir algo?".
No fue el único que se pronunció contra de la medida. En otras publicacones o discusiones en Facebook, autores como Carlos Rehermann y Mercedes Rosende también demostraron su disenso respecto a lo expresado en la cláusula mencionada.
Hasta el Colegio de Escritores del Uruguay emitió un comunicado sobre el tema, en el cual rechazó que se quiera "regular" los contenidos de la literatura, más allá de que no hay ninguna imposición a escribir sobre temas de diversidad e inclusión.
No es la primera vez que surge una polémica respecto a un premio que lleva el nombre del mayor escritor uruguayo, y probablemente no sea la última. En 2003, la editorial Alfaguara y la Embajada de España quisieron honrar a Onetti en el concurso literario "Embajada de España de Novela" pero tuvieron que cancelar todo el asunto cuando el poeta Washington Benavides y la crítica y periodista Ana Inés Larre Borges rehusaron integrar el jurado con el ex presidente Julio María Sanguinetti.
La dirección de Cultura también estuvo en el centro del debate por permitir la inclusión de transgéneros en el último concurso de Reina de Carnaval.
UN PREMIO COMPLICADO