Hay que ver las cosas que ha pasado la obra de Joaquín Torres García, hasta llegar a esta El universo como reto, la muestra que se inauguró ayer en el Museo Nacional de Artes Visuales.

La exposición está armada exclusivamente con la obra de Torres García que tiene el MNAV pero durante la vida del maestro, quien falleció en 1949, el museo solo tenía dos obras suyas. Recién en 1950, cuando el Estado le da una pensión graciable a su viuda, Manolita Piña y a su hija Efigenia, recibe de la familia 39 obras. No termina ahí.

En 1974, cuando se cumplieron 100 años de su nacimiento, esa colección fue a Francia para una gran retrospectiva y como no había dinero para recuperarlas quedaron semiabandonados en Europa, cuenta Enrique Aguerre, director del MNAV y uno de los tres curadores de El universo como reto.

En 1978, Brasil, proyectó una exposición de Torres García en su nuevo Museo de Arte Moderno,y aunque hubo advertencias de que no cumplía con ninguna normativa y considerando que era una manera de recuperar esa obra costeada por el gobierno brasileño, se aceptó la invitación.

El previsible incendio de la madrugada del 8 de julio de 1978, destruyó el 90 por ciento del acervo del museo incluyendo obras de Miró, Van Gogh y 73 Torres García, entre ellos 11 de los 39 que había recibido el MNAV y los murales del Hospital Saint Bois.

“Se pierde todo el núcleo duro de su obra”, dice Aguerre. “Es como si no quedaran Pericones de Figari o hubiera solo una luna de Cúneo”.

La peripecia de la obra de Torres García va a estar reflejado en un documental de Emiliano Mazza, Pax in Lucem, una de las murales que se incendiaron en Rio y de la cual sobrevieron tres grandes fragmentos que disparan la película.

El universo como reto, el documental, la muestra El descubrimiento de sí mismo que estuvo en el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry durante el verano y otra que el Museo Torres García inaugurará el 28 de julio, son parte de la conmemoración de los 150 años del nacimiento del más importante de los artistas nacionales.

Las obras que se exhiben en el MNAV incluyen las 28 que sobrevivieron al incendio de Rio pero desde entonces, el Estado ha comprado mucho Torres García. Por ejemplo, “Arte universal”, una de las obras de El universo como reto.

“En un momento se criticó al director de entonces, Ángel Kalenberg, por haber gastado 39.000 dólares en recuperarla para el país”, dice Aguerre. “Hoy ese dinero no nos alcanzaría para la seña o sentarnos en una sala de subastas”.

Su “Construcción en blanco”, por ejemplo, se remató en Sotheby’s en 2019 en 3.380.000 dólares, su record. Su “Arte universal” tendría un estimativo en ese entorno.

“De Torres, obras importantes, casi no hay más en Uruguay”, dice el director del MNAV. “Se han ido vendiendo al exterior por lo que quizás esta, junto a la del Museo Torres García, sean las dos colecciones más importantes. Y nunca se había mostrado toda junta en el museo”.

La muestra central es en la Sala 5, la principal del Museo del Parque Rodó, pero el homenaje se distribuye también en el jardín donde está la escultura “Monumento Cósmico” y en la Sala 2 donde hay obras de artistas del Taller Torres García entre los que están Manuel Aguiar, Julio Alpuy, Elsa Andrada, Gonzalo Fonseca, José Gurvich, Francisco Matto, Manuel Pailós, Alceu Ribeiro, Edgardo Ribeiro, Augusto Torres y Horacio Torres.

Una obra pensante. “La presente muestra tiene entre sus propósitos permitirnos recorrer un legado poseedor de una densidad de pensamiento particularmente infrecuente”, dice la presentación oficial. “Ya que incluye no sólo su intensa labor plástica y su interpretación, sino también la docencia en el más cabal sentido del término”.

“Este es el homenaje del museo a Torres García y no reserva ninguna de sus etapas”, dice María Eugenia Grau, integrante del trío curatorial con Aguerre y el exdirector del Museo de Artes Decorativas, Fernado Loustaunau. “Es un muestreo de obras muy importantes y se puede hacer un relato de su relevancia”.

“Fue un ser muchas ciudades y de muchos tiempos y mucha lectura, mucha reflexión y una necesidad permanente de enseñanza”, continúa Grau, quien ha participado de proyectos de investigación, curadurías y publicaciones en Uruguay y el exterior. “Es un ser de abordajes densos, constantes a lo largo de su vida y vale la pena también ordenar algo cronológicamente, pero la exhibición es y no es cronológica”.

Un texto introductorio aporta la línea de tiempo de su vida y un par de conceptos que ayudan a transitar la intención de la exposición.

“Hay muchos autores que hablan del clasicismo y la vanguardia en Torres García”, dice Grau. En cada obra parecen, de hecho, convivir muchos de esos universos vividos, pensados y creados. Conviene detenerse a reflexionar sobre todo lo que hay en cada uno de los cuadros.

“Torres es una trama de conocimiento clásico -no solo grecolatino- y contemporáneo”, dice la curadora. “Atento a las vanguardias, atento a la ciudad en clave de construcción. La estructura para él es idea”.

El universo como reto estará hasta el 13 de octubre. El Museo Nacional de Artes Visuales, popularmente conocido como el del Parque Rodó, es gratuito y está abierto de martes a domingo de 13.00 a 20.00.

Es un gran paseo.