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Hace poco más de una década, la venezolana Ariana Godoy no tenía internet en su casa, ni una computadora en la que escribir sus textos. Ahora es una de las autoras más leídas de la literatura juvenil, y una película basada en una de sus novelas es la más vista en la plataforma de Netflix.

Desde su apartamento en Durham, Estados Unidos donde vive, Godoy republica en sus redes sociales un video de la pantalla gigante de un centro comercial de Barcelona, en la que aparecen los jóvenes Ares y Raquel (los de la foto) comiéndose a besos. Es el tráiler de A través de mi ventana, que acaba de tener su estreno a nivel mundial y ya es un éxito.

A través de mi ventana llegó el viernes a Netflix como la gran apuesta española del mes, y se convirtió, en Uruguay, en la favorita instantánea que pretendía ser. Todo a fuerza de un romance adolescente centrado en una relación tan tóxica como intensaamente tórrida.

“A veces no me lo creo. Cuando uno crece en un país como Venezuela, con la situación en la que está, uno no es de tener muchos sueños, de creer que uno va a tener grandeza o llegar a algún lado en la vida”, cuenta a Efe la autora nacida en Zulia en 1990.

A través de mi ventana, el libro, es parte de una trilogía editada aquí por Sudamericana y disponible en librerías, aunque nació en la plataforma literaria Wattpad, donde la autora comenzó a escribir hace poco más de una década y en la que cuenta con más de un millón y medio de lectores.

El título es parte, además, de una tendencia que ha crecido en los últimos años y que se basa en llevar a la pantalla las historias nacidas de la literatura virtual que ya han tenido su probado impacto en internet. Es el camino que ha transitado, por ejemplo, la española Elísabet Benavent, también en alianza con Netflix. La tetralogía En los zapatos de Valeria, distribuida por Penguin Random House, nació como una ficción de Wattpad; hoy la autora tiene, además de la serie Valeria, otras adaptaciones de sus títulos en la plataforma. El año pasado se lanzó la película Fuimos canciones, y vendrá por lo menos un proyecto más (Un cuento perfecto).

La trilogía El stand de los besos, también en Netflix, y la popular saga After, disponible en Amazon Prime Video, tienen un origen similar. Y un eje similar: una pareja joven y algún interés amoroso... Complicado

El de la adaptación de A través de mi ventana es trillado y con sus puntos de contacto con el de Tres metros sobre el cielo, aquel drama juvenil de 2010 que consolidó a Mario Casas como un galán de estos tiempos y que causó tanto revuelo como controversia con una de las relaciones más tóxicas del cine hispano reciente.

Aquí la chica es Raquel (Clara Galle), una joven de una familia que se presenta como humilde e involuntariamente inserta en un barrio elitista. Se siente atraída —¿está obsesionada?, ¿está enamorada?— por su vecino de enfrente, un muchacho con pinta de malo y nombre de dios griego, Ares (Julio Peña), que millonario y todo no logra que le arreglen algún problema de internet. Le roba la clave del wifi a Raquel, la bautiza con sobrenombre despectivo (“Bruja”, porque a su criterio necesita peinarse “más a menudo”) y le aclara que el deseo no es correspondido.

Y Raquel que quiere que él se enamore de ella. Y la familia de él —los Hidalgo— que no quiere saber nada. Y un padre que le da consejos del tipo “Vete a la cama con tantas como quieras, pero olvidate de esa chica”. Y muchas, pero muchas, escenas de erotismo y de sexo. Y una incomodidad que recuerda a aquella extraña tensión entre Kristen Stewart y Robert Pattinson en la vapuleada Crepúsculo y que no puede más que evocar las andanzas de Cincuenta sombras de Grey.

En redes sociales, los fanáticos del libro reaccionaron ante la adaptación, y criticaron que la película se haya apegado tan poco al texto de Godoy y se haya dedicado tanto a resaltar su aspecto erótico.

Pero ni eso ni las primeras críticas especializadas han afectado, de momento, el rendimiento de A través de mi ventana. De cómo continúe moviéndose el flujo de audiencia en los próximos días dependerá la existencia de una segunda y tercera película.

Material de base hay. Ya se publicó una segunda novela, A través de ti, donde el protagonista es uno de los hermanos de Ares, Artemis; y este año llegará A través de la lluvia, sobre el hermano menor, Apolo.

Por lo pronto, el estreno es un triunfo personal para Ariana Godoy, que alguna vez también tuvo que usar la conexión de internet de otra persona para poder prosperar con su sueño de ser escritora.

“Yo ni siquiera tenía internet en mi casa para subir las historias”, le contó a Efe. “Tenía que escribirle a un amigo y decirle, oye: ‘¿Puedo ir a tu casa a subir un capítulo en Wattpad?’ Soy de un pueblo súperchiquito y no teníamos internet en mi casa porque no lo podíamos pagar. Pero no tenía ni laptop. Compré mi primera laptop para escribir tres años después de que había empezado. Los primeros textos los escribía en la Blackberry”.

Godoy es consciente también de que, pese a su éxito, los estigmas en torno a la temática de su escritura van a ser difíciles de quitar. “Solo por ser mujer en la literatura tenemos una cruz que cargar. Por escribir juvenil, otra cruz. Pero ya con el tiempo se ha abierto un espacio en la literatura, porque estamos viendo que los jóvenes leen. Mucha gente me dice que empezó a leer por mis libros y cualquier autor que vea eso en un adolescente que nunca ha tomado un libro, ya se siente realizado completamente”, dijo.

Como si fuera poco, a la versión de Netflix le dio su visto bueno y en redes escribió: “Feliz, orgullosa y enamorada. No tengo palabras”.