Streaming
La producción danesa con Mads Mikkelsen se centra en un experimento de cuatro profesores que quieren probar como es vivir alcoholizado; ganó premios en varios festivales y es bastante polémica
Martin es un profesor de historia con la postura apática e inclinada de una coma. Camina despacio, como si cada paso encendiera una sacudida de dolor. Su trabajo es aburrido; su matrimonio se está desmoronando. “¿Me he vuelto aburrido?” le pregunta a su esposa. “¿Me encuentras aburrido?”
Su respuesta parece confirmar lo que él ya sabe: “No eres el mismo Martin que conocí”.
Another Round, del director danés Thomas Vinterberg y que entró sin muchos aspavientos en la grilla de Netflix, es una película sobre romper las reglas y, al hacerlo, liberarse, Martin es uno de los cuatro maestros de secundaria que deciden probar una teoría sobre el alcohol: siempre que mantengan un nivel constante de ello en su sangre, sus vidas mejorarán.
El experimento tiene sus problemas pero Antoher Round, que ganó el Oscar a mejor película internacional, termina en una suerte de canto a la libertad.
“Extrañamente, siento que esta película no va tanto sobre el alcohol”, dijo en su momento Vinterberg, que estuvo nominado a mejor director en la última ceremonia de los Oscar, a la agencia EFE. “Sé que inicialmente queríamos hacer una película sobre el alcohol y los personajes beben mucho en este experimento, pero espero que esta película se haya convertido en un canto a la vida: una película sobre vivir en lugar de solo existir”.
Y aunque Mads Mikkelsen se roba los afiches y las miradas Another Round fue el cuarteto protagonista el que se llevó de manera conjunta la Concha de Oro al mejor actor en el último Festival de San Sebastián. Los otros tres son Thomas Bo Larsen, Magnus Millang y Lars Ranthe.
Por su temática, su estreno disparó discusiones sobre el consumo y una polémica sobre la teoría atribuida al psiquiatra noruego Finn Skårderud, quien habría asegurado que los humanos llegamos al mundo con un déficit de 0,5 gramos de alcohol en nuestro organismo. En conversación con la radio NRK, Skårderud aclaró que la hipótesis no es de su autoría, sino una confusión respecto a un prólogo que escribió para el libro Los efectos psicológicos del vino, del italiano Edmondo De Amicis. “En la primera página escribí que, tras uno o dos vasos, todo va bien, y quizás creemos que hemos nacido con un déficit de 0,5 gramos”, explicó. “En el párrafo siguiente, desmiento la tesis”.
En la película, los cuatro maestros de escuela lidiando con una importante crisis de la mediana edad, ponen a prueba esta teoría.
Envalentonados por la creatividad y la pasión desatada por su elevado nivel de alcohol en sangre, los cuatro personajes persiguen niveles cada vez más altos de embriaguez. Eso se convirtió en un desafío mayor para los actores, que querían evitar las caricaturas. “Por más borrosas que se pongan las cosas en el rango de 0,0 a 0, 1, todavía hay conciencia allí”, dijo Mikkelsen. “Y luego, de repente, se tuerce y ya no te importa. Ahí es donde suceden todas las locuras”.
Los efectos de cambio del alcohol de lubricante social a knock out son bien conocidos por cualquiera que alguna vez haya bebido demasiado. Pero Vinterberg también reconoce que para los daneses normalmente reservados, el alcohol puede ser especialmente importante. “Tenemos este debate muy constante y casto sobre el alcohol”, dijo. “Pero también bebemos como vikingos”. Ya sea que se trate de tener sexo o pelear “nos ayuda a perder el control”.
Para prepararse para sus papeles, los actores pasaron por una especie de campo de entrenamiento sobre alcohol. “Usamos alcoholímetros para probar, está bien, ¿qué sucede en 0,05, qué sucede con su habla en 0,08, en 0,1?”, le dijo Mikkelsen a The New York Times. “Con dos copas de vino, todo se vuelve un poco más fácil. Estás cómodo, teniendo una buena conversación, jugando a los dardos muy bien. Con cinco cervezas, te estás volviendo descuidado; a las ocho cervezas ya no acertás ni el tablero”.
En su primera encarnación, la película fue “una celebración del alcohol, puro y simple”, dijo Vinterberg. “Observé todos los grandes y asombrosos logros realizados por personas realmente borrachas en la política y las artes”. Los hábitos de bebida de Ernest Hemingway y Winston Churchill todavía figuran en la película, y una de sus secuencias más divertidas es un montaje de líderes mundiales claramente entonados. Pero en su forma final, Another Round adquirió una visión más matizada, una que deja espacio para el lado oscuro del alcohol, luego de una tragedia personal que impulsó a Vinterberg a expandir el alcance de la película.
Cuatro días después de que comenzara la filmación, su hija Ida, de 19 años, murió cuando un automóvil conducido por un hombre que enviaba mensajes de texto golpeó el vehículo en el que viajaban ella y su madre. Ida estaba destinada a interpretar a uno de los hijos del personaje de Mikkelsen en la película, y la película está ambientada en su escuela secundaria. En su dolor, Vinterberg casi abandonó el proyecto.
“Mi hija está muerta y aquí tenemos esta película sobre el alcohol. No tenía ningún sentido ”, dijo. “A menos que se convierta en una película sobre la vida, que se convierta en una película que reafirme la vida”.
Eso, probablemente, haya estado detrás de la repercusión mundial que tuvo la película que además del Oscar y el premio en San Sebastián también ganó en los European Film Awards y los BAFTA. Y hasta conmovió a Leonardo Di Caprio que compró los derechos para hacer una versión americana y así asegurarse el protagónico.