Redacción El País
Ben Stiller, una de las figuras más emblemáticas de la comedia cinematográfica, marcó una generación con películas como La familia de mi novia, Zoolander y Loco por Mary. Sin embargo, su carrera también estuvo atravesada por desafíos, críticas y decisiones que moldearon su trayectoria en la industria del entretenimiento.
En una reciente entrevista en el podcast The Interview del New York Times, Stiller reflexionó sobre los momentos que definieron su camino y recordó el impacto de una dura crítica que publicó el LA Times: “Recuerdo que un escritor decía: ‘Dios mío, deja de poner a Ben Stiller en comedias’”. Pero lejos de desalentarlo, estas palabras reforzaron su compromiso con el humor, una pasión que siempre guió su carrera.
Antes de conquistar la gran pantalla, Stiller tuvo un breve paso por Saturday Night Live en 1989, experiencia que abandonó tras cuatro episodios al sentir que no encajaba con el formato. Este tropiezo inicial no lo detuvo; su programa de MTV, The Ben Stiller Show, fue el trampolín que le permitió demostrar su creatividad y abrirse camino en el cine, donde consolidó su estatus como una de las figuras más destacadas de la comedia.
Así, Stiller formó parte de un periodo que muchos consideran la cima del cine de comedia en Hollywood. Producciones como Tropic Thunder y Zoolander capturaron un estilo irreverente y audaz que, según el actor, es difícil encontrar hoy. “Puedes ver las comedias de los años 2000 y notar un tono específico, algo que no tenemos ahora”, señaló. “Solo con el paso del tiempo puedo decir: ‘Vaya, tuve la suerte de estar en algo especial’”, comentó al respecto.
Lo que la comedia no le permitió hacer a Ben Stiller
Uno de los grandes hitos de su filmografía fue la saga Una noche en el museo, iniciada en 2006. Stiller aceptó protagonizarla por su conexión emocional con el Museo de Historia Natural de Nueva York, que fue un lugar especial en su infancia. Pero aunque disfrutó trabajar con un equipo talentoso y compartir escena con figuras como Robin Williams, el actor reconoció que el éxito comercial le dejó menos tiempo para explorar proyectos artísticos más arriesgados.
“Me hubiese gustado hacer otro tipo de películas, pero nunca me tomé el tiempo”, confesó.
De cualquier modo, Stiller ha demostrado su versatilidad detrás de cámaras. Se destacó como director en la aclamada serie Severance, un thriller psicológico elogiado por la crítica y el público. Como actor, su último proyecto estrenado es Una Navidad patas arriba (Nutcrackers), disponible en Disney+.