La estrella habla de La gran apuesta, la película que se estrenó ayer en Uruguay.
La crisis financiera de 2008 se hubiera podido evitar si tan solo Batman hubiera existido. "Imagíneselo trepando por los edificios y atacando a los peces gordos de los grandes bancos", dice Christian Bale. "Él hubiera podido manejarlo".
Bale, actor británico que interpreta al más reciente Batman del cine, se ríe.
"¡Alguien debería escribir ese libreto y Ben Affleck podría interpretarlo!", agrega.
Bale —que cedió la capa y la capucha a Affleck después de interpretar a Batman en Batman inicia (2005), El caballero de la noche (2008) y El caballero de la noche asciende (2012)— decidió abordar el virtual colapso de la economía mundial de otra manera. En La gran apuesta comedia que se estrenó ayer en Uruguay, interpreta a un poco convencional administrador de fondos, Michael Burry, que previó la crisis financiera.
La película, en la que también están Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt, está basada en el libro de Michael Lewis, The Big Short: Inside the Doomsday Machine, que sondea los orígenes de la crisis. Empieza cuando Burry observa algunas prácticas bancarias poco escrupulosas relacionadas con hipotecas malas. Los bancos están prestando millones de dólares a clientes no calificados para que compren casas, y después lo disfrazan. Casi nadie está prestando atención.
Especulando que en algún momento los titulares de esas hipotecas no van a poder pagar sus cuotas, Burry y otros hallan la forma de sacar provecho de las pérdidas de los bancos. La película explica cómo sucedió y cómo podría volver a suceder.
¿Bale está interpretando a un héroe?
"No. Solo es gente que se da cuenta de lo que pasa y dice la verdad al respecto", explica. "En este mundo, tan dudoso moralmente, eso se considera ser un héroe".
"Pero no hay nada de heroísmo en ganar una enorme cantidad de dinero durante la caída de la economía estadounidense", dice Bale. "Se vuelve cosa de acumular y ganar, ganar, ganar en lugar de ayudar al país. Están timando a sus clientes. No es como en las de vaqueros en las que los malos usan sombrero negro", dice. "A veces vemos tipos en trajes ridículamente costosos que parecen caballeros honestos".
Por su parte, admite no ser ningún genio de las finanzas. "Soy inútil con el dinero y nunca me había interesado", afirma. "En tanto yo tenga comida que llevarme a la boca y un lugar donde la lluvia no me caiga en la cabeza al dormir de noche, todo está bien".
"Una vez que tenemos familia", continúa, "hay que volvernos un poco más duros. Sin embargo, las finanzas no me fascinan. Yo sería el peor administrador de fondos de la historia. Jamás habría hecho plata de no haber conocido a mi esposa (Sibi Blazic)".
"Lo que me fascina son las consecuencias de las acciones".
Cuando empezó a estudiar para prepararse para su papel, Bale se dio cuenta de q ue uno de los problemas era el vocabulario usado en el mundo de las finanzas.
"Lo entiendo ahora", dice el actor de 41 años. "No es complicado. No tiene nada de difícil entender lo que es un intercambio de créditos. Es solo que usan esa terminología para hacernos sentir estúpidos. Después de escucharlos, uno piensa que ya no puede seguir preguntando de qué se trata. Así sentimos que dependemos de ellos".
"El tipo al que yo interpreto me lo explicó todo", aclara.
Bale pasó un día con el Burry de la vida real, fan del heavy metal, del que absorbió todo lo que pudo. Incluso aprendió a tocar la batería, uno de los hobbies de Burry.
"Debido al estilo de vida de Mike, muy individualista, y a su brillantez y su mentalidad tan diferente, nunca fue uno de los chicos de Wall Street", explica Bale. "Por lo tanto, en él no hay nada de cinismo. Está muy conciente socialmente. Él trató de comunicarse con las instituciones y explicarles cómo veía las cosas que estaban viniendo y cómo detenerlas".
Nadie le prestó atención, ni siquiera su jefe que trató de impedir que Michael Burry comprometiera cientos de millones de dólares para comprar intercambios de créditos impagos para "acortar" el auge del mercado inmobiliario.
El padre de Bale fue piloto, representante de artistas y activista de los derechos de los animales. Su madre era bailarina y actuaba en un circo. La pareja, que también tuvo dos hijas, con el tiempo se divorció y el padre se casó posteriormente con la legendaria feminista Gloria Steinem. Murió inesperadamente en 2003 de linfoma cerebral.
Bale, que en 2010 ganó el Oscar por El ganador, tiene una forma única de elegir sus papeles.
"La forma segura que he encontrado es tratar de olvidar la propuesta", dice. "Algunos proyectos, por alguna razón, simplemente me dan vueltas en la cabeza y me percato de que no puedo ignorarlos".
"Actualmente estoy trabajando en The Promise, con Oscar Isaac y el director Terry George", continúa. "Empecé a investigar un poco y quedé fascinado con esto. Es una obra auténticamente épica ambientada en el genocidio armenio".
"En marzo va a salir la maravillosa Knight of Cups de Terry Malick", continúa. "Estoy trabajando en The Jungle Book: Origins, interpretando a Bagheera, con mi amigo, Andy Serkis, a quien conocí cuando yo tenía 19 años".
Bale también está dedicado a prepararse para hacer Enzo Ferrari, sobre el célebre fabricante de autos italiano, dirigida por Michael Mann.
Sin embargo, olvídense de volver a ver a Bale con la capa y la capucha de Batman.
"Creo que no debo regresar", afirma el actor, "pero el simbolismo nunca deja de sorprenderme, lo significativo que es para tantos. Cuando hacía esas películas tenía una sensación arrolladora de su inmenso potencial".
"Batman es un personaje global y legendario", agrega Bale. "Fue una responsabilidad muy disfrutable. Lo que más echo de menos es a la gente. Trabajamos juntos casi dos años sin parar.
"Echo de menos eso, pero yo sé cuándo irme".
TRES MOMENTOS DE UN ACTOR.
El Imperio del sol - 1987 (Dirigido por Steven Spielberg).
Después de descubrir de casualidad su vocación, Bale empezó en comerciales en 1983 y después apareció en teatros de Londres con Rowan Atkinson en The Nerd(1984). Su trabajo en Anastasia: The Mystery of Anna" (1986) despertó el interés de Steven Spielberg, que lo contrató para el papel principal de un chico internado en un campo de concentración japonés durante la Segunda Guerra Mundial en su adaptación de la novela de Ballard.
Psicópata americano - 2000 (dirigido por Mary Harmon).
Bale, con esa reciedumbre bella pero a la vez fría, había nacido para interpretar a Patrick Bateman, el muchacho de Wall Street con instintos asesinos creado por Bret Easton Ellis. Es una buena prueba (otra es el extra adelgazamiento para El maquinista) del compromiso de Bale con sus papeles. Está tan concentrado en la composición que uno olvida que está actuando. Y mete miedo.
El Ganador - 2010 (Dirigido por David O. Russell).
Por este papel ganó su primera nominación y su primer Oscar (dos años después lo nominarían por el accidente capilar de Escándalo americano, pero no ganó). En la película de Russell interpreta al drogadicto Dicky Eklund, quien entrenó a su hermano, un boxeador profesional. Otra vez, Bale se somete a una transformación física de las importantes para poder darle peso a su personaje.

CineNANCY MILLS - THE NEW YORK TIMES