Es todo un género que combina cosas del cine catástrofe y supervivencia. Son asuntos reales que permiten sacar conclusiones sobre fortaleza y resiliencia humanas aun cuando tengamos el brazo trancado por una roca de 300 kilos.

El estreno y el furor que ha causado La sociedad de la nieve —que es la segunda película en habla no inglesa más vista de Netflix; la primera es la noruega Troll— despertó el interés en ese subgénero humanista del cine de acción y aventuras. Lo de los muchachos que se cayeron en un avión en los Andes sigue siendo inspirador. Y no hay nada que guste más que una historia inspiradora.

Como para completar la experiencia y ver gente que la pasa mal y sale adelante (o no), vayan aquí algunas películas de compañía de La sociedad de la nieve que están en el streaming.

Es la película que Juan Antonio Bayona estaba produciendo cuando se cruzó con La sociedad de la nieve, el libro de Pablo Vierci. Le gustan esa clase de aventuras.

Lo imposible está basada en la experiencia de la española María Belón, su esposo Enrique Álvarez y sus tres hijos, Lucas, Simón y Tomás (acá son turistas estadounidenses), durante el devastador tsunami de 2014 que arrasó el centro vacacional tailandés que disfrutaban en familia. El sismo dejó, solo en Tailandia, un estimado de 35.000 muertos.

La película sigue los intentos de Belón —quien entonces tenía 38 años y está interpretada por Naomi Watts— por reunir a su familia, separada por el desastre. El marido está interpretado por Ewan McGregor y el hijo mayor es Tom Holland, mucho antes de Spider-Man.

Al igual que en La sociedad de la nieve, Bayona administra la acción (el sismo está filmado con destreza), historias humanas bocetadas al servicio de la emoción y un moderado morbo. Es para ver, como se solía decir, con el corazón en la mano. (Netflix, Prime Video, Mubi).

En 2003, un intrépido y temerario montañista, Aron Ralston, se aventuró en el cañón Bluejohn, en el sureste del estado de Utah. Fue sin avisarle a nadie y mientras ascendía una roca, una de las agarraderas cedió y acabó al fondo del desfiladero y con el brazo derecho atorado en dos inalterables rocas. A los cinco días, y agotados todos los intentos de zafar, decidió, en un delirio provocado por una aguda deshidratación, amputarse la mano. En esas condiciones trepó la piedra y caminó hacia su vehículo; a los 10 kilómetros se cruzó con una familia de turistas holandeses. Fue rescatado cuatro horas después de cortarse el brazo.

En 2004 editó su relato de los hechos en Between a Rock and a Hard Place, un best seller que inspiró al director Danny Boyle a contar su historia en una experiencia cinematográfica que se concentra en el tremendo momento de la amputación. En eso basaron su estrategia de marketing.

Tuvo seis nominaciones al Oscar, incluyendo película del año y su protagonista, James Franco, quien hace a Ralston con compromiso. (Star Plus).

Hugo Glass, un trampero de comienzos del siglo XIX, sí sobrevivió en 1823 a un ataque de un oso, y a pesar de ser abandonado por sus compañeros atravesó 320 kilómetros de aridez del río Yellowstone congelado y con indios hostiles, los Arikara, en la vuelta. Es uno de los grandes ejemplos americanos de la vida en la frontera y la valentía de los hombres que la conquistaron.

Alejandro González Iñárritu, quien acá ganó su segundo Oscar consecutivo, utilizó ese relato en una de sus grandes películas, un ejercicio brutalista sobre el poder del hombre y la naturaleza.

Glass es interpretado por Leonardo Di Caprio, Oscar a mejor actor en un merecido reconocmiento a la exigencia física demandada. Los paisajes son arrebatadores. (Netflix, Star Plus, MUBI y Direct TV GO).

Es de Peter Weir y cuenta una increíble fuga de un gulag siberiano en 1941. Está centrada en La larga caminata, las memorias del exprisionero de guerra polaco Sławomir Rawicz, que atravesó 6.400 kilómetros de uno de los paisajes más aterradoras de la Tierra. Cruzó la Siberia, Mongolia, el desierto de Gobi, el Himalaya y terminó en Lahsa. La versión de Rawicz ha sido desmentida por todos lados, pero para el caso de la consigna de esta nota se la va a dar por cierta.

A Weir (La sociedad de los poetas muertos, El show de Truman, Capitán de mar y guerra) le sirve para contar una de sus épicas humanas.

El protagonista es Jim Sturgess y están Colin Farrell, Ed Harris y Saoirse Ronan como una campesina a la que se cruzan a los orillas del lago Baikal. (Prime Video)

Técnicamente no es una historia de supervivencia: no sobrevivió ninguno de los tripulantes del Andrea Gail, el pesquero que enfrentó la peor de las suertes cuando se cruzó con vientos de 200 kilómetros y olas de 30 metros en el medio del Atlántico canadiense. Eso pasó en 1991.

El director alemán Wolfgang Petersen toma ese tema y lo convierte en una muy estadounidense crónica del heroísmo. Se ayuda en actores conocidos entre los que están George Clooney, Mark Wahlberg y John C. Reilly como unos pescadores de Nueva Inglaterra que andaban necesitados de una buena salida de pesca. Murieron los seis tripulantes después de lidiar con lo imposible del mar embravecido.

Más allá de algunas comunicaciones de radio, poco se sabe de los últimos momentos de los pescadores, aunque la película los presenta como unos hombres rudos enfrentados infructuosamente al mayor de los enemigos.

Lo que se decía de supervivencia, acá, poco, pero de naturaleza avasallante hay un montón y es, además, una tremenda película, así que se quede acá en esta lista. (HBO Max).