CRÍTICA

Se basa en caso real del oso que consumió cocaína, es una comedia de terror y un éxito en taquilla

Se estrenó en Uruguay "Oso intoxicado", la película que fue sensación viral, tuvo a su protagonista presentando un Oscar y es una irreverente comedia de terror.

Compartir esta noticia
2549_FP_00298 (1).jpg
Imagen de la película "Oso intoxicado".
Foto: Difusión

Por Fernán Cisnero
*
Que exista una película como Oso intoxicadoes un diagnóstico tan severo del estado de confusión del cine actual como la última entrega de los Oscar.

Es una producción de Universal; es sobre un oso negro bajo los efectos de la cocaína; es un fenómeno de redes; un éxito en taquilla; tiene a Ray Liotta como narcotraficante en uno de sus últimospapeles, y está basada en un caso real. Todo eso es verdad aunque un par de esos datos parezcan increíbles.

La crítica —¡obvio!— la ha recibido con recelo y con cierta razón: es básicamente un chiste o un blooper estirado al estatus de largometraje. Es una comedia de terror en la que hay amputaciones, decapitaciones, eviseceraciones, chistes de cocaína como si estuviéramos en los 80 y un oso endrogado y violento. Su humor no es para todo el mundo.

Eso es básicamente lo que hizo que se volviera un éxito de taquilla (recaudó 82 millones de dólares de una inversión inicial de 35 millones) y un fenómeno viral que, muchas veces, parece ser lo único que cuenta.

La estrategia de mercado comenzó temprano con memes y expectativa que impulsaron su desempeño en taquilla. Es el primer monstruo cinematográfico que parece haber nacido para TikTok.

La manija empezó en marzo de 2021 cuando Universal anunció que iba a llevar a una película, la historia del llamado “Pablo EscoBear” (la ocurrencia del periodismo no tiene límites), un oso negro de 350 kilos que en diciembre de 1985 murió de sobredosis de cocaína después de ingerir droga descartada desde un avión.

El que había provocado el desastre era Andrew Thornton, traficante y ex oficial de policía. Murió el 11 de septiembre de 1985 en el fondo de una casa en Knoxville, Tennessee, con un paracaídas sin abrir y, como dice una crónica del New York Times sobre el hecho, unos impecables mocasines Gucci, armas y 35 kilogramos de cocaína.

La aparición del tráiler de la película aumentó el surgimiento de memes, algunos con el pobre Paddington como parte del chiste.

Y Elizabeth Banks, la directora, presentó un premio en los últimos Oscar con un un hombre disfrazado de oso. Hubo especulaciones de quién estaría debajo del traje.

Es, por cosas así, de las películas más esperadas del año, y eso es lo que termina hablando del estado del cine americano. Y tiene el nombre más explícito desde Snakes on a Plane, aquella de Samuel L. Jackson que era exclusivamente sobre eso: víboras sueltas en un avión.

El cerebro (algo chamuscado, quizás) detrás de Oso intoxicado, que hoy se estrena en Uruguay, es Jimmy Warden, con un antecedente en otra comedia de terror (La niñera: reina letal, que está en Netflix). Habla mucho de él que después de ver la noticia se le haya ocurrido un guion sobre lo que hubiera sucedido si “Pablo EscoBear” no se hubiera muerto y hubiera salido de parranda drogota por el parque Chattahoochee.

En su historia, el oso zarpado está detrás de un variopinto grupo de policías, criminales, turistas y adolescentes en ese parque nacional de Georgia. Anda desesperado buscando más cocaína.

Es la tercera película de Banks, una actriz graciosa (Cazafantasmas) que dirigió Más notas perfectas y Los ángeles de Charlie. Cuando vio el guion de Warden le encontró posibilidades que otro hubiera descartado y al que le notó hasta rasgos de Pulp Fiction; quizás sea por su tolerancia a la violencia extrema y a las drogas ilegales. También lo percibió como placebo escapista para tiempos de pandemia.

La película está protagonizada por Keri Russell (lejos de Felicity, la serie que la hizo una estrella), Margo Martindale (ganadora del Emmy por The Americans), Liotta, Alden Ehrenreich y O’Shea Jackson. Todos parecen divertirse un montón y aportan lo mejor de la película: unos buenos pases de comedia centrada en los personajes secundarios. Algunos chistes funcionarían sin necesidad de un plantígrado desacatado al lado.

La producen Phil Lord y Chris Miller, que ganaron el Oscar por la animación La familia Mitchell vs. las máquinas.

Más allá de virales y campañas de marketing, y aceptado su código de humor (los chistes de cocaína son peligrosos y reveladores: no la vea con nadie que no quiere que se entere) y el gore de algunas escenas, Oso intoxicado es una comedia entretenida y loquísima. Banks no hace nada para ir más allá del guion y monitorear los chistes.

La escena más graciosa es cuando el oso ataca un gazebo donde se refugian un policía (O’Shea Jackson haciendo su clásico papel de detective) y un par de delincuentes. Es de un golpe y porrazo que incluye incomodidades que están a la altura de la exigencia.

Es increíble que un estudio como Universal se haya atrevido a algo así. Otro chiste incluye cachorros probando cocaína.

Como para dejar todo claro, los créditos finales están musicalizados por “White Lines” de Grandmaster Flash, himno hedonista ochentero que seguro fue la banda sonora de los creadores del invento.

Con cosas así es difícil decir si la película está buena o no: es más que nada un disparate, una broma interna llevada a las salas de cine. Tiene su público.

Uno no descarta alguna secuela con otro ser del reino animal en un raid drogado. Después de Oso intoxicado, todo es posible.

Oso intoxicado [ * * *]

Estados Unidos, 2023. Título original: Cocaine Bear. Director: Elizabeth Banks. Guion: Jimmy Warden. Fotografía: John Guleserian. Música: Mark Mothersbaugh. Con: Keri Russell, O’Shea Jackson Jr., , Ray Liotta, Margo Martindale, Alden Ehrenreich, Jesse Tyler Ferguson. Duración: 94 minutos. Estreno: 30 de marzo, cines.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar