REGRESO
Dos ejecutivos de las salas comerciales hablan de la reapertura de los cines en el sur, y hablan del pedido de un mayor aforo para los cines
Siete meses después de haber haber bajado las cortinas hoy reabren los cines de Montevideo, Maldonado y Canelones, lo que supone el grueso de salas de nuestro país. No abren los complejos Alfabeta y Life 21, uno por reformas edilicias, el otro por una habilitación de bomberos que quedará solucionada en las próximas semanas.
A diferencia del año pasado, esta segunda reapertura encuentra a los complejos con una mejor perspectiva, en gran parte por la oferta de contenidos nuevos con los que ahora cuentan, entre los que están algunos de las superproducciones que, aparentemente, todo el mundo quiere ver.
“El año pasado conseguir títulos para estrenar era todo un logro y había pocos. Los estudios no querían estrenar sus tanques y por eso el tema contenidos el año pasado fue muy difícil”, dijo el CEO de Movie, Francisco Armas a El País.
Este año ya comenzó la reapertura de las salas en distintas ciudades del mundo con títulos que están funcionando bien en la taquilla. Películas como Black Widow, Cruella, Rápidos y furiosos 9 o Godzilla versus Kong vienen liderando la recaudación mundial, y seguramente sean los títulos que el público uruguayo vaya a buscar a partir de hoy.
De acuerdo a datos difundidos esta semana, la nueva aventura de Marvel protagonizada por Scarlett Johansson y Florence Pugh lideró la taquilla mundial, recaudando en Estados Unidos y Canadá 80 millones de dólares, lo que sumado a los 79 millones en la boletería internacional, y a los 60 millones de dólares de las rentas obtenidas por el Premier Access de Disney+, Black Widow recaudó más de 215 millones de dólares en su primer fin de semana.
Para los estudios Disney se trata de la mejor cidra para un estreno desde Star Wars: El ascenso de Skywalker, que llegó pocos meses antes que el COVID-19.
Más aforo para el cine
En estos meses que las salas de cine, al igual que los demás espectáculos públicos estuvieron prohibidos en Uruguay, los gerentes se reunieron con los ministros de Educación y Cultura y Salud Pública para ultimar detalles de esta nueva (y esperan última) reapertura.
“El protocolo de espectáculos públicos es demasiado general, muy pensado para el teatro y poco pensado en la lógica del cine”, dijo Armas. “Esto no es algo negativo para nosotros o que nos limite, el aforo es el mismo para todos, pero el 30 por ciento es muy limitado. Con ese porcentaje no hay negocio que subsista, pero entendemos que es un paso que tenemos que dar”.
Mariana Chango, CEO de Life Cinemas, comentó que el punto todavía sin autorizar por el gobierno fue el pedido de aumentar el aforo al 50 por ciento para las salas chicas, o sea las que tienen menos de 300 localidades.
“Confiamos que van a aprobar el mayor aforo a la brevedad porque es un espacio seguro y entendemos que con un 50 por ciento, las distancias se mantienen y no implica un riesgo”, agregó.
Debido a la limitación de espectadores en cada función, los directores ejecutivos de los complejos más importantes de nuestro país entienden que se trabaja a pérdida. Y si bien no todas las funciones llenan el 30 por ciento máximo permitido, las de los viernes a la noche, sábados y domingos, un tercio es limitante.
Mirar para adelante
Sin posibilidades de recuperar el tiempo perdido, y con pérdidas económicas acumuladas por casi un año y medio, las salas esperaban esta reapertura.
“Lo positivo es que todas las empresas, al menos la gran parte de los que estamos en el cine queremos volver y tuvimos los recursos como para pasar esta pandemia”, dijo Armas. Se pidieron apoyos al gobierno y dicen haberse sentido acompañados. Saben que volver a ganarse al público no será una tarea sencilla, pero quieren que el cine vuelva a ser una salida de los uruguayos.
“Sentimos que la gente tiene muchas ganas de volver al cine, sentimos que hay avidez. Podrá haber miedo todavía, pero sabemos que es un programa que va a volver”, comentó Chango.
“El programa de salir para ir al cine, como también ver un show de música o ir al teatro hoy no está en la agenda de la gente y es algo que tenemos que recuperar”, dijo Armas. “Ese es nuestro desafío para adelante. Tenemos fe y esperanza que se va a recuperar. Sabemos que nos va a llevar tiempo, esperemos que no sea demasiado largo y que en poco tiempo las empresas puedan llegar a un punto de equilibrio y dejar de perder. Tenemos claro que este camino que empieza va a llevar un tiempo el recupero y ese es el gran desafío”.
Y los ejecutivos entienden que los grandes estudios están dando señales positivas para las salas.
“Los estudios han demostrado lo importante que es la ventana del cine para los contenidos. Para ellos el cine es la primera muestra y la publicidad para las películas. Lejos de querer perderse esto, los estudios le están dando esa importancia que tiene el cine.
Si bien el streaming ha ganado terreno en estos meses, y muchas películas que normalmente tendrían su lanzamiento en cine para luego llegan a otras plataformas, se perdió el año pasado por la pandemia, las salas comenzaron a recuperar su lugar. Por eso Armas entiende que si bien el streaming es un negocio en auge y cada estudio tiene sus negocios allí, los estudios han dado señales de querer seguir manteniendo la exclusividad del estreno en cine antes de pasar a otras formas de consumo.
Por eso ambos entienden que el contenido “on demand” no es el futuro del cine, sino que complementos a la pantalla grande.
“Es un formato más para ver un contenido. Sí es parte del negocio pero no es excluyente como para mañana pensar en el cine sin salas y solo “on demand”, no, porque el cine es un programa social de entretenimiento”, dijo Armas.
Y la magia del cine no radica en la pantalla gigante, el pop o la comodidad de las butacas, sino en la experiencia colectiva. Eso es lo insustituible del cine con respecto a cualquier otra plataforma audiovisual. Y por más que sean diez personas en un sillón cómodo, estar en una sala en tensión o riéndose todos con una comedia, no tiene comparación. Seguramente eso sea lo que la gente más extraña del cine y es la experiencia que necesitábamos de vuelta.