Crítica: "Muerte en el Nilo" es la vieja historia de Agatha Christie en un paquete novedoso

Compartir esta noticia
Kenneth Branagh

Estreno

Se estrenó la nueva incursión de Kenneth Banagh en el universo de Agatha Christie; además de dirigir, el inglés se reserva el protagónico, el detective Hercule Poirot

Nadie puede reclamarle a Kenneth Branagh de no dar lo que promete. Pongamos el caso de su acercamiento a Hercule Poirot, el detective creado por Agatha Christie en la década de 1930 y a quien Branagh le ha consagrado dos películas: Asesinato en el Expreso de Oriente en 2018 y ahora Muerte en el Nilo, su secuela tradicional e inevitable.

Es un poco más de lo mismo, pero con esa fórmula Christie construyó una de las carreras más lucrativas de la historia de la literatura. Recurrió a Poirot y su método deductivo en 33 novelas.

Christie también sabía dar lo que prometía, que en el caso de Branagh, quien también interpreta al detective belga en la franquicia, es ofrecer un espectáculo vistoso tirando a rutinario. No es un autor, pero tiene momentos en que puede hacernos creer que sí lo es. Eso es todo un mérito.

En esa categoría entra el prólogo en blanco y negro de Muerte en el Nilo con un travelling en las trincheras de la Primera Guerra Mundial que cita y actualiza aquel de Kubrick en Senderos de gloria. Está contado con un estilo que no se vuelve a repetir en el resto de la entrega.

Esa introducción permite dar un poco más de hondura a Poirot, que no era que la necesitara. Aquí se descubren sus tempranas dotes deductivas, la admiración por un mentor del que se siente responsable de su muerte y a quien honra con su peculiar bigote que camufla una vieja herida de guerra.

Poirot oculta, con menos fortuna psicológica, una historia de amor desafortunada que podría explicar algo de su meticulosidad y pacatería.

En un caso que tiene un montón de derivaciones, esta vez es parte del entorno del triángulo que conforman una riquísima heredera (Gal Gadot) que se casó con el exprometido con pinta de arribista (Armie Hammer) de su mejor amiga (Emma Mackey) que se volvió una despechada de temer.

Los tres, Poirot, un primo algo tarambana pero bueno (Tom Bateman) que está enamorado de la sobrina (Letitia Wright) de la cantante de blues (Sophie Okonedo) que ameniza las veladas, se embarcan en un crucero por las aguas del Nilo. La lista de pasajeros la completan una matriarca atemorizada (Annette Bening), un administrador de lealtad dudosa (Ali Fazal), un médico bueno (irreconocible Russell Brand), una millonaria socialista (Jennifer Saunders) y su compañera de viaje (Dawn French) y una ama de llaves (Rose Leslie) algo envidiosa.

Como se sabe entre ese elenco estelarísimo anda un homicida y todo el tercer acto se va a concentrar en Poirot revelándolo.

La resolución es un poco previsible, pero eso puede deberse a la familiaridad que tiene el público con la fórmula de Christie y a que sus novelas son así. El guion de Michael Green, nominado al Oscar por Logan, agrega algunas líneas argumentales y algún personaje que no alteran el protocolo.

Branagh sabe cómo presentar todo eso de una manera reluciente de paquete. Los planos de ubicación que separan las escenas son un tanto Disney de más y un poco cansadores, pero quizás estén para recordar que la película está filmada en 65 mm, una calidad superior. Eso hacía prever un desierto a lo Lawrence de Arabia, pero un exceso de CGI (ese Egipto de fondo de pantalla) consigue ocultar su esplendor.

Branagh -de quien el 10 de marzo se estrena Belfast, la película con la que está mencionado en el Oscar-parece más cómodo cuando la historia pasa al interior del vaporeto de lujo en el que van por la bajada del Nilo. Allí puede desplegar una puesta más orgánica con detalles como unos vidrios que distorsionan la imagen y permiten encuadres que se ven lindos. Aunque tampoco tan necesario.

Es que hay algo decorativo en todo esto, que Branagh sabe cómo aprovechar. Aporta una elegancia británica que llena el ojo y disimula carencias. Como él mismo hace con el bigote de su Poirot.

Y la otra arma que tiene es el elenco con Gadot sensual y Hammer -una presencia incómoda tras ser acusado de abuso sexual y violación-, que dan el porte y el carisma que necesitan dos personajes creados a la horma de las estrellas del cine clásico estadounidense.

Esa horma, en definitiva, es la de la obra de Branagh como demuestran sus La cenicienta, Thor y All is True sobre la vida doméstica de Shakespeare. Es, entonces, un narrador clásico que se aprovecha de los recursos que da una película así de grande para contar una historia chiquita y conocida y hacerla así de grande y entretenida.

Y no lo hace mal para un pasatiempo.

Ficha
Muerte en el Nilo * * * 
Título original:Death on the Nile
OrigenEstados Unidos/Gran Bretaña, 2022
Estreno10 de febrero en cines

 Director: Kenneth Branagh. Guion: Michael Green. Fotografía: Haris Zambarloukos. Editor: Úna Ni Dhonghaíle. Música: Patrick Doyle. Con: Kenneth Branagh, Gal Gadot, Armie Hammer, Emma Mackey, Annette Bening, Tom Bateman, Ali Fazal, Russell Brand, Sophie Okonedo, Letitia Wright, Dawn French. Duración: 127 minutos.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Agatha ChristieKenneth Branagh

Te puede interesar