Estreno
Llega a los cines, la nueva de la princesa Diana interpretada por Gal Gadot y dirigida por Patty Jenkins, el mismo equipo de la primera
Algunas cosas hay que dejarlas como están pero, se sabe, eso no vale para el cine. Así que era inevitable que después del éxito y la agradable revelación para un género repetitivo que representó Mujer Maravilla, iba a venir una secuela. Y porque la vida cada vez da menos sorpresas estaba visto que no estaría a la altura.
Es que aquella —estrenada en 2017 y que le dio status de superestrella a Gal Gadot y reveló a una directora muy competente en Patty Jenkins; acá ambas están de vuelta— conseguía aportar algo de aventura tradicional y corazón al clásico arrebato de efectos especiales de las películas de su clase. Presentaba al personaje (Diana de Themyscira, la princesa de un reino fantástico de guerreras), le daba una misión bien clara (ayudar al bando de los buenos en la Primera Guerra Mundial) y un interés romántico interesante y fatal (el piloto Steve Trevor con la carita de Chris Pine). Las escenas de acción estaban bien y había un aire de reivindicación femenina que no le venía nada mal.
Ese encanto y aquella sorpresa se perdieron en Mujer Maravilla 1984, en la que la princesa Diana, ahora es la arqueóloga con menos pinta de arqueóloga del mundo. Enfrenta a un magnate petrolero (Pedro Pascal) que se hace con una piedra que concede cualquier deseo. Diana, claro, pide que vuelva su novio muerto y una gemóloga (¿existe eso?) tímida interpretada con gracia por Kristen Wiig pide ser como Diana; qué viva.
Cada pedido tiene su contraindicación, algo que la Mujer Maravilla quiere hacerle entender a Pascal y Wiig como si fuera fácil aplacar la ambición de un para de villanos. Eso se extiende a un ámbito más general cuando la película deja claro que si se le da a la gente lo que desea, todo termina en un caos.
El 1984 del título solo está para justificar un par de chistes (fáciles) sobre la ropa y los peinados de esa época que ya son de por sí bastante graciosos. Al revés de la primera es Steve es el que está desubicado en el mundo moderno, aunque maneja una camioneta con bastante destreza.
Para ser una película de su clase (y que se lleva dos horas y media de la vida de sus espectadores) solo hay tres escenas de acción de gran despliegue, lo que parece raro o escaso. Están realizadas, en todo caso con cierta espectacularidad que la música de Hans Zimmer acentúa con estridencias. La pelea final es un tanto oscura, quizás para disimular el CGI de una película que se ve bastante orgánica.
La trama, tirando a confusa, es quizás el principal obstáculo y lo que va enlenteciendo un poco un asunto que, de no ser por eso, está dentro del estándar del rubro.
Es que Mujer maravilla 1984 es como una oportunidad perdida. Y eso es lo peor que se le puede desear a una película.
Directora: Patty Jenkins. Guion: Patty Jenkins, Geoff Johns y Dave Callaham; historia de Jenkins y Johns, basado en un personaje de DC creador por William Moulton Marston. Fotografía: Matthew Jensen. Editor: Richard Pearson. Música: Hans Zimmer. Con: Gal Gadot, Chris Pine, Kristen Wiig, Pedro Pascal, Robin Wright, Connie Nielsen. Duración: 151 minutos.