Estreno
La nueva película de Adam McKay habla de un meteorito que viene derecho a la Tierra y la poca confianza que podemos tener en los gobiernos y los nuevos magnates
Andy McKay pasó de hacer (buenas) comedias livianas (Hermanastros) a ser uno de los satiristas liberales del cine americano. Ese giro le aportó un Oscar (por el guion de La gran apuesta) y elogios varios por El vicepresidente, la original biopic sobre Dick Cheney.
Ahora estrena No miren arriba que viene con aires, otra vez, de Oscar.
Dos científicos (DiCaprio y Lawrence) descubren que un meteorito viene derecho a la Tierra con saldo de catástrofe global. Intentan convencer de la inminencia a la presidenta (Meryl Streep) y a su hijo y jefe de gabinete (Jonah Hill), que parecen inspirados en Donald Trump.
En la Casa Blanca relativizan la amenaza y cuando intentan salir a los medios descubren que la gente está más pendiente de trivialidades en su teléfono que de entender lo que está pasando. Por ahí hay un magnate tecnológico que tiene su propia agenda (Mark Rylance), dos conductores de televisión frívolos (Blanchett y Perry) y una estrella pop (Grande). Son blancos fáciles y McKay prefiere verlos así para que quede claro de qué lado está.
Con el mismo tono burlón (pero sin el filo) del Kubrick de Dr. Insólito, McKay muestra dónde estamos como sociedad y apunta a los culpables.
Director: Adam McKay. Guion: Adam McKaysobre una historia de McKay y David Sirota. Fotografía: Linus Sandgren. Música: Nicholas Britell.Con: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Jonah Hill, Mark Rylance, Tyler Perry, Timothée Chalamet, Ron Perlman, Ariana Grande, Cate Blanchett, Meryl Streep.