ESTRENO
Se estrena en Disney+ la película sobre el origen de la conocida villana de "101 Dálmatas", ahora protagonizada por Emma Stone y Emma Thompson
Si toda historia tiene un origen, una de las villanas más recordadas del cine no podía dejar de tener su película. Eso se debe, en parte a que Disney ha encontrado en estas historias que reimaginan a los personajes de sus clásicos animados, una mina de oro que además logra entretener a chicos y grandes. Además, permite contar otra versión de historias que todos conocemos.
Más de dos décadas después que Glenn Close protagonizara dos películas como la fashionista Cruella de Vil, Emma Stone se pone una peluca mitad blanco, mitad negro, y una sonrisa diabólica para esta genial Cruella que se estrena hoy en el mundo y por acá se puede ver en el streaming Disney+, con un cargo extra.
No es una precuela de 101 dálmatas (aunque tiene sus conexiones), ni es una película tradicional de Disney. Esto último se debe a personajes abiertamente gays, mucha estética punk, y dos personajes femeninos que están dispuestos a todo para resaltar.
De esta forma, los orígenes de esta diseñadora que más adelante soñará hacer un tapado de Dálmatas, se rastrean hasta 1964. Allí, una niña algo gruñona llamada Estella se enfrenta a los bravucones de la escuela, lo que le genera muchas visitas a la dirección. Aunque ni esos niños peleadores, ni una tragedia que la deja sola en Londres, se interpondrán en su sueño de convertirse en una diseñadora de modas.
Para mediados de los 70, Estella (ya con el rostro de Emma Stone) crea los disfraces para la bandita de ladrones con quienes vive, cuyos robos se vuelven cada vez más elaborados. Junto al inteligente Jasper (Joel Fry), el algo tonto Horace (Paul Walter Hauser) y dos perritos muy simpáticos, se las arreglan para sobrevivir.
Y todo funciona hasta que Estella, frustrada por su trabajo como limpiadora de una tienda por departamentos, vandaliza una vidriera. El resultado que se muestra, que parece salido de la mente de Vivianne Westwood, llama la atención de la mejor diseñadora de Londres, la muy elegante y más despiadada Baronesa, interpretada como una genial reina de hielo por Emma Thompson.
El trabajar con esta monarca de la alta costura parece un trabajo de ensueño para Estella, pero las cosas comienzan a complicarse cuando una revelación (que más vale no adelantar) sale a la luz y trastoca los planes originales.
Es así que Estella se deja vencer por ese lado oscuro que siempre ha tenido, un alter ego que ella llama Cruella, quien con mucha audacia logra convertirse en el centro de cada evento que organiza su rival. Y mientras se desarrolla este duelo de diseñadoras, somos testigos del nacimiento de la villana que todos conocemos.
Y su presentación en sociedad es espectacular, en uno de los bailes Blanco y Negro que organiza La Baronesa. Y sus siguientes apariciones irán creciendo en osadía y estilo.
Aunque Cruella no solo toma como fuente de inspiración la película 101 dálmatas, también refiere a películas como La malvada, Guasón, La favorita y El diablo viste a la moda. Y lo logra usando un equipo de cinco escritores para su libreto, entre los que se encuentran Aline Brosh McKenna de, precisamente El diablo viste a la moda y Tony McNamara de La Favorita, quien le regala a Stone otro ingenioso y astuto guion con el que lucirse.
Y además de ser una historia sobre el duelo entre estas dos divas de la moda que representan el pasado y futuro de la industria, Cruella es una comedia oscura sobre la ambición, codicia, algo de sabotaje, venganza, alta costura y asesinato, todo presentado con un precioso diseño de escenografías, y una banda sonora muy rockera donde no faltan Nina Simone y The Rolling Stones .
Es tarea del director Craig Gillespie (el de Yo, Tonya) lograr un balance para entretener a los niños y adultos. Y desde el primero momento, como en la película que protagonizó Margot Robbie, es difícil no empatizar con la protagonista. Eso se debe a que todos los ingredientes que han hecho famoso al personaje: una diva con ansias de poder y estilo que maneja irresponsablemente autos elegantes, tiene un equipo de secuaces algo torpes, y su risa malvada, están en la película.
Y además de Cruella y La Baronesa, la moda es protagonista de la película. Esto se debe a Jenny Beavan, quien a lo largo de una carrera ha realizado vestuarios le valieron 10 nominaciones al Oscar y un Oscar por, por ejemplo, ganó por Mad Max: Furia en el camino. Aquí logra mostrar, a través de los vestuarios la personalidad de los personajes.
Gillespie, con frescura y agilidad crea el origen de un personaje que seguramente se convierta en su propia franquicia. Tiene todo para serlo.