CRÍTICA
Crítica de la película X-Men: Dark Phoenix que protagonizan Sophie Turner, James McAvoy y Jennifer Lawrence
Los X-Men siempre han sido, cinematográficamente, los parientes pobres y mutantes del universo Marvel. Quizás eso se deba a que recién ahora se van a poder integrar a ese mundo cinematográfico, dado que Dark Phoenix es la última de la serie para Fox; ahora pasan a Disney y las posibilidades son infinitas.
Las películas que giran alrededor de los X-Men son una decena, en general olvidables aunque Logan es una de los grandes ejemplos de, digamos, temática de superhéroes. Acá no estamos ni cerca: Dark Phoenix respeta el universo fantasioso y algo infantil que ha sido parte integral de su saga.
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La historia se centra Jean Grey (Sophie Turner) quien tiene unos poderes increíbles y es tentada, por las fuerzas del mal encabezadas por una Jessica Chastain al borde del albinismo. Sus colegas, dirigidos por Charles Xavier (James McAvoy) intentarán acercarla al lado bueno. También aparece Magneto (Michael Fassbender) que olvida viejos rencores.
EE.UU, 2019.
Música: Hans Zimmer.
Duración: 113 minutos.
Estreno: 6 de junio, 2019.
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El principal problema parecería ser la escasez de personalidad del director debutante Simon Kinberg, quien ha estado vinculado a la franquicia como guionista y productor. Acá consigue poco.
Quizás con un conocimiento mayor de la historia (que se puede rastrear en las propias películas y en los cómics), se puede evaluar su verdadero valor en todo el conjunto. Pero para el espectador profano es una experiencia evitable.