Conocidos en Hollywood como los “Three Amigos”, los directores Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón han acumulado múltiples premios Óscar y forjado una época dorada del cine mexicano.

En un evento realizado el viernes pasado en Los Ángeles para celebrar sus nuevas películas, el trío dijo que su larga amistad había sido fundamental para su éxito, incluso si no se toman demasiado en serio su apodo.

“¡Amigo uno llamando a amigo dos!”, dijo del Toro dándole un pequeño codazo a Cuarón.

“Podría haber sido un buen director sin su intervención. ¡Pero ellos intervinieron y sobreviví!”, bromeó González Iñárritu.

El vínculo entre los directores -nacidos con solo unos pocos años de diferencia- se remonta a décadas, cuando Cuarón y Del Toro encontraron el éxito juntos en la televisión, y González Iñárritu en la radio, antes de que cada uno cambiara al cine.

Desde grandes éxitos como Amores Perros, de González Iñárritu en 2000, los compatriotas han estado intercambiado notas con frecuencia sobre nuevos proyectos, e incluso se han ayudado a reeditar totalmente los trabajos de cada uno.

“Sinceramente, creo que ha sido crucial... No andar solos en este trabajo es un hermoso regalo para nosotros”, dijo González Iñárritu.

“Hablamos o no hablamos, pero yo sé que los otros dos están para cualquier cosa”, coincidió Cuarón.

“¡A veces incluso evitas su opinión! Dices: '¡Seguiré adelante porque sé lo que me van a decir!’”, bromeó Del Toro.

Son parte, en todo caso, de una época gloriosa del cine mexicano que inclutye directores como Carlos Reygadas y Michel Franco de gran presencia en los festivales pero sin haber entrado en Hollywood.

“Un poco más fácil”. En 2018, Cuarón, por poco el mayor del triunvirato, generó revuelo en Hollywood al asociarse con Netflix para conseguir producir Roma, un drama íntimo en blanco y negro que le valió su segundo Óscar a mejor director (el primero había sido por la exitosa Gravedad en 2013.

González Iñárritu y Del Toro siguieron sus pasos y también se asociaron con el gigante del streaming.

Para González Iñárritu, quien ganó premios de la Academia de manera consecutiva con Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) y El renacido, Netflix le brindó la oportunidad de hacer su película más personal hasta el momento.

La extensa y onírica Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdadessigue a un célebre cineasta mexicano mientras explora las líneas difusas entre la realidad y la memoria, la vida y la muerte, Estados Unidos y México.

El personaje principal recibe un prestigioso premio mundial de una institución estadounidense, que provoca un período de profundo examen de conciencia y evoca paralelos con las carreras de los “Tres amigos”.

“No creo que nos haya cambiado como cineastas... pero definitivamente un reconocimiento como los Óscar u otros premios a veces hacen que el viaje sea un poco más fácil más adelante”, dijo Cuarón.

“Me cambiaron la vida”. Para Del Toro, sus Óscar a mejor película y mejor director por La forma del agua en 2018 le “cambiaron la vida”.

“Fue hermoso. Y fue muy, muy, muy conmovedor”.

Su última película,Pinocho de Guillermo del Toro, una versión oscura y animada de la novela italiana sobre una marioneta viviente, ha sido otro éxito. Está para ver en Netflix, que produjo el proyecto.

Se espera que gane los premios a mejor animación en los Globos de Oro y los Critics Choice Awards de esta semana, y es probable que gane el Óscar, al menos en la categoría animación, en marzo.

Pero cuando se les preguntó cuál ha sido el secreto conjunto de su éxito, el trío se negó a dar una respuesta seria.

“Creo que nuestro antojo de tacos tal vez, eso es lo que compartimos... ¡pero él siempre gana!”, dijo González Iñárritu señalando a Del Toro.

“Creo que el humor”, respondió Del Toro. “¡Y un buen aliento!”