EN DISNEY+

El estreno absoluto de Raya y el último dragón en Disney+ (hasta ayer, la película estaba solo disponible para quienes hubieran pago acceso premier) es el disparador para una selección subjetiva de algunas de las mejores animaciones de los últimos años.

Todas de la factoría Disney Pixar y por tanto, disponibles en el servicio de streaming de la compañía, son buen plan de fin de semana o un guiño para que cada uno elija su dosis de entretenimiento familiar.

A excepción de una, además, todas ganaron el Oscar a mejor animación, así que sirven también para aguardar la llegada de otra estatuilla a la que aspiran Soul, Unidos, Over the Moon, Wolfwalkers y Shaun, el Cordero: La película. Granjagedón.

La pelea por el Oscar se la ganó Shrek en 2002, y esa fue la primera vez que la Academia premió a este tipo de películas. Pero Monster Inc. no necesita reconocimientos que la validen para saberse, en su género, una de las películas más entrañables del milenio. Acá se cambia el tradicional tópico monstruoso y se transforma a Sulley, Mike Wazowski y sus colegas en sujetos de lo más queribles que, eso sí, tienen que asustar niños para generar la energía de su ciudad. Su mundo se altera cuando la pequeña humana Boo se cuela y da pie a una de las amistades más lindas del cine.

Es uno de los grandes hitos del estudio, sino el mayor; por lo pronto, es la película de Pixar mejor rankeada en IMDb (Internet Movie Database) y tiene con qué. En Coco el protagonista es Miguel, un niño con aspiraciones de músico que termina en el mundo de los muertos, donde busca a su tatarabuelo y, de paso, la vuelta a casa con los vivos. Es una celebración de la cultura mexicana, pero sobre todo una historia sólida sobre la eterna puja entre la memoria y el olvido, de esas para ver con pañuelos a la mano. Y ahora tendrá coleccionable con El País.

Lágrimas, sonrisas de nostalgia y una apelación a los recuerdos son también parte de los ingredientes de Up, de 2009 y que además del Oscar a mejor animación se llevó el de mejor banda sonora. Es la historia del viudo Carl y su inesperada aventura junto a Russell, un niño lleno de vida que será su contrapunto perfecto en una cruzada a bordo de una casa impulsada por una montaña de globos de helio. Y hay un perro que habla.

De esta lista corta y de los lanzamientos de los últimos años, Valiente es la película más Disney, entre otras cosas porque la protagonista es una princesa, aunque una que rompe con todos los cánones históricamente asociados a esa construcción. Mérida no quiere saber nada de besos de amor ni matrimonios arreglados; en la Escocia medieval, lo único que pretende es ser libre y está dispuesta a pelear por eso. Estrenada en 2012, la película se anticipó a la ola actual del feminismo y cambió la historia de Disney Pixar al darle el primer protagónico a una figura femenina.

Es de esas opciones que, parece, los adultos podrían disfrutar más que los chicos. La acción de Intensa-Mente se sitúa, sobre todo, en la mente de la preadolescente Riley, donde las emociones Alegría, Ira, Tristeza, Desagrado y Miedo interactúan de manera formidable. Tiene (como Up, como Coco) momentos de altísima sensibilidad, que la hacen una película excelente más allá de su género.