Eddie Murphy volvió en Netflix a la franquicia y al personaje que lo convirtieron en una estrella

Hoy Netflix estrena "Un detective suelto en Hollywood Axel F". la cuarta entrega de la saga que se fundó en 1984 y en la que interpreta a Axel Foley; aunque se repiten varias caras conocidas, la magia no aparece

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Eddie Murphy en "Un detective suelto en Hollywood: Axel F"

La pregunta inevitable ante el estreno hoy en Netflix de Un detective suelto en Hollywood: Axel F, el regreso de Eddie Murphyal personaje y la franquicia que lo consagraron, es ¿qué necesidad?

Se entiende las tres películas anteriores recaudaron un montón incluyendo que la primera, la de 1984, es, con los ajustes inflancionarios correspondientes, la vigésimoctava película más taquillera en Estados Unidos de la historia. Las dos secuelas, en 1987 y 1994, fueron recaudando menos, aunque mantuvieron viva la franquicia.

Esta vez, ese dato no va a estar ya que la película se estrenó directamente en Netflix, quien puso los 150 millones de dólares de la inversión y no suele dar datos financieros. Va a estar seguro entre lo más visto de la plataforma por un par de semanas.

Es el tercer proyecto de Murphycon Netflix después de Mi nombre es Dolemite, que tuvo dos nominaciones al Globo de Oro y no está mal y Ustedes, una comedia bastante olvidable con Jonah Hill.

Se anunció, además que la plataforma estaría dispuesta a pagarle al actor 70 millones de dólares por su regreso al stand up, el género que lo consagró. Esta cuarta Un detective suelto en Hollywood podría cerrar el acuerdo.

Ese panorama no responde del todo la pregunta original: ¿qué necesidad?

Todas producidas por la productora Don Simpson y Jerry Bruckheimer, lo que asegura un intacto espíritu ochentero, sin duda que la primera, dirigida por Martin Brest, es la mejor del lote. Allí, Murphy presentó a Axel Foley, un detective de la fría Detroit que, siguiendo una pista, va a dar a Beverly Hills (el título en español siempre insiste en ubicarlo en Holywood, unos 20 minutos al este por el bulevar Santa Monica) y, a pesar de que sus métodos embroncan a sus superiores queda instalado en la zona.

Además de Murphy, también repiten sus papeles recurrentes Judge Reinhold, John Ashton, Paul Reiser, y Bronson Pinchot, quien vuelve a ser Serge, el amigo gay con mohines pasados de moda.

Treinta años después de la última vez, Foley, que sigue siendo el policía más díscolo de Michigan, vuelve a Los Angeles a ayudar a su hija Janey (Taylour Paige), de quien ha estado distanciada y ahora es una abogada al borde de descubrir una trama de corrupción policial. Se suman a la troupe Joseph Gordon-Levitt como el nuevo compañero de Foley y Kevin Bacon con su mejor cara de villano.

“Desarrollamos al menos ocho guiones a lo largo de los años y nada salía bien”, le contó Murphy a Collider. “Simplemente siguieron insistiendo. Volvimos a involucrar a Jerry Bruckheimer y ahí todo salió bien. Lo que pasó en el guión fue cuando escribieron que Axel y su hija están distanciados. La película, en la superficie, es una de policías y ladrones, pero la verdadera película trata sobre Axel que se reconcilia con su hija, después de haberse alejado. Una vez que le agregamos eso, todo encajó”.

La historia —escrita por Will Beall, Tom Gormican y Kevin Etten— transcurre en un universo soleado de persecuciones que rompen todos los autos estacionados y malos de una sola pieza como si el cine no hubiera avanzado ni un poquito en estos 30 años.

Lo más cerca que está de la magia del original es repetir en varias formas la melodía de Harold Faltemeyer que identifica a la franquicia.

Murphy es una de las estrellas del entretenimiento de su tiempo. Fue una estrella de Saturday Night Live, tuvo los mayores especiales de comedia de los 80, cuando Un detective suelto en Hollywood y 48 horas, lo convirtieron en el protagonista más rentable de las comedias de acción.

Desde entonces su carrera se ha extendido hacia territorios más familiares (en Shrek, donde hace del burro o El profesor chiflado), o más “serios” incluyendo una nominación al Oscar por Dreamgirls. Es una estrella de cine como no quedan muchas.

Eso obliga a repetir la pregunta: ¿qué necesidad? Axel F es rutinariamente entretenida, aunque, claro, muy lejos de las otras tres. Además de la primera a cargo de Brest, la segunda, que no estaba mal, la dirigió Tony Scott y la tercera, que tampoco estaba mal, John Landis.

Axel F la dirige Mark Molloy, quien viene de la publicidad, y su impersonalidad parece colarse a la propia película. Funciona, en todo caso, como una prueba de cómo han cambiado los estándars de este clase de productos. .

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