"El contador 2", la película que parecía innecesaria y marca el regreso de Ben Affleck a un papel a su medida

Redacción El País
Desde el principio parecía un proyecto impensado, incluso innecesario: la secuela de un éxito moderado de hace ocho años del que pocos parecían acordarse. Pero nada es más impredecible que la industria del cine, y hoy se estrena en Uruguay, El Contador 2, la continuación de aquella historia protagonizada por Ben Affleck como un contable dentro del espectro autista, con habilidades mentales y físicas extraordinarias, que se dedicaba a “arreglar” las cuentas de organizaciones criminales.

En Uruguay se estrenó en cines y ahora está disponible en MAX, NSNOW de Nuevo Siglo y Prime Video. Variety la definió como un “thriller al estilo Jason Bourne, con Rain Man en el centro”. Y sí, era eso.

En 2016, El Contador recaudó 155 millones de dólares con una inversión de 44 millones, nada mal para una película de sus características.

“Era una película de la que me hablaba la gente”, contó Affleck a la revista Vanity Fair. “Era una de esas que permanecen en el tiempo, de las que la gente sigue hablando y dice: ‘Ah, me gusta El Contador’.”

La taquilla y, al parecer, el cariño popular, alentaron al director Gavin O’Connor a pensar en una secuela que le llevó ocho años concretar, en un proceso que describió como “tremendamente frustrante”.

En esta segunda parte, dirigida nuevamente por O’Connor y escrita también por Bill Dubuque, los hermanos Wolf —Christian (Affleck) y Braxton (Jon Bernthal), este último un sicario— se reencuentran y unen fuerzas para encontrar a una mujer víctima de una red de trata de personas que opera entre México y Estados Unidos.

Cynthia Addai-Robinson retoma su papel como la agente federal Medina, y Daniella Pineda interpreta a una mujer con un pasado misterioso, quien, según se ha dicho, le aporta un aire tipo John Wick a la historia. A diferencia de la primera película, esta secuela incorpora en su elenco a actores dentro del espectro autista.

O’Connor explicó a Vanity Fair que ahora “quería hacer una película emotiva, y no simplemente una de acción, lo cual me resultaría tremendamente aburrido y poco interesante. Una película de acción que explorara la conexión humana y el amor era algo que realmente quería abordar”.

“Los ocho años que pasaron —me refiero a Braxton y a las circunstancias de mi personaje— lo definen todo”, dijo Bernthal en una rueda de prensa, según citó el diario argentino La Nación. “Son ocho años de espera, de decepción, de frustración. Ocho años de preguntarme: ‘¿Cuál es el problema conmigo?’, ‘¿Por qué tardó ocho años?’, ‘¿Qué está pasando?’. Estoy agradecido por eso. Te da algo desde el inicio para actuar, una gran fuente de emociones en la que podés sumergirte”.

Bernthal es conocido por sus papeles de hombre duro y violento, pero ha sabido mostrar su versatilidad actoral interpretando a Lee Iacocca en Contra lo imposible y al entrenador de tenis Rick Macci en Rey Richard: Una familia ganadora. Su personaje más popular sigue siendo The Punisher, dentro del Universo Cinematográfico de Marvel, con apariciones tanto en películas como en su propia serie. Además, su papel recurrente como el drogadicto Michael Berzatto en la serie El Oso le valió un premio Emmy.

Durante este tiempo, además de ser blanco de rumores sobre su vida personal —especialmente alrededor de su relación con Jennifer Lopez—, la carrera de Affleck continuó con algunos altibajos.

Fue parte del universo DC interpretando a Batman, con todo el ruido mediático que eso implicó; protagonizó dramas más íntimos como The Tender Bar, dirigida por George Clooney, y The Way Back, donde volvió a colaborar con O’Connor. También coescribió, junto a Matt Damon y Nicole Holofcener, la película de Ridley Scott, El último duelo, y regresó a la dirección con Air: la historia detrás del logo, la primera producción de la nueva compañía que fundó junto a Damon, Artists Equity.

“Me preparé mucho para la primera película, y luego, parte de mi vida me ayudó en los años posteriores a desarrollar un interés más profundo y una especie de compasión por el personaje”, dijo Affleck sobre su regreso al rol de Christian. “En definitiva, lo importante para mí es hacer algo atractivo, que genere empatía, que sea compasivo, interesante y cautivador”.

El papel parece ajustarse bien a Affleck, quien no se ha caracterizado por ser un actor de gran rango expresivo, limitándose por lo general a cierta rigidez gestual. Le ha funcionado muy bien, en realidad, y es justo lo que precisa Christian.

Aunque nunca fue nominado al Oscar como actor, tiene dos premios de la Academia: uno por el guion de En busca del destino (que escribió siendo un veinteañero junto a su amigo y cómplice Matt Damon), y otro como productor de Argo, que fue elegida Mejor Película en 2013.

Después de más de tres décadas de carrera, Affleck parece seguir buscando respuestas en el cine, ya sea actuando, escribiendo o dirigiendo. No siempre sus elecciones artísticas han sido las más eficaces, pero cuando encuentra el rumbo, sabe cómo avanzar. El Contador 2, una película de acción tradicional, es un ejemplo claro de ello.