Redacción El País / Producción: Florencia Cruz desde José Ignacio
En la breve charla con la prensa que tuvieron este viernes en Uruguay, en el marco del José Ignacio International Film Festival, nada alrededor de Jacques Audiard y Karla Sofía Gascón hacía sentir el peso que puede conllevar la exposición que tienen por estos días. Director y actriz protagonista de Emilia Pérez, la película más comentada de la temporada, han estado en la mira cinéfila desde que ganaron premio en Cannes con este musical que mezcla narcotráfico, desaparecidos y transición de género: mientras que la crítica la saludó con entusiasmo, entre cierto sector del público ha despertado indignación.
Haciendo chistes sobre pagar las cuentas o “hablando” con los pájaros, Audiard y Gascón parecían estar con los pies en la tierra, como si el récord que acababan de romper en los premios Oscar no los hubiera deslumbrado. Este jueves, Emilia Pérez se convirtió en la película extranjera (es francesa) más nominada en la historia de la Academia, que la dejaron como gran favorita de cara a la ceremonia del domingo 2 de marzo.
Tenían, eso sí, ganas de hablar de cine, el arte que reivindica Audiard (El latido de mi corazón; Un profeta) en esta obra con la que buscó, entre otras cosas, abrir la conversación sobre los desaparecidos en México. Es un tema que le escandaliza, ha dicho en algunas entrevistas, aunque el público esencialmente mexicano no ha visto del todo bien la forma en que decidió abordarlo.
La película, que ya se vio en el MONFIC, se exhibirá este sábado en el Festival de José Ignacio, en la Bajada de los Pescadores, a las 19.00 y con entrada libre. A cines llegará el 6 de febrero.
De camisa de estampado animal print, campera de estilo deportivo y lentes, Audiard —que en un momento le habló en su manso francés a unos pájaros que no paraban de piar y, como si esto fuera posible, pareció convencerlos de que se alejaran— se mostró particularmente entusiasmado cuando la conversación se centró en el cine, el oficio al que se entregó hace más de 30 años.
“La primera canción, ‘El alegato’, tenía varios objetivos. El primer objetivo fue mostrar la estilización del film: esta película es falsa, es teatral, es una presentación un poco brechtiana. El personaje principal, Rita, está de frente y los comediantes vienen atrás cantando. Es Brecht. No lo invento yo, es evidente”, dijo a El País cuando se le preguntó por cómo el primer cuadro musical parece hacer explícito de qué quiere hablar Emilia Pérez.
“¿De qué hablamos hoy y ahora? Hablamos de violencia, de amor, de muerte, de un país que sufre”, susurra Zoe Saldaña en su personaje de Rita, una abogada que está preparando la defensa a un cliente que no es inocente, en un número musical frenético ambientado en las calles mexicanas.
Lo otro que quería con esa escena, dijo Audiard (72) hoy, era “definir a Rita como un personaje complejo” y, a su vez, establecer las bases del juego.
“Una primera secuencia, en mi mente, sirve para fijar los límites formales, para darle un techo y un piso a la película; en la construcción visual ya estoy pensando en todo lo que va a venir. Aquí la secuencia, que debe de ser de tres o cuatro minutos, va de grandes planos a movimientos muy realistas. La forma general del film es el cambio, el movimiento”, resaltó. “Rita dice que está insatisfecha y que quiere cambiar de vida. Todos los personajes van a cambiar de vida. Y el acelerador de los cambios de vida será el personaje de Emilia”.
Emilia Pérez sigue a Rita (Saldaña), una abogada que gana poco y trabaja mucho, y a la que acude el líder de un cartel mexicano, Manitas del Monte (Karla Sofía Gascón, que aquí se desdobla), para asignarle una misión: que le organice todo para una operación de reasignación de sexo.
Así, Manitas muere y nace Emilia Pérez, una mujer que construye una vida nueva a kilómetros de su “viuda” (Selena Gomez) y sus hijos, y que años más tarde volverá a buscar a Rita por otra misión. Terminan como aliadas al frente de una fundación que busca ayudar a las familias con hijos desaparecidos por los daños que genera el narcotráfico.
Audiard, que reconoció un par de homenajes a David Lynch en una escena de mariachis y un look de Selena Gomez, contó que en las primeras 30 páginas que escribió de Emilia Pérez, a la que concibió como una ópera, ya estaban la idea de los desaparecidos y de la transidentidad.
“Comedia musical no es exactamente el término que le pondría, me gusta más ‘melodrama’. Es una pequeña ópera filmada en estudios”, aclaró, “y lo que quería era romper un círculo vicioso de la masculinidad”.
Después admitió: “Hay un tema que reproduzco a menudo, un poco a pesar de mí, y que podría llamar el tema de la segunda vida. ¿A cuántas vidas se tiene el derecho? ¿Y cuál es el precio de pasar de la primera a la segunda?”.
En ese sentido, Gascón puso algo de su experiencia sobre la mesa cuando contó que fue ella quien, convocada para interpretar a Emilia, propuso hacer también a Manitas. “El personaje que yo interpreto no tiene nada que ver conmigo, absolutamente nada. Y si quise hacerlo, es igual a que si hubiera hecho otro personaje de otra categoría. No me habría resultado doloroso porque no es mi vida”, explicó. “Y mi experiencia tampoco es la misma que la del personaje; cada transición, cada vida, es diferente”.
Más adelante Gascón —que el jueves se encontró con Armando Bó, con quien compartirá uno de sus próximos proyectos, una adaptación de la novela Las malas de la argentina Camila Sosa Villada—, reflexionó sobre la importancia del cuerpo en esta historia. “Al final la sociedad, los demás seres humanos, siempre intentan controlar los cuerpos de las otras personas. Porque controlando los cuerpos de los demás, controlamos sus mentes, y cuando controlamos la mente de alguien, controlamos sus votos, lo que tienen que hacer, que nos puede venir muy bien para tener el poder, que al final es lo que quiere muchísima gente. Entonces cuando tú tomas control de tu propia existencia, de tu vida, y eres capaz de salir de ese círculo vicioso en el que los demás son los que deciden por ti, y empiezas a decidir por ti misma lo que quieres hacer con tu vida, entonces ahí es cuando empezamos a cambiar nuestras mentes y podemos empezar a cambiar la sociedad”.
Este jueves, Emilia Pérez consiguió 13 nominaciones a los premios Oscar, que la convirtieron no solo en la mayor candidata para la 97° edición, sino en la película extranjera con más aspiraciones en la historia de la Academia. Compite a mejor película, director, actriz (Gascón), actriz de reparto (Zoe Saldaña), canción original (por dos temas, “El mal” y “Mi camino”), fotografía, guion adaptado, película internacional, edición, maquillaje y peluquería, banda sonora y sonido.
Este sábado se la verá con entrada libre y al aire libre, en la Bajada de los Pescadores. La cita es a las 19.00, en la última jornada del José Ignacio Film Festival, y contará con la presencia, claro, de Jacques Audiard y Karla Sofía Gascón. Es el cierre de un festival que acaba de celebrar sus 15 años y que concretaba este viernes la competencia de cortometrajes.
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