Se ha vuelto -a fuerza de grandes películas, buen gusto, escenario inigualable y vocación de calidad y crecimiento- en uno de los grandes encuentros de cine de la región. Es el José Ignacio International Film Festival (su apócope es JIIFF), que llega a su décimocuarta edición y como siempre trae películas buenísimas. Va del 13 al 23 de enero.
Como es su marca de agua, la programación incluye los títulos del momento: toda la grilla está mencionada en los balances de fin de año y tiene fundadas aspiraciones en la temporada de premios.
Son siete largometrajes internacionales y cinco cortos uruguayos, todos estrenos regionales. Las funciones son gratuitas y en tres locaciones privilegiadas: la tradicional Bajada de los pescadores, Pavillion VIK y la Bodega Oceánica José Ignacio. El paisaje es parte de la experiencia.
El festival, además, incluye el Working JIIFF, dedicado a la industria “que propicia el encuentro, el diálogo y la realización de proyectos entre referentes nacionales e internacionales”. Va del 18 al 21.
La función inaugural será con Anatomía de una caída, de Justine Triet, ganadora de la Palma de Oro de Cannes. Es un drama de tribunales sobre una mujer sospechada de asesinar a su marido con su hijo ciego como único testigo. Está interpretada por Sandra Huller, quien fuera la sufrida hija en Toni Erdmann, la película de Maren Ade que ganó el festival en 2017. Va en la tradicional Bajada de los Pescadores (conviene llevar silla de playa y un abrigo), el 13 a las 20.00.
Huller está también en otro esperado estreno en el JIIFF, La zona de interés, que le dio el Gran Premio en Cannes al británico Jonathan Glazer. Es su primera película desde la impactante Under the Skin en 2013.
Cuenta la vida familiar de Rudolf Höss, el comandante del campo de exterminio de Auschwitz. Está basada en la novela del mismo nombre de Martin Amis, el británico que, justo, supo vivir en José Ignacio. Va el martes 16 en el Vik Pavillion.
Otra de la que todo el mundo habla es Poor Things, la nueva de la sociedad del griego Yorgos Lanthimos y la actriz Emma Stone, luego de La favorita, que se exhibió en el JIIFF en 2018. Ganó el León de Oro en Venecia y llega con siete nominaciones a los Globo de Oro.
Lanthimos, un gran maestro, cuenta la historia de Bella (Stone) quien es revivida por un científico loco (Willem Dafoe) y entra en un desenfreno. Va el domingo 14, en el Vik Pavillion.
En la misma locación pero a las 11.30 del martes 16 va The Taste of Things de Tràn Anh Hùng, la enviada de Francia a los Oscar. Es un drama romántico con Juliette Binoche y Benoit Magimel ambientada en cocinas de fines del siglo XIX. Promete elegancia.
El miércoles 17 en la Bodega Oceánica José Ignacio se exhibe Perfect Days de Wim Wenders, señalada como un regreso del cineasta alemán a su mejor forma. Es una historia ambientada en Japón (locación a la que ya ha recurrido) para contar sobre un limpiador de baños, la fotografía y la belleza de las cosas. Expectativa.
El viernes 19 va en el Pavillion Vik, El viento que arrasa, de la argentina Paula Hernández (Los sonámbulos), drama policial con estrellas internacionales como Sergi López y Alfredo Castro.
La grilla de largometrajes cierra con May December de Todd Haynes, con Julianne Moore y Natalie Portman, ambas intensas y ambiciones de Oscar. Es sobre una actriz (Portman) que llega a la casa de una maestra (Moore) que se enamoró y tuvo un hijo con un alumno de 12 años. Haynes es un grande.
Y a eso hay que sumar los cortometrajes, los encuentros, las charlas cinéfilas y esos atardeceres que serán lindos, sí, pero son más lindos con buen cine.