El cine y Punta del Este han tenido una larga y conocida historia que comenzó en aquellos festivales de mediados de la década de 1950 que llenaron de estrellas al balneario. Fue allí, dice la leyenda, que los críticos uruguayos descubrieron antes que otros la relevancia de Ingmar Bergman.

Eso es responsable, en parte, de la fama cinéfila que tenemos los uruguayos pero la del festival es una historia viva: hoy comienza la vigésimasexta edición del Festival Internacional de Cine de Punta del Este y si no hay tantas estrellas como entonces, aún es una celebración del cine. Va hasta el jueves.

Las exhibiciones son en cuatro salas: la tradicional del Cantegril, la Casa de la Cultura de Maldonado, el Teatro de Verano Margarita Xirgu en San Rafael y el complejo Grupocine de la 27 y Gorlero, en la península. La entrada es gratuita y algunas funciones incluyen preguntas y respuestas con los directores y productores de las películas.

La grilla está dividida en secciones. Dos de ellas son iberoamericanas competitivas: largometraje y documental. Además hay un panorama internacional, un par de funciones especiales y una retrospectiva del director brasileño Jorge Furtado.

La inauguración es hoy a las 20.30 en el cine Cantegril con la proyección de la brasileña Perola y la presencia de su director, Murilo Benicio y la actriz Dicra Moraes. La clausura es el miércoles 28 (el jueves 29 se exhiben todas las películas ganadoras) con la española Kepler Sexto B de Alejandro Suárez Gonzalo.

En el medio hay 50 estrenos y un montón de conversaciones sobre cine.

Todas las películas en competencia se exhiben en la sala Cantegril, apodado oficialmente “El palacio de festivales” la histórica sede del festival creado por el desarrolador inmobiliario, Mauricio Litman a comienzos de la década de 1950.

La selección oficial —realizada por la directora artística del festival, Daniela Cardarello— incluye películas que han tenido cierto recorrido en festivales internacionales. El cine latinoamericano está en un proceso de cambio y, por lo tanto, puede haber cosas muy interesantes.

El jurado de ficción está integrado por el uruguayo Diego Parker (director de La teoría de los vidrios rotos); la crítica argentina Sofía Ferrero Cárrega; la actriz chilena Blanca Lewin; el director de arte chileno, Claudio Pereiro. Allí también figura el actor español, Sergi López, una estrella del cine mundial y probable el invitado más famoso del festival.

En Grupocine, en tanto, se exhibirá el Panorama internacional que este año viene muy cargado. Allí están las nuevas películas de Nani Moretti (Lo mejor está por venir, que va hoy a las 18.00); Isabel Coixet (Un amor, hoy a las 20.00); Mateo Garrone (Yo, capitán, hoy a las 22.40); Kore-eda Hirokazu (Monstruo, mañana a la medianoche); François Ozon (Ese crimen es mío, el lunes a las 18.50); Víctor Erice (Cerrar los ojos, lunes a las 21.00) y Bertrand Bonello (La bête, el martes, a las 16.40).

Son solo algunos ejemplos que vienen con elogios internacionales pero hay más: la grilla completa está acá.

El festival de Punta del Este sufrió varias mutaciones a lo largo de su historia. Empezó como parte del proyecto urbanístico de Litman y después de algunos años de iniciativa privada regresó a mediados de la década de 1990 organizado por la Intendencia de Maldonado. Se ha mantenido desde entonces sin interrupciones.

“El departamento de Maldonado tiene un festival de cine cada 40 días”, le contó a El País, Jorge Céspedes, Director de Cultura. “Al festival oficial del departamento, que es el que empieza mañana, se suman todos los demás festivales que se generan a través de el impulso y el compromiso de actores del sector privado siempre recibiendo algún apoyo gubernamental”. Maldonado, dice, tiene 10 muestras de cine a lo largo del año.

“El Festival Internacional de cine de Punta del Este es un abrazo grande que nos damos entre todos los que participan, entre los funcionarios, quienes organizamos con responsabilidad de gestión el festival, todos los que son directamente protagonistas del mismo y el público”, dijo Cáceres. “Para este presente y para el futuro, el festival sigue siendo una gran plataforma que se suma como propuesta a las distintas estrategias que tenemos para poder traer visitantes al departamento y a Punta del Este”.

Y el cine, como en la década de 1950 sigue siendo una gran invitación a conocernos.