Agencia EFE
El director de Drive y The Neon Demon, Nicolas Winding Refn, aseguró ayer durante una clase magistral en el Festival de Venecia, que el mundo del ‘streaming’ está “sobrefinanciado y podrido de dinero y cocaína”.
Las plataformas “lo han saturado todo y han devaluado el contenido a un desliz del dedo”, ha dicho el cineasta de origen danés y establecido en Nueva York desde los ocho años.
En Venecia presenta una versión restaurada de Ultimo mondo cannibale (1977), de Ruggero Deodato (1939-2022).
Winding Refn, que ha dirigido para Netflix la serie Copenhaguen Cowboy, ha descrito ese panorama como “triste y aterrador” y ha defendido el arte frente a la inteligencia artificial “porque es lo único, junto al sexo, el agua y la felicidad, por lo que merece la pena existir”.
“El rol del artista es crear historias con las que puedas conectar emocionalmente, eso nos hace humanos, tenemos que preservarlo y protegerlo, pero es difícil cuando todo se reduce a dinero, mercados o números inflados y a la idea de malgastar el tiempo”, ha manifestado.
Por eso, aunque en el pasado predijo que el cine iba a morir, hoy ha declarado que “es algo por lo que merece la pena luchar”, y lo ha valorado como una experiencia colectiva.
Al mismo tiempo ha considerado que, “posiblemente”, creadores como Deodato no estarían haciendo cine si fueran jóvenes hoy, sino utilizando redes sociales o videojuegos, tecnologías que han “sobrepasado el cine tradicional”.