Redacción El País
Muerto este domingo a los 88 años, Alain Delon dejó una estela imborrable en el mundo del cine, con más de un centenar de películas que lo convirtieron en uno de los actores fundamentales de Francia, pero también con una presencia de galán que lo tuvo, en su tiempo, como uno de los hombres más bellos del mundo.

Ese impacto también se hizo sentir en Uruguay en, al menos, dos visitas: una ocurrida en lo más alto de su carrera, en 1970, y otra en 1996. En ambas, lo que generaba en un público esencialmente femenino quedó como un dato de color en las crónicas de la prensa.

Se lo recuerda en Punta del Este, todo vestido de blanco, ya adulto pero aún con un porte impactante, invitado por Roberto Giordano para uno de sus grandes eventos en aquellos veranos esplendorosos del más top de los balnearios uruguayos. Apenas un par de meses después del incidente que inmortalizó la frase "¡No me peguen, soy Giordano!" (una trifulca en la cancha de River), el peluquero escoltó a la leyenda francesa y volaron juntos de Buenos Aires a Maldonado, en avión privado y con el estilista usando muletas.

"Yo estoy muy feliz, porque cuando invité al señor Delon a que venga aquí a Punta del Este, me encontré con un ser humano excepcional. Viví el día más importante de mi carrera", dijo entonces Giordano.

Delon compartió algunas horas con Valeria Mazza en el marco de un desfile, y viajó de regreso a Francia desde el Aeropuerto de Carrasco, donde, en la sala vip, mantuvo una conversación con una jovencísima Victoria Rodríguez que estaba allí en condición de periodista. El registro de las cámaras de la época lo mostró deslumbrado con el encanto de Victoria: Delon se rió, le acarició el pelo, apoyó la mano en su hombro en el medio de la charla. Luego, en plena nota, le dio un beso en la mano.

A pesar de su galantería, seguidoras de Rodríguez le recordaron hoy, en un posteo en el que ella misma evocó aquel encuentro, que el actor no había sido amable. "Fue un maleducado contigo", le escribió una mujer en los comentarios de Instagram. "Tengo el mismo recuerdo", la respaldó otra.

Pero antes, Delon ya había dejado su huella en Uruguay. Un blog dedicado a recopilar todos sus viajes por el mundo recuerda una primera visita en 1965, en la cima de su carrera. Y en 1970 llegó a Montevideo ya como uno de los rostros más conocidos del cine y, como tal, arrancó suspiros y rompió corazones. Para ese momento su currículum ya tenía A pleno Sol, Rocco y sus hermanos o El gatopardo de Visconti, algunos de sus clásicos. Era una estrella como pocas.

Según recordó El País años más tarde, de aquellos tiempos en que festivales de cine hacían posible la llegada de estrellas internacionales a estas tierras, Delon llegó "en sus 35 años, en la plenitud de su carrera y su 'pinta' de galán". Ofreció una conferencia de prensa en el Aeropuerto de Carrasco y hubo "más admiradores que periodistas", y luego se alojó en el Victoria Plaza Hotel. Todo requirió un despliegue importante a su alrededor.

Se dice que miles de mujeres hacían guardia con la esperanza de cruzarse con su mirada o llamar su atención. El País recogió otro rumor de aquella estadía, que sigue en el misterio: "se llevó a una afortunada dama montevideana a su habitación, cuya identidad quedó en el anonimato porque ambos ocultaron su 'pecadillo', como no podía ser de otra manera".