Al Oscar

El poder salvador de una película: Brendan Fraser habla de "La ballena" y su demorado regreso al cine

Llega a los Oscar, el próximo domingo 12, como el favorito en la categoría mejor actor después de años de ostracismo de las películas

Compartir esta noticia
Brendan Fraser
Brendan Fraser en Festival de Venecia
ETTORE FERRARI

El domingo 12 se entregan los Oscar y, todo indica,Brendan Fraserva a cerrar este ciclo de regreso al estrellato, con el premio a mejor actor. Es por La ballena, la película de Darren Aronofsky en la que interpreta a un obeso mórbido que intenta arreglar el vínculo con su hija. El trabajo, un verdadero tour de force de composición y maquillaje, que ya le dio el premio de los críticos, el del sindicato de actores y un tributo en Toronto. Fraser, una de las caras y los cuerpos más conocidos de los 90, ha sido el centro de cada uno de esos eventos con una historia de vida de resiliencia y amor por el cine.

—¿Cómo se siente estar haciendo estos discursos de aceptación y ser testigo de tantos homenajes?

—Estoy teniendo una repetición de experiencias extracorporales, pellizcandome: ¿Esto realmente me está pasando? Mi obligación es hacerme cargo de esta ola de generosidad y apoyo. Realmente me sorprende y estoy muy agradecido por ello, pero sería negligente no reconocerlo adecuadamente.

—¿De qué manera necesita hacerse cargo de todo esto?

—Solo necesito ser digno de esto porque soy consciente de dónde estaba, dónde fui y dónde estoy ahora. Al mismo tiempo, soy reticente a confiar demasiado en nada porque he estado en el tiovivo varias veces y sé que si te sientes demasiado cómodo, puedes volverte complaciente. Ahí es cuando te metés en problemas y dejás que tus estándares bajen.

La ballena requería que usaras prótesis. ¿Cómo afecta eso la forma de actuación?

—Sabía que era esencialmente un trabajo de máscara. Sabía que sería incómodo. ¿Y qué? Sabía que tendría que ser muy paciente para mantenerme enganchado a las escenas mientras hacían ajustes entre tomas. Y a Darren le gusta filmar muchas tomas. Tienes que quedarte quieto, ser paciente y no morder ni patear a nadie porque están ahí para ayudarte. Luego haces lo que hay que hacer.
—¿Cómo te preparaste?
—La Obesity Action Coalition (OAC) me dio acceso a muchas personas para que pudiera preguntarles su historia en las llamadas de Zoom. Hablé con ellas (algunas postradas en cama, otras con movilidad) y les pregunté: “Háblame de tu dieta diaria”. Y me lo describían como un alcohólico, un drogadicto, un ludópata o un adicto al sexo. La automedicación comiendo está en la misma calesita que ese comportamientd, un ciclo de riesgo, recompensa, riesgo, recompensa, complacerme, complacerme. Los humanos, simios afeitados, no podemos dejar de presionar ese botón. Eso sucede neurológicamente -de la misma manera que sucede con las personas que tienen esos otros vicios- como una muleta de vida, así que si merecen tu simpatía, también lo merece una persona que tiene la temeridad de simplemente existir en un cuerpo que es enorme. Lo digo con cinismo.

—¿Qué le aportaste a Charlie?
—Sé lo que se siente ser el blanco de un mal chiste Estás viendo a un tipo que ha sido comparado con una versión mía de hace 25 años en taparrabos. Eso es salaz y vende copias del Daily Mail, pero al diablo con lo que pasa en el ser humano en el otro extremo de ese tipo de desprecio y burla. ¿Adivina qué? No es agradable. Tengo sentimientos. Puedo identificarme con la constante afrenta que las personas que viven en cuerpos sobredimensionados tienen que soportar en su día a día. Los médicos los pasan por alto, no reciben la misma atención. Eso realmente lesiona tu confianza y puede conducir a un comportamiento más dañino. Es una consecuencia para la salud que se erradicaría si dejamos de ser malos entre nosotros.

—¿Cómo te sentiste el último día de filmación?
—La última vez que me quité el maquillaje, me emocioné mucho. Sé que es un poco sensiblero pero no se me pasó por alto que yo podía quitarme el vestuario, y las personas que viven en ese cuerpo no pueden. Tenía la esperanza de no haberlos engañado fingiendo ser quienes eran de una manera que no fuera útil, pero sentí que me estaba despidiendo de un chico que conocía de una manera muy personal. Además, después de haber interpretado este papel, sentí que me salvó. Me permitió presentarme nuevamente a una industria en la que, si estás fuera de la vista, estás fuera de la mente. Todos envejecemos, todos cambiamos: menos pelo, cuerpo diferente. Quería interpretar a Charlie para poder apoyarme en todo eso y aceptarlo, para extraer el oxígeno de las voces intimidatorias que tal vez imaginé que me desaprobarían. Seré honesto contigo, tengo la sensación de redimirme por poder ofrecer una actuación que reinventa quién soy y rinde homenaje a todo lo que se pasó por alto sobre cómo existí profesionalmente.
—¿Qué significaba para ti actuar cuando tenías poco más de 20 años? ¿Es algo diferente ahora?
—En ese entonces, era de vida o muerte. Esas son las apuestas de la ambición de una persona joven. Pero por el momento, siento que no tengo nada que probar. Por todo lo que hice para crear este personaje, me quedé sin movimientos. Si no lo conseguía, entonces, en serio, no sé lo que estoy haciendo. Así me sentí al final.
—Entonces, ¿cómo se siente saber que lo conseguiste?
—Gratificante, y como si estuviera haciendo algo bueno. Después del festival de Toronto en septiembre, uno de los chicos de la OAC me escribió y me dijo que la película lo conmovió y que creía firmemente que este personaje salvará la vida de alguien, si no de muchos. Sé que la respuesta ha sido variada: a favor, en contra, todo eso, y acepto la controversia, pero en la prensa, un hombre que ni siquiera había visto la película dijo: “Esa es mi historia”. Al igual que Charlie se escondíade sus compañeros de trabajo y estudiantes en la computadora. Tenía una relación tensa con su hijo. No podía salir de su casa por miedo al ridículo, y no podía respirar bien por el peso que cargaba su cuerpo. Tener ese reconocimiento y que este tipo diga algo como “Estoy inspirado ahora para cambiar mi forma de ser”, quiero decir, ¿qué dices a eso aparte de “misión cumplida”? Hacemos películas para entretener e iluminar, pero de vez en cuando, aparece una que realmente puede hacer algo para cambiar la cultura o para cambiar la forma que pensamos, aunque solo sea por un rato. Y tengo la suerte de estar en una de esas.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Premios Oscar 2023

Te puede interesar