Redacción El País
Natalia Oreiro está en un año recargado. De cara al estreno de Campamento con mamá en Netflix, la actriz uruguaya filma en Argentina una nueva serie, La jefa... aunque no quiera, que se verá por Disney+ y para la que requirió un rotundo cambio de look.

Con cabellera rojiza y larga, Oreiro compone a Vanesa Mastone, una profesora de Literatura que vivió 20 años en Francia, y vuelve a Buenos Aires tras la repentina muerte de su padre, que era dueño de una bailanta (un ambiente que Oreiro ya transitó tanto en Muñeca brava como en la biopic de Gilda). O eso creía. Vanesa descubrirá cuál era el verdadero negocio y deberá implicarse en varios enredos.

Con su amigo Fernán Mirás en el elenco y también con el cantante Juan Ingaramo, Oreiro está en pleno rodaje, y en ese contexto recibió a algunos medios argentinos. Uno de ellos fue La Nación, al que le confesó que tiene un sueño profesional pendiente, pero todavía no es el momento de cumplirlo.

La uruguaya, que se instaló en Argentina con 16 años y se convirtió en una de las actrices más importantes del Río de la Plata tanto en cine como en televisión, reconoció que desea dirigir sus propios proyectos. Pero cree que para eso debe esperar.

Foto: Instagram @nataliaoreirosoy

"Es muy difícil para mí no involucrarme en los proyectos en general, pero me autorregulo. Desde mi lugar de actriz, siento que mi labor sobrepasa el mero hecho de aprender la letra y venir el set, me gusta saber de todas las áreas, aportar, opinar", dijo y apuntó: "Entonces, cuando me proponga dirigir, siento que va a ser algo muy absorbente para mí y esperaría que mi hijo, que hoy tiene 12 años, tenga, no sé... 17 años”.

Completó entre risas la anécdota, en referencia a su hijo Merlín Atahualpa, fruto de su relación con Ricardo Mollo. Así las cosas, para ver el debut de Oreiro como directora habrá que esperar hasta que Merlín cumpla prácticamente la mayoría de edad.