Un drama familiar sobrenatural disfrazado de una de terror, Presencia es la primera película del director Steven Soderbergh en estrenarse en cines locales desde 2013. No es que se haya retirado, aunque justamente ese año anunció que lo iba a hacer: desde entonces ha dirigido 14 proyectos entre películas y series, todo estrenado en Uruguay a través del streaming.
Presencia, así, puede ser tomado como un reencuentro en pantalla grande con uno de los grandes creadores del cine estadounidense contemporáneo.
Eso no es caprichoso sino que está certificado: ganó la Palma de Oro en Cannes ya con su primera película, Sexo, mentiras y video (en 1989) y el Oscar a mejor director por Traffic en 2001.
En todo este tiempo, no ha perdido su espíritu independiente incluso cuando fue responsable de sagas comerciales y exitosas como la de La gran estafa con Brad Pitt, George Clooney y Julia Roberts (Soderbergh se maneja en esos círculos) y Magic Mike. Pero también de una biopic en dos partes, Che sobre el Che Guevara, thrillers premonitorios y de gran presupuesto (Contagio), películas de género (Lucky Logan), comedias de denuncia (La lavandería) y experimentos narrativos y formales como The Girlfriend Experience o Schizópolis.
A eso hay que sumar series (The Knick, por ejemplo), miniseries (Detrás del candelabro sobre Liberace con Michael Douglas y Matt Damon) y otras tantas plataformas que ha encontrado para expresarse.
Su producción es tan avasalladora que en dos semanas está anunciada en Uruguay otra película suya, Código negro, un policial con Cate Blanchett y Michael Fassbender.
En todos esos ejemplos hay una inquietud cinéfila por la experimentación que está profundamente unida a sus comienzos como director independiente en la década de 1980. Siempre ha sido inquieto y moderno.
Presencia es una historia de fantasmas escrita por David Koepp, el libretista de Parque Jurásico, Misión Imposible, un par de Indiana Jones y que a fines de los 90 dirigió Ecos mortales que también iba por lo sobrenatural.
Acá está una familia que se muda a una casa donde hay una extraña presencia o en la que -para los más escépticos- al menos suceden cosas inexplicables. La única que parece darse cuenta es Chloe (Calina Liang), la hija púber que atraviesa el duelo de la muerte de una amiga, aparentemente de sobredosis (hay otro caso similar en la vuelta) y que por lo visto la ha dejado sensibilizada para asuntos del más allá.
Los padres están en otra. La madre (Lucy Liu) está como a punto de ir presa por una cuestión financiera y solo parece preocuparse por el hijo mayor, Tyler (Eddie Maday), un deportista agresivo y mal hermano. El padre (Chris Sullivan) intenta sobrevivir y ponerle buena onda a un clima doméstico de los tensos aunque sabe que el matrimonio está en las últimas .Por ahí anda Ryan (West Mulholland), el amigo del hermano que le arrastra el ala a Chloe. Es verlo y el espíritu se pone como agresivo.
Toda esa parte puede ser leída como un vistazo desolador a los modelos familiares: cada uno está en la suya y hay una soledad profunda en ellos. Lo más importante, sin embargo, es la construcción del suspenso porque Presencia no pretende ser más que un thriller sobrenatural de los buenos. Hay, sí, algo teatral en su construcción.
A eso ayuda que la película está contada en primera persona con una cámara subjetiva que representa el punto de vista del fantasma, un nuevo experimento de Soderbergh, quien siempre está probando las herramientas del cine. El recurso también estaba en el centro de Nickel Boys, la película nominada en Oscar contada con una cámara en primera persona.
Eso genera una sensación de continuidad pero a la vez extrañeza. La película se impulsa con ese recurso de cámara en mano a cargo, como es costumbre por el propio director, una vez bajo el seudónimo Peter Andrews.
Presencia está bien contada, es original y ocurrente en su planteo formal y anecdótico, tiene un inesperado giro final y es la comprobación de que Soderbergh sigue siendo un director inquieto, capaz de entregar un thriller así, de esos que se ven pocos.
Presencia [* * * * ]
Estados Unidos, 2024. Título original: Presence. Director: Steven Soderbergh. Guion: David Koepp. Fotografía: Peter Andrews. Editor: Mary Ann Bernard. Música: Zack Ryan. Con: Lucy Liu, Chris Sullivan, Callina Liang, Julia Fox, Eddy Maday, West Mulholland. Duración: 84 minutos. Estreno: 13 de marzo, en cines