Cuando Todo en todas partes al mismo tiempo se estrenó en marzo en Estados Unidos, sus creadores, los directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert (quienes firman como Daniels) no estaban seguros de qué esperar.

La película sí tenía estrellas: “Pensé que podríamos promocionarla como ‘Michelle Yeoh pelea contra Jamie Lee Curtis’”, le dijo Scheinert a The New York Times en agosto. Pero no era tan fácil de encasillar. Estaba el multiverso, claro, pero en lugar de superhéroes y naves espaciales había peleas con riñoneras, guiños cinematográficos a Wong Kar-wai y Stanley Kubrick y un mapache cantor. Y luego apareció la pandemia, y la duda de si alguien volvería a los cines.

Y así y todo, la película se convirtió en uno de los hitos de 2022: pasó de 10 pantallas en tres ciudades estadounidenses a 2200 cines en todo el mundo, convirtiéndose en el estreno más taquillero de A24. Recaudó más de 100 millones de dólares a partir de una inversión que rondaba los 14 millones. En Uruguay se estrenó el 26 de junio y no la vio nadie. Hoy vuelve a aparecer en la cartelera aupada por las 11 nominaciones a los premios Oscar.

Ha estado además respaldada por el boca a boca de los espectadores y la unanimidad de la crítica. El País la colocó segunda entre las mejores películas de 2022 (la primera fue la noruega La peor persona del mundo pero, entre nosotros, fue un empate técnico).

“Todo en todas partes al mismo tiempo es un ejemplo serio (y a la vez tan divertido, tan lindo de ver) del alguna vez llamado ‘séptimo arte’, y presenta angustias modernas con herramientas modernas”, concluía la críticade El País. “Es un nuevo lenguaje para un nuevo cine, ese arte, ese universo, siempre en expansión”.

En la película Yeoh interpreta a la dueña de una lavandería que debe convocar a varias versiones de ella misma desde mundos paralelos para luchar contra un poder misterioso que quiere destruir el multiverso.

Aún así, hay un núcleo emocional potente en la película y que probablemente sea el que ha conmovido al público: a medida que Evelyn, el personaje de Yeoh, explora el multiverso, llega a comprender a las personas que la rodean. Eso incluye a su esposo, Waymond (Ke Huy Quan), su hija, Joy (Stephanie Hsu), y hasta la mujer de Impositiva que va por ella, Deirdre (Jamie Lee Curtis).

Es difícil de explicar y puede ser confusa para públicos acostumbrados a narrativas más pausadas y ordenadas.

“Michelle Yeoh protagoniza una película de acción y aventuras, pero está en el multiverso”, dijo Scheinert intentando resumir la película para el New York Times. “Entonces podemos entrecruzar esa película con un drama familiar y luego interrumpir eso con un romance, y luego interrumpir eso con una comedia absurda. Y todo eso es una forma divertida de jugar con lo abrumadora que es la vida en estos días. Pero al final del día, es una historia sobre una familia”.

Bien explicado. A eso habría que agregarle personajes con dedos de salchichas, un par de piedras conversadoras y una donut que esconde todos los secretos del universo. Los chimpancés de 2001: Odisea del espacio también tienen dedos de salchichas y hay un universo donde Ratatouille es sobre un mapache.

Los cuatro protagonistas están entre esas 11 nominaciones de la película para los Oscar. Ke Huy Quan-quien fuera el niño que acompaña a Indiana Jones en El templo de la perdición, y Data en Los Goonies- ganó el Globo de Oro y su historia ha sido de las más seguidas de esta temporada de premios y uno de los atractivos de la película.

Se había retirado de la actuación en 2000, agotado de no conseguir papeles.

“¿Con qué frecuencia un hombre de 50 años tiene una oportunidad como esta? ¿Con qué frecuencia los actores obtienen un segundo acto?”, dijo Quan en el New York Times en octubre. “Realmente espero que si la gente está leyendo mi historia, les dé esperanza, les dé coraje para dar voz a ese sueño que alguna vez tuvieron. Es tan difícil ser un actor en este negocio, y quiero alentar a esas personas que dudan de sí mismas o dejan desvanecer sus sueños porque creen que no van a suceder”.

Las otras nominaciones al Oscar son a mejor película, dirección, guion original (también de los Daniels), música original (Son Lux), mejor canción (“This Is a Life” interpretada por Son Lux, Mitsy y David Byrne), mejor vestuario (Shirley Kurata) y edición (Paul Rodgers). Con excepción de Byrne (el líder de Talking Heads que ganó por la música de El último emperador), todos son debutantes en el Oscar.

Este tipo de éxito absoluto es una nueva sensación para Kwan y Scheinert, quienes recientemente firmaron un lucrativo contrato de cinco años con Universal. Comenzaron haciendo extraños videos musicales y su ópera prima, el largometraje Swiss Army Man (de 2016 y que está en HBO Max como Un cadáver para sobrevivir), involucraba a Paul Dano sobre un Daniel Radcliffe muerto transformado en un jet ski impulsado por flatulencias. Sí, eso.

“Podríamos tratar de hacer algo bien pequeño”, le dijo Kwan al Times sobre el futuro del dúo. “Justo lo contrario de esta para decepcionar a los nuevos fans. Pensamos mucho en cómo trabajan los hermanos Coen. Después de Sin lugar para los débiles, que ganó el Oscar, siguieron con Quémese después de leer, que me encanta pero es una farsa, una nihilista y estúpida broma sobre la burocracia. Han podido construir una larga carrera porque están constantemente jugando con las expectativas y simplemente haciendo lo que quieren hacer. Espero que podamos tener esa valentía”.