Esta es una película importante aunque la categoría, hoy en día, pareciera medirse más por una capacidad de volverse tendencia que en aprobación crítica o reconocimiento de los pares. O en su pertinencia.
La noche del crimen es, así, una película importante y pertinente. Es un drama policial seco que plantea algunas cuestiones contemporáneas (el vínculo entre hombres y mujeres) en el “amigable” formato de una película policial.
Es la última obra de Dominik Moll y ganó seis premios César (se suele decir de ellos que son “los Oscar de Francia”): mejor película, director, guion (Moll y Giles Marchand), mejor actor secundario (Bouli Lanners), mejor promesa actoral (el protagonista, Bastien Bouillon) y mejor sonido. Y ganó premios Lumiere (“Los Globos de Oro francófonos”) a película del año y mejor guion.
A eso hay que sumarle una favorable unanimidad de parte de la crítica que, acertadamente, ha colocado a Moll como el más destacado de los directores de género (policial, principalmente) del cine francés actual.
Es que La noche del crimen recupera, una de las más ricas tradiciones del cine: la del polar, o sea el policial francés, una línea existencialista que ha dado ejemplos magistrales como El samurái de Jean Pierre Melville y una carrera a estrellas hoy poco recordadas como Lino Ventura.
Los personajes del polar, en líneas muy generalistas, tienen una dureza melancólica que es la que atraviesa al capitán Yohan Vivès (Bouillion), un joven agente ascendido al cargo de capitán de la policía judicial de Grenoble. Los Alpes aportan paisaje, cierta intriga y un valor simbólico.
Vivès recibe el cargo con el brutal asesinato de Clara (Lula Cotton-Frapier) una muchacha del lugar, que salió sola de una fiesta en la casa de su mejor amiga, Stéphanie (Pauline Serieys), para ser asaltada por un hombre encapuchado que la prendió fuego. Es un comienzo demoledor y delinea el campo de batalla en el que va a transcurrir la historia.
Es un caso entreverado porque no hay muchas pistas y muchos sospechosos.
Hay caminos que parecen firmes y la película sigue paso a paso toda la investigación. A Vivès lo acompaña Marceau (Lanners) el irritado hombre abandonado que recita a Verlaine y no tolera la agresividad masculina. Es la buddy movie más triste de la historia.
El capitán (un personaje tristón, solitario, inasible en su silenciosa melancolía) se obsesiona pero no llega a nada incluso cuando una jueza de instrucción (Anouk Grinberg) reabre el caso en el último tercio de la película.
Tranquilo, no es un spoiler porque eso está avisado desde el comienzo cuando un cartel y una voz en off explican que “cada año, la policía judicial inicia más de 800 investigaciones por homicidio. Casi el 20% queda sin resolver”. Esta película es sobre uno de esos.
Está basada, de hecho, en un caso real, recopilado por Pauline Guenas en 18.3: Une année à la PJ, un libro de crónica periodística sobre un año acompañando a la Policia Judicial. Sus adaptadores son Moll y Marchand, viejos colaboradores y copartícipes del tono general que tiene la película. Ayudan mucho a eso la fotografía de otro socio, Patrick Ghiringhelli y la música de Olivier Marguerit.
La investigación de un femicidio por policías hombres (“¿no es raro que la mayoría de los agresores sean hombres y se supone que los hombres deben resolver los casos”, dice la única agente mujer en el equipo) va revelando otras violencias contra las mujeres; el equipo de investigadores parece achacarle a Clara la culpa de haber sido asesinada.
“Sabe por qué la mataron”, avisa la doliente amiga Stephanie al capitán Vivès. “Por ser una chica”. Un plano general cierra la escena con un silencio incómodo. Hay una verdad ahí y Vivès, de quien no sabemos nada más que quizás haya una hija a la que no ve, se da cuenta enseguida.
Un diálogo entre el capitán y la jueza revela otras capas y otras imposibilidades: “hay algo mal entre los hombres y las mujeres”, se dicen. La película va sobre eso: “Creo que no encontramos al culpable porque todos los hombres mataron a Clara”, concluye Vivès.
Es lo más cerca que se va a estar de una resolución policial tradicional. Porque esta también es la historia de la desconstrucción de un hombre, ese capitán apático que se atreve a salir al mundo exterior.
La noche del crimen [* * * * * ]
Francia, 2022. Título original: La nuit du 12. Director: Dominik Moll. Guion: Gilles Marchand, Moll. Fotografía: Patrick Ghiringhelli. Música: Olivier Marguerit. Con: Bastien Bouillon, Bouli Lanners, Théo Cholbi, Johann Dionnet, Thibaut Evrard, Camille Rutherford, David Murgia, Lula Cotton-Frapier, Anouk Grinberg. Duración: 144 minutos. Estreno: 27 de julio, en cines.