Redacción El País
Además de los dos festivales que están en desarrollo —el Detour con toda la producción reciente del audiovisual uruguayo y el MONFIC que organiza Movie— hay otros cambios en la cartelera de cine.

El más llamativo es El jockey, la nueva película de Luis Ortega (sí, el hijo de Palito) y la estrella internacional Nahuel Pérez Biscayart, que es argentino, ganó un premio César por 120 BPM y era el patrón en la uruguaya El empleado y el patrón de Manuel Nieto. En el elenco también está Ursula Corberó.

Aquí, Pérez Biscayart interpreta al jockey del título, quien anda en una mala racha, alimentado por una tendencia al exceso a las sustancias controladas y no tanto; la ketamina lo tiene a mal traer. Tiene que ganar sí o sí la próxima carrera, sino la mafia (que es más divertida que verdaderamente amenazante) se encargará de él. Los villanos son el mexicano Daniel Giméneza Cacho y los argentinos Daniel Fanego, Roberto Carnaghi y Osmar Núñez. Por ahí también andan Roly Serrano y Luis Ziembrowski.

Es una comedia disparatada y visualmente muy llamativa. La anterior película de Ortega fue El ángel. El jockey fue la mejor película latinoamericana en el Festival de San Sebastián.

También se estrena el drama social francés Nada que perder, con Virginie Efira y Félix Lefebvre. “La película muestra la desesperación de una madre ante la pérdida de uno de sus hijos”, dice el resumen de Cinemateca Uruguaya, el lugar que la exhibe. “El Estado se lo quita y el espectador es testigo de cómo ella comienza a sumergirse en la depresión”.

Y se estrenan además, un animé (My Hero Academy: Ahora es turno) y un documental chileno sobre la canción “El pueblo unido jamás será vencido" (Himno).