Fede Álvarez está orgulloso de "Alien: Romulus", el gran estreno de 2024 (y todo empezó con trampa en Uruguay)

Iba a los cines de Montevideo con entradas falsas y hoy está inserto en Hollywood. El director uruguayo Fede Álvarez está listo para el estreno mundial de "Alien: Romulus" y de eso, la lección de James Cameron y los fracasos, charló con El País.

Compartir esta noticia

Cuando era adolescente, Fede Álvarez participó de un sorteo en una radio y ganó una entrada para ir al cine. Sobre el talón que le dieron en la emisora aplicó sus conocimientos en Photoshop, toda una rareza en la época, y logró borrar el título que estaba impreso. Entonces reimprimió aquel cartón una y otra y otra vez. Durante mucho tiempo, él y sus amigos vieron películas gratis en las salas de Montevideo.

Cuenta esta anécdota entre risas un lunes de agosto, en el Movie Montevideo Shopping, parado ante una platea que está ansiosa por ver, en exclusiva, algunas escenas de Alien: Romulus, que es la gran entrada del director uruguayo a una de las franquicias más famosas del cine mundial y de la que han sido parte Ridley Scott (que produce Romulus), James Cameron o David Fincher. Lo cuenta para decir esto: que Uruguay es el único lugar donde le significa emocionalmente “algo” presentar un estreno. Que viene de Londres y de recorrer el mundo promocionando este lanzamiento, y que todo pasa como si nada. Que esta es tierra sagrada.

Por eso en Alien: Romulus, que se estrena el jueves a nivel global, el espectador más aguzado podrá descubrir un mate y, como en sus otras películas, un banderín de Peñarol. Por eso, cuando Disney le propuso hacer un lanzamiento para los medios en Buenos Aires, él insistió en que fuera en Montevideo. Porque aquí está todo.

Aunque su primer contacto con una cámara fue durante los años en que su familia vivió en Bélgica, cuando era niño, todo lo importante Fede Álvarez lo hizo en esta tierra: aquí vio películas, aquí empezó a rodar, aquí —con amigos— filmó sus primeras cosas, aquí se dio cuenta de lo que en verdad quería hacer, aquí estudió Comunicación. Aquí filmó videoclips. Fue Montevideo la ciudad que destruyó en “Ataque de pánico”, el cortometraje que se convirtió en un pasaporte directo a Hollywood.

Conferencia Alien Romulus
Fede Álvarez en la presentación de "Alien: Romulus" en Montevideo.
Foto: Ignacio Sánchez/El País

Y aunque todo se ha vuelto más grande, aunque su realidad hoy se ha convertido en algo parecido a la fantasía y entonces habla de reuniones con James Cameron, el hombre detrás de Terminator, Titanic y Avatar como si fueran moneda corriente, hay cosas que no cambian.

Por eso, cuando le pregunto qué es lo más Fede Álvarez que tiene Alien: Romulus, él se ríe y piensa y después dice: “No sé si se acuerdan de ‘Ataque de pánico’, pero yo hice todos los efectos ahí. Me doy maña. Y una cosa que pasa en estas películas es que a veces quedan medio impersonales en lo que tiene que ver con las escenas del espacio, las naves y todo eso, que las hacen las grandes compañías tipo Light & Magic, la compañía de George Lucas de efectos especiales. Y generalmente el director simplemente hace un storyboard y lo manda y ellos después construyen. Y en estas películas, todas las tomas empiezan en mi computadora: yo hago toda la versión de cuál es, cómo se filma, con qué lente, todo. Y después cuando eso está pronto se lo mando a la compañía gigantesca y ahí lo traducen para que se vea de primer nivel. Pero ya cuando yo lo mando está casi todo el trabajo importante hecho, y se siente como si lo hubiera filmado yo. Entonces todo pasa por mi mano. Y me encanta hacerlo”.

ALIEN: ROMULUS
Fede Álvarez en el rodaje de "Alien: Romulus".
Foto: Murray Close

Las claves del proyecto "Alien: Romulus" y la lección de "La chica en la telaraña"

Alien: Romulus es la séptima entrega de la saga Alien, y sitúa su acción entre los hechos de la de Ridley Scott de 1979 y la de Cameron de 1986. Sin embargo, Álvarez se ocupó de que funcione con independencia: los fanáticos de la historia encontrarán referencias y conectarán datos, pero un recién llegado podrá disfrutarlo todo. Su película es una hija de Alien y Aliens, pero no hace falta conocer a los padres para entender en qué anda esta muchacha.

Para el uruguayo, que hizo los primeros lineamientos del proyecto en la casa que tiene en Pan de Azúcar y junto a Rodo Sayagués (ambos firman el guion), hay una necesidad de conquistar que está directamente ligada al corazón: Fede Álvarez quiere que chicos de 14, 15, 16 años vean esta película y se la queden para siempre, sientan un poco de aquella sensación brutal que él sintió cuando era adolescente y el cine lo atravesó.

Conferencia Alien Romulus
Rodo Sayagués y Fede Álvarez, junto a Christian Font, en la presentación de "Alien: Romulus" en el Movie de Montevideo Shopping.
Foto: Ignacio Sánchez/El País

Ese deseo lo impulsó a trabajar a lo vieja escuela. Lejos de los recursos hipermodernos de hoy, Álvarez asumió el desafío de los efectos prácticos y optó por animatronics, marionetas, maquetas, muñecos, en fin: la experiencia real. Porque si un monstruo gigante se le va encima a un actor, la emoción que surja será verdadera. Las pocas escenas que vio El País antes del estreno le dan, con creces, la derecha.

Alien: Romulus sigue a un grupo de colonizadores que hurgan en una estación espacial abandonada cuando se encuentran con las aterradoras criaturas del título. El elenco lo integran Cailee Spaeny, Isabela Merced, David Jonsson, Archie Renaux, Spike Fearn y Aileen Wu; de lo demás, se sabe poco.

Disney ha sido absolutamente hermético. Álvarez es igual. Los indicios que suelta van por otro lado. Cuenta que Sayagués lo salvó de la catástrofe varias veces y que un día vio un muñeco y le dijo que lucía tan “trucho” que parecía marioneta de Víctor (una referencia solo para uruguayos), que Ridley Scott nunca fue al set porque entre directores hay un pacto y no se visitan los rodajes de otro, que el estudio le dio libertad plena.

A El País le cuenta, además, de una charla íntima que tuvo con James Cameron. “Bien al principio yo estaba pensando ‘a quién voy a contratar para hacer esto y lo otro’ y hablando con él sobre quién sería la mejor persona para hacer tales efectos, porque mucho del equipo que él usó en Aliens lo trajimos, y en un momento me dice: ‘Mirá que traés a todos los cracks del mundo, pero tenés que hacer todo vos. Si vos no entendés que tenés que estar involucrado en todo, no va a quedar como las otras’. Porque todas las otras películas son producto de un director que está metido en la cancha con el equipo, haciendo todas las cosas, resolviendo problemas. Y yo en esta película estoy moviendo las marionetas o haciendo temas de efectos especiales o lo que sea. Siempre lo hago así; en mis películas vas a escuchar bandas sonoras donde el piano lo estoy tocando yo”.

Para Álvarez, que conquistó a Hollywood con el terror de Posesión infernal y No respires, el control y la libertad son la base. La única vez que cedió más de la cuenta fue en La chica en la telaraña, su última película, inserta en el universo de la saga Millennium y, dijo el lunes en el evento de prensa, le fue “como el orto”.

“Yo creo que uno aprende más de los fracasos que de los éxitos”, dice al día siguiente a El País. “Y con esa película sentí que no había hecho exactamente lo que quería hacer. Era la primera vez que hacía una película más grande y entendía que, bueno, el productor quiere tal cosa, vamos a dejarlo, yo me quedo contento si logro hacer esto otro, y negociás, y ahora me volví una persona que si no es exactamente lo que yo quiero no lo hago, porque es la mejor manera de encarar estas cosas como director. Tenés que tener una visión clara, perseguirla y no dejar que se desarme en ningún momento, porque lo que más quiero al hacer una película es mirarla y estar superorgulloso”.

En ese orgullo radica el poder de Alien: Romulus. Fede Álvarez la suelta con una fe ciega.

Imagen de la película "Alien: Romulus".
Imagen de la película "Alien: Romulus".
Foto: 20th Century Studios

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

fede alvarez

Te puede interesar