Fue una madre sufrida en El resplandor de Stanley Kubrick, una cantante country con aspiraciones en Nashville de Robert Altman y Olivia, la novia de Popeye, en la adaptación que hizo Altman, para quien también fue una de las Tres mujeres, uno de los grandes clásicos del cine americano de la década de 1970 y que le dio a Shelley Duvall, quien falleció hoy (jueves) a los 75 años, un premio a la mejor actriz en Cannes. Fue, además, el rostro de una edad de oro de las películas.

Duvall tenía 75 años y había estado alejado del cine desde la década de 1990, y en algunas de sus apariciones públicas se había mostrado desaliñada y algo perdida.

“Mi querida, dulce, maravillosa compañera de vida y amiga nos ha dejado. Demasiado sufrimiento en los últimos tiempos, ahora es libre. Vuela lejos, hermosa, Shelley”, escribió en The Hollywood Reporter su marido, el guionista Dan Gillroy. Duvall había estado batallando con la diabetes.

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Sus colaboraciones con Altman, uno de los grandes directores del llamado Nuevo Hollywood, fueron El volar es para los pájaros en 1970, Del mismo barrio (1971), Los delincuentes (1974), Nashville (1975), Buffalo Bill y los indios (1976) y 3 mujeres (1977). Altman la descubrió cuando ella era una estudiante en Houston, Texas.

También fue una periodista musical e inventora del neologismo "transplendente" en Dos extraños amantes de Woody Allen.

Pero su papel más recordado es Wendy Torrance, la esposa y madre aislada en un hotel con un Jack Nicholson como loco en El resplandor de Kubrick. Su escena huyendo de su marido que la perseguía con un hacha es un clásico del cine.