Su pelaje naranja con franjas negras, sus inmensos ojos, su prominente barriga, su cinismo, su gusto por la lasaña y su odio por los lunes convirtieron a Garfield en el gato más conocido del mundo.

Este jueves llega a los cines Garfield: fuera de casa, la primera película animada de un personaje que ya protagonizó series de televisión y dos historias que mezclaban actores reales con animación en la pantalla grande. En ese formato, la voz de Garfield estuvo a cargo de Bill Murray.

Esa tarea ahora queda en manos de Chris Pratt, quien se ha prestado a otras animaciones como las dos entregas de La gran aventura Lego y Unidos de Disney/Pixar. Además, el año pasado fue Mario en Super Mario, la película.

Foto: Difusión.

Garfield: fuera de casa cuenta cómo se conocieron con su amo, Jon, y hay una aventura en el exterior cuando unos perros bien fieros lo alejan de la comodidad del hogar y la heladera llena de comida.

También, de acuerdo al adelanto, aparecerá el padre de Garfield, quien lo abandonó cuando era cachorro, antes de que conociera a Jon. Samuel L. Jackson, Hannah Waddingham, Nicholas Hoult y Ving Rhames completan el reparto.

Dirige Mark Dindal, responsable de la graciosa Las locuras del emperador de Disney.

Garfield apareció por primera vez en una historieta de junio de 1978, y en 2015 ingresó al Libro Guinness de los récords por ser el cómic de mayor circulación. Entre tanto se convirtió en un ícono que sigue apareciendo en tiras diarias: está en más de 2.000 diarios de 80 países del mundo y, en Uruguay, en el semanario Búsqueda. Y para esta película agrega nuevos personajes a su conocido universo que también integran, además del bonachón de Jon, la veterinaria Liz y el (tonto) perro Odie.

Con los años, Garfield también se convirtió en una marca importante, con productos originales que van desde remeras, peluches, gorros y ropa interior a tragamonedas, juegos de video y un parque de diversiones. Se estima que sus productos recaudan más de mil millones de dólares al año. En 2014, la coleccionista Cathy Kothe consiguió un récord Guinness gracias a los 6.190 objetos diferentes de Garfield que recolectó.

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Nada de ese éxito fue accidental, y en parte se debe a que su creador, Jim Davis, logró hacer una tira cómica tan inofensiva que parece imposible resistirse. Sobre todo gracias a ese cínico y gracioso protagonista.

Davis se inspiró en los 25 gatos que vivían en la granja de sus padres, en Indiana, y lo bautizó en honor a su abuelo, James Garfield Davis. También le otorgó su personalidad de cascarrabias.

Davis, quien fue publicista especializado en negocios y arte antes de lanzarse como caricaturista, estudió el mercado mientras desarrollaba la tira cómica, ya que no había tenido mucha suerte con Gnorm Gnat, que publicó entre los años 1973 y 1975.

Lo primero que entendió era que necesitaba un animal como protagonista, siguiendo el ejemplo de Snoopy que era más popular que el humano de la tira: Charlie Brown. En el camino, además, encontró un nicho inexplorado.

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Eso se debe a que los perros eran populares en las tiras de los diarios, pero no había ninguna para los 15 millones de dueños de gatos que había en Estados Unidos. Davis les dio justo lo que querían: un personaje quisquilloso, glotón, independiente y molesto. Un gato.

Siempre hubo “un esfuerzo consciente por crear un personaje bueno y comercializable”, dijo Davis en una entrevista con el Washington Post en 1982, cuando el personaje comenzaba a sumar nuevos destinos en el mundo y más lectores entusiastas.

Ese año el diario Chicago Sun-Times decidió dejar de publicar Garfield. Tuvieron que echarse para atrás luego de recibir más de 1.600 cartas de lectores indignados.

Y de a poco, Davis fue puliendo el personaje, modificando su aspecto y desarrollando una serie de chistes recurrentes que se convirtieron en su identidad: es malhumorado, odia los lunes y le encantan la lasaña, mirar televisión y también molestar a Odie.

El jueves, todo eso llega a la pantalla grande con la nueva aventura animada de este glotón felino que de intrépido y aventurero no tiene nada, pero de irónico y gracioso, mucho.