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La nueva película de Lin-Manuel Miranda cuenta la historia de un compositor de obras de Broadway y tiene a Andrew Garfield en un papel muy elogiado
La adaptación cinematográfica de Lin-Manuel Miranda de Tick, Tick ... Boom! es la versión musical del musical del creador de Rent, Jonathan Larson, sobre cómo escribir un musical.
Rent es una suerte de ópera rock sobre un grupo de muchachos artistas que viven en el bajo Manhattan durante la irrupción del Sida a fines de la década de 1980. Desde que se estrenó en 1996 ha tenido una larga permanencia en Broadway y versiones itinerantes o puestas en todo el mundo.
Tick, Tick ... Boom!, que ayer se estrenó en Netflix, retrata a Larson (Andrew Garfield, a quien ya se menciona como candidato al Oscar) y sus esfuerzos por encontrar el éxito antes de los 30. Se lo ve luchar por escribir Superbia, un musical retro-futurista, mientras contempla volcarse a una carrera más convencional.
Miranda es uno de los grandes nombres del entretenimiento estadounidense principalmente a partir de Hamilton, el musical de Broadway que le dio un premio Pulitzer. En HBO Max se puede ver In the Heights, un musical sobre sus raíces latinas.
Pero más allá de eso, para entender un poco más Tick, Tick ... Boom! y ayudar, a un público tan alejado de Broadway como el nuestro, a comprender el nuevo éxito de Netflix, vaya acá una pequeña guia.
¿Quién era Jonathan Larson?
El compositor y dramaturgo es mejor conocido como el creador de Rent, el musical basado libremente en la ópera de Puccini de 1896, La Bohème.
Pero Larson nunca llegó a ver el gran éxito de su ópera rock, que ganó cuatro premios Tony. Murió inesperadamente a los 35 años en 1996 de un aneurisma aórtico, la mañana antes del estreno off-Broadway de Rent y unos meses antes de su debut en Broadway.
Pero Rent no fue su primer musical y, en muchos sentidos, fue moldeado por un espectáculo autobiográfico que estaba escribiendo al mismo tiempo, sobre sus luchas para componer Superbia.
¿Qué era “Superbia”?
Ningún dramaturgo prometedor en Nueva York vive en la opulencia pero la vida de Larson fue particularmente dura. Vivía y trabajaba en un quinto piso sin ascensor en el bajo Manhattan, sin calefacción y con una bañera en la cocina que compartía con dos compañeros de cuarto y un par de gatos. Escribía durante ocho horas en los días libres de su trabajo de fin de semana sirviendo mesas en el Moondance Diner en SoHo.
El musical en el que estaba trabajando era Superbia (basado en la novela distópica de George Orwell, 1984, a pesar de que le habían negado los derechos). Ganó becas y premios para seguir escribiendo, entre ellas la Beca de Desarrollo Richard Rodgers, presidida por Stephen Sondheim, que pagó por un taller de producción en Playwrights Horizons en 1988.
Pero el esfuerzo no fue igual al éxito. Aunque la música y la letra obtuvieron grandes elogios de gente del teatro del centro, el espectáculo se consideró demasiado grande y demasiado negativo, y ningún productor estaba listo para asumirlo.
Entonces, Larson decidió hacer un monólogo.
¿Dónde entra “Tick, Tick ... Boom!”?
Sin desalentarse por el fracaso de Superbia, Larson comenzó a trabajar en Rent, así como en otra idea: un “monólogo de rock” autobiográfico que narraba sus luchas al escribir Superbia. Inicialmente titulado 30/90, porque cumplía 30 años en 1990, y luego Boho Days, el monólogo que luego se convertiría en Tick, Tick ... Boom! fue puesta en escena por primera vez, protagonizada por Larson, en un taller de 1990 en el Second Stage Theatre. El espectáculo, en parte monólogo y en parte recital de rock, cautivó a un joven productor llamado Jeffrey Seller, quien se convirtió en patrocinador de Larson y luego persuadió a sus colegas para que llevaran Rent a Broadway.
Pero Boho Days fue complicado: Larson tenía que meterse en largos monólogos, a menudo interpretando a varios personajes; cantar números musicales que representan múltiples puntos de vista y, simultáneamente, acompañarse al piano y dirigir su banda a través de una partitura que era una combinación de pop, rock y pastiche de Sondheim.
Fue descrito como un “solo intenso y enojado” en el que un hombre “se despierta en su cumpleaños 30, toma un poco de comida chatarra y se queja durante 45 minutos sobre sus ambiciones frustradas, cumpliendo 30 años en los débiles años 90”.
Después del taller, Larson continuó revisando la pieza, incluso cambiando el título a Tick, Tick ... Boom! -una referencia al reloj que sentía que seguía corriendo en su vida y carrera- y lo presentó en el New York Theatre Workshop en 1992 y 1993. Todavía era un work in progress cuando murió en 1996, y dejó atrás al menos cinco versiones del guión y una gran cantidad de listas de canciones.
¿Cómo se volvió un musical de tres personas?
Después de la muerte de Larson en 1996, el dramaturgo David Auburn la convirtió en un musical de cámara para tres intérpretes que alivió la carga del actor que interpreta a Jon. Ahora, dos actores adicionales interpretaron a Michael, el mejor amigo del publicista de Larson, y Susan, su novia bailarina, además de interpretar una variedad de papeles secundarios. Las canciones se reorganizaron para tres voces, aunque la música y la letra siguien siendo de Larson.
La versión revisada Tick, Tick ... Boom! se estrenó off Broadway en 2001 en el Jane Street Theatre, y luego tuvo una producción del West End, una producción off del West End, dos revivals fuera de Broadway, en 2014 y 2016, y una gira nacional estadounidense.
¿Cómo adapta la película todo esto?
Veinte años después de ver en el off Broadway Tick, Tick ... Boom! cuando era un estudiante de teatro de 21 años que luchaba por escribir In the Heights, Miranda dirige ahora la adaptación cinematográfica, que sigue a un joven compositor llamado Jon en los ocho caóticos días previos a un taller de producción de Superbia. El monólogo de rock de Larson se ha ampliado, esta vez a un elenco de más de una docena de personajes (Bradley Whitford es Stephen Sondheim).
Miranda ha dicho que el espectáculo es una combinación del monólogo de rock de Larson, la versión off Broadway de 2001 y una exploración cinematográfica del proceso mental de Larson. Usó los archivos de la Biblioteca del Congreso para crear la banda sonora de la película utilizando íntegramente la música de Larson, ambas de Tick, Tick ... Boom! y la amplia obra del compositor.
“Era como si estuviéramos armando un musical original con las canciones de Jonathan Larson”, dijo Miranda a Entertainment Weekly, explicando el proceso de encontrar la mejor manera de “desbloquear” las canciones y las historias.
Miranda, que había tenido éxito con In the Heights pero que aún no había debutado con su gran éxito Hamilton, interpretó a Jon en un reestreno de 2014 en el New York City Center.