ENTREVISTA
El actor británico habla sobre cómo se involucró con el proyecto de "Sonic 2", que está en cines en Uruguay, y de otros aspectos de su historia
Cuando Idris Elba asume un nuevo papel, ya sea ficticio como Stringer Bell en la serie The Wire o histórico como Nelson Mandela en Mandela: Long Walk to Freedom, tiene cierto grado de realidad en el que basa su actuación. No es el caso de su último personaje, un hosco equidna rojo y animado llamado Knuckles. “Nunca he conocido a ningún tipo bajito, esponjoso y con grandes puños”, dice Elba.
Para una generación, Knuckles es más conocido como el rival de Sonic the Hedgehog, la estrella de alta velocidad de la franquicia Sega.
La exitosa película de 2020, con Ben Schwartz interpretando a Sonic y con Jim Carrey como su némesis humana, el Dr. Robotnik, tradujo con éxito la serie de videojuegos en una franquicia cinematográfica que combinaba acción en vivo con animación. La secuela, Sonic 2, que acaba de llegar a cines locales, agrega más rostros familiares de los juegos, incluido Knuckles, un luchador poderoso con proporciones físicas poco probables y un rencor particular contra el héroe.
Elba le da la voz en su versión original; en Uruguay solamente llega con doblaje latino.
En la ronda de promoción por esta nueva película, Idris Elba sorprendió, en charla con el programa The Jess Cagle Show, al contar que cuando llegó a Estados Unidos con sus sueños actorales a cuestas, hasta vendió marihuana.
“Hay cosas de las que no me siento muy orgulloso. Llegué a vender marihuana, aunque por poco tiempo, solo para salir adelante”, dijo. “Fui brevemente DJ. También portero en un club de comedia, lo cual resultó fascinante porque conocí a varios comediantes. David Chappelle seguro se acuerda de mí porque solía comprarme marihuana”.
Hoy es una estrella de extenso currículum cinematográfico, que incluye acción (Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw, Thor, El Escuadrón Suicida), animación (Zootopia), un musical de Andrew Lloyd Webber (Cats) y el rumor de que podría convertirse en James Bond. Y dijo que llegar a ser Knuckles fue “alucinante”. Es en parte porque con 49 años es un fanático de los videojuegos, y en parte porque es padre de un niño de 7 años, y estaba ansioso por hacer películas que pudieran compartir. De eso, esta nota.
—¿Eras jugador antes de hacer esta película?
—Cien por ciento. Literalmente tengo la Switch en mi bolso. Cuando comencé, tenía una Commodore 64 (una computadora personal de los años 80). Eso es lo lejos que se remonta para mí. Y luego, cuando pude pagar uno, tuve un Sega Genesis. Y prácticamente he tenido todas las consolas desde entonces. Ahora soy un adulto, pero todavía juego FIFA y juegos de conducción.
—¿Cómo surgió para ti el papel de Knuckles?
—He hecho voces en animación y me gusta hacer cosas para un público más joven. Pero cuando mi agente llamó con esto, ni siquiera pudo terminar su oración. Yo estaba como: “Sí, absolutamente”.
—Recientemente hiciste el western Más dura será la caída. ¿Estaba un villano como Rufus Buck todavía en tu cabeza cuando descubrías a Knuckles?
—No Rufus, pero con mi personaje en el mundo de Marvel, en las películas de Thor, Heimdall, hay una sensación de simetría entre esas dos voces. Mira, tengo una voz profunda y podría usar mi voz tal y como es. No quería conscientemente sonar demasiado como Heimdall. Pero probablemente, sí, suenen exactamente igual (se ríe).
—Parece que tenías una idea específica de dónde venía Knuckles y cómo querías que sonara. ¿Cómo lo explicas?
—Lo primero que observamos fue que viene de un mundo antiguo; es un guerrero de su tribu, y el inglés no es su primer idioma. No tiene un sentido del humor de la misma manera que lo tiene Sonic. Es muy seco y práctico, y usa el inglés solo para transmitir su punto de vista y seguir adelante. No tiene tiempo para sutilezas. Usamos eso para desarrollar cómo suena.
—¿Te has encontrado, en la vida real, con personas que tal vez necesitan más ayuda en situaciones personales o no comprenden el sarcasmo?
—Trabajo en una industria en la que se pasan muchas instrucciones de izquierda a derecha (haz esto, haz aquello) y, a menudo, las personas eficientes son las que dicen: “Oye, simplemente hagamos esto”. Mis padres son de África occidental; se mudaron de Sierra Leona a Londres a principios de los años 70. Entonces, cuando el inglés no es tu primer idioma y la cultura es diferente, el sentido del humor inglés pasa por alto la cabeza de muchas personas. He sido testigo de eso.
—Al crecer en Londres, ¿la cultura y las costumbres del lugar fueron más orgánicas para ti que para tus padres?
—Nací allí, así que no me di cuenta hasta que tuve la edad suficiente para entender que la cultura inglesa no era la de ellos. Mi mamá decía: “En mi hogar en África hacemos cosas como esta”. Y nunca me atrevería a decirlo, pero solía pensar: “No estamos en África, estamos en Inglaterra”. Ese fue el comienzo de mi comprensión del choque cultural. Pero he estado en África varias veces, y recuerdo ir a Sierra Leona y reconocer todo este material cultural que había visto toda mi vida, pero que no sabía de dónde venía. Y ahí estaba, en el origen de mis padres. Fue fascinante.
—Paramount ha sido sincero en cuanto a que les gustaría hacer aún más con Knuckles, incluida otra película de Sonic y una serie de televisión. Hay otra franquicia en la que a la gente le encantaría verte participar y de la que todos estamos expectantes. ¿Sigue siendo una posibilidad?
—(Silencio)
—Sabes a cuál me refiero? ¿El espía con el arma?
—No estoy seguro de lo que estás hablando.
—¿Es seguro decir que no daremos ninguna noticia de James Bond en esta conversación sobre Sonic?
—Nooooooo. No. Lamento decepcionarte.
—Dejando eso de lado, ¿te sorprendería si, dentro de muchos años, los papeles por los que sos más conocido son, por ejemplo, Stringer Bell, Mandela y Knuckles?
—Creo que para cualquier actor, el sueño es poder interpretar diferentes papeles y no ser encasillado, y siento que he tenido suerte con eso. Pero es interesante. Yo estaba en un programa de radio, y dijeron: (imita a un locutor de radio) “Ha interpretado a Luther. Ha hecho Beasts of No Nation. Y ahora: es Knuckles”. Es como, eh, tal vez podrías decir que interpretó a una foca en Buscando a Dory y a un búfalo en Zootopia. “¡Ha interpretado a un gato! Y ahora es Knuckles”. Esa alineación parece un poco más adecuada. Pasar de Mandela a Knuckles es un poco complicado.