Hal 900, la máquina que hace un par de maldades en 2001: Odisea del espacio, es un matón de barrio comparado con Entidad, la megainteligencia que hace de villano en Misión Imposible: Sentencia Mortal Parte 1. El largo título es un eufemismo de “la última película de Tom Cruise”.
Entidad es un cerebro artificial que conoce todos nuestros datos, nuestros movimientos, nuestros gustos, nuestras debilidades y nuestras contraseñas bancarias, y hasta nos identifica en el medio de un tribuna locataria. Es verdaderamente aterradora.
Y aparentemente no tiene sentimientos y se maneja con una frialdad algorítmica que andá a ganarle a algo así.
En ese sentido, la última de Tom Cruise funciona —como aquella película de Stanley Kubrick— como una advertencia sobre esa tendencia tan humana de tercerizar en máquinas, decisiones que deberíamos estar tomando nosotros.
Pero lo que en 2001: Odisea del espacio es reflexión nietzchiana, en Misión Imposible: Sentencia Mortal Parte 1 es pura adrenalina y acción.
Ayudada por la coyuntura, con el debate científico y moral sobre la Inteligencia Artificial recién empezando y la idea de que vamos a perder por goleada, Sentencia Mortal se permite un posible rumbo: mandar a Ethan Hunt a terminar de una vez y para siempre con el problema.
Hunt, por las dudas, es un agente del FMI, que viene de Fuerza de Misión Imposible, una sigla que coincide con otra clase de institución y permite un chiste en esta Sentencia mortal. Cruise lo viene interpretando desde 1996 sin perder un gramo de masa muscular, ni sumar arrugas, y con una intrepidez y una energía inalterable.
Misión Imposible tiene su origen en una serie de televisión de la década de 1960 de la que solo se conserva la premisa, eso de “su misión, si es que decide aceptarla”, y la grabación que se autodestruye en cinco segundos. Públicos más veteranos van a entender las referencias.
Este Hunt viene corriendo para salvar el mundo hace siete películas, o seis y media en realidad, porque Sentencia mortal es recién la primera parte de la séptima entrega. Se cerraría en 2024 si las huelgas que amenazan a Hollywood se lo permiten.
En todo ese tiempo, Hunt y su grupete venían persiguiendo a villanos mesiánicos y millonarios pero que terminaban a merced de debilidades y mezquindades humanas. Al final siempre flaqueaban y el orden global volvía a reestablecerse por otro rato.
Entidad no tiene ese problema y eso lo deja clarito en el prólogo de Sentencia mortal cuando hace autohundirse al Sebastopol, el submarino nuclear que ruso que la albergaría en su panza. Se la sabe un enemigo un tanto más complicado que aquellos caricaturizados villanos que hoy se ven tan de cabotaje.
El único que puede hacer algo contra eso es Hunt, quien debe encontrar un par de llaves que quizás le permitan apagar tan odiosa máquina. Sin embargo, Entidad, esa HAL 9000 con ambiciones de dominio global que todo lo ve, que todo lo sabe, todo lo predice, parecería estar llevando a Hunt a un encuentro final del que acá recién estamos a mitad de camino.
En esta misión que Hunt, claro, decide aceptar (porque lo une un juramento casi hipocrático con su organización), lo acompañan viejos amigos como Luther Stickell (Ving Rhames), el más improbable de los hackers que está desde la primera, la que dirigió Brian De Palma. De aquella reaparece Kittridge (Henry Czerny), desde siempre el jefe menos confiable del mundo.
Se repiten compinches más o menos recientes como Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), la traficante internacional Viuda Blanca (Vanessa Kirby, quien ingresó a la troupe en la anterior, Repercusión) y Benji, el alivio cómico que Simon Pegg encara con dignidad.
Esta vez se les agrega Grace (Hailey Atwell, que hace de la agente Carter de Marvel), una descuidista de alta gama que se involucra, sin querer queriendo, en esa trama de geopolítica cibernética aunque sin olvidarse de su agenda propia.
Entidad, de paso, está representada corpóreamente por un terrible sicario de nombre angelical (Gabriel, interpretado por Esai Morales) que es un recién llegado a la franquicia pero parece tener una vieja deuda con Hunt. Es, en todo caso, una pieza más en un plan insondable de Entidad. Todos parecen ser peones de su perverso ajedrez.
Su poder es tan grande que las agencias vuelven a las máquinas de escribir. Una medida así no parece tan extrema ante un mundo tan conectado y a la vez vulnerable y acá es un satírico apunte editorial
Esa clase de cosas son las que hacen de Hunt un héroe clásico iniciando su travesía esencial y circular. Eso lo llevará a paisajes de Roma, viajes en el Expreso de Oriente, el desierto de Abu Dabi, entre otros destinos de alta gama, algunos de los cuales sirven apenas de campo batalla mostrados en toda su espectacularidad.
El paisaje, por ejemplo, en el promocionado salto al vacío en moto (que en la película está cerca del final) tiene una imponencia noruega que le aporta todo a una de las escenas clásicas de la franquicia. Es Tom Cruise mandándose una de sus piruetas en el lugar más lindo del mundo.
De esas hay un montón, además, mojones en ese camino que Hunt básicamente atraviesa corriendo, en el estilo clásico de Cruise que se verá raro pero parece rapídisimo.
Todo está contado a la misma velocidad por Christopher McQuarrie (quien firma el guion con Erick Jendresen, en su primera producción así de importante) y compinche de Cruise de sus últimas aventuras. Les ha aportado nervio y riesgo.
Las escenas de persecución (todo un subgénero en sí mismo) están filmadas con rigor e inventiva que conoce la fórmula y la rejuvenece. Hay una carrera en Fitito por Roma que roza el nivel de la de París en moto y sin casco en Repercusión, hasta ahora la mejor de la saga. Hay una tormenta de arena, y una para de carreras en moto.
Sentencia mortal parte 1 no pretende ser otra que entretenimiento de última generación al servicio de la estrella más importante y comprometida de la historia. Por eso, es una sucesión de peleas, saltos, gomas chirriando, disparos, planes imposibles, caretas imposibles, personajes imposibles y un villano demasiado posible. Puro cine de acción. Y así es cómo se hace.
Misión imposible: Sentencia mortal Parte 1 [ * * * *]
Estados Unidos, 2023. Título original: Mission: Impossible - Dead Reckoning Part One. Director: Christopher McQuarrie. Guion: Christopher McQuarrie y Erik Jendresen, basado en la serie de Bruce Geller. Fotografía: Fraser Taggart. Editor: Eddie Hamilton. Música: Lorne Balfe. Con: Tom Cruise, Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Vanessa Kirby, Esai Morales, Pom Klementieff, Henry Czerny, Shea Whigham. Duración: 163 minutos. Estreno: 13 de julio, en cines.