Aniversario
El fundador de la nouvelle vague revolucionó el cine y no para de trabajar; es uno de los cineastas en actividad más ancianos del mundo
![Jean-Luc Godard, leyenda del cine de culto.](https://el-pais.brightspotcdn.com/uploads/2017/09/11/59b5ffd0a7b9a.jpeg)
Jean-Luc Godard inscribió su nombre en la historia de la cinematografía francesa y mundial cuando en 1960 estrenó Sin aliento, pero seis décadas después de ese hito de la Nouvelle Vague el cineasta, que hoy cumple 90 años, no roza todavía la jubilación: está preparando dos películas, para una de las cuales ya ha empezado a grabar algunas imágenes.
Cuando hizo Sin aliento tenía solo 29 años. Era crítico de cine en la todavía emblemática Cahiers du Cinéma, donde la virulencia de sus artículos y de los que firmaban compañeros prometedores como Éric Rohmer, François Truffaut o Claude Chabrol les hizo ser conocidos como los "jóvenes turcos".
Se alzaron contra lo que Truffaut llamaba el "cine de papá" y cuando ese grupo decidió ponerse detrás de las cámaras rompieron las convenciones existentes e instauraron esa nueva ola, una revolución técnica y artística.
Su primera incursión como director fue con un documental sobre los trabajadores de la construcción, Opération Béton (1953). Su estreno con ese género no sería casual: cinco años después rodó Sin aliento como si fuera un reportaje de actualidad, según destaca el crítico Jean-Philippe Tessé.
Le seguirían otras obras trascendentes como El desprecio (1963), con Brigitte Bardot, o Pierrot, el loco (1965), con su entonces pareja, Anna Karina, y con Jean-Paul Belmondo.
De todos los cineastas de la nouvelle vague, Godard se mantiene como la figura más estudiada y respetada. En total ha rodado un centenar de películas, que le valieron en el festival de Cannes el premio del jurado en 2014 por Adiós al lenguaje y la Palma de Oro especial en 2018 por El libro de las imágenes, un colage de textos, imágenes y sonidos en el que hizo un particularísimo análisis de la actualidad, es su última película hasta el momento. La última de una trayectoria que evolucionó a la par que su autor, con fases que van de lo revolucionario, lo político o lo convencional a lo experimental.
“Soy un fabricante de películas", afirmó Godard en 2018 y avanzó que su futuro como cineasta no estaba solamente en sus manos: “Depende de mis piernas, un poco de las manos y de mis ojos”.