El cargo es de esos que suenan importantes y probablemente lo sean: presidenta de Producción Física y Postproducción, Efectos Visuales y Producción de Animación de, nada menos que Marvel, probablemente la marca más rentable del cine actual y propiedad de Disney. Ahora, sin embargo, la argentina Victoria Alonso va a tener que agregar un “ex” antes de esa línea de su curriculum, despedida la semana pasa tras 19 años a la orden de la empresa.

Alonso, la sudamericana que ha llegado más alto en el escalafón de Hollywood, ha sido la responsable de exitos tan grandes como la saga de Spider Man pero también recientes puntos bajos de Marvel, como la criticadaAnt-Man: Quantumania. El mal desempeño económico y las críticas a su departemento por esa aventura podría haber apurado la decisión de echar a Alonso.

Había ingresado a la multinacional por primera vez en 2006 como jefa de efectos visuales y posproducción, y desde ese puesto coprodujo Iron Man de 2008 y por lo tanto inauguró el Universo Cinematográfico de Marvel. Coprodujo Thor y Capitán América: El primer vengador y fue productora ejecutiva de toda la saga de Avengers.

Alonso fue ascendida al cargo que ahora deja en 2021 y su nomre detrás de películas de Marvel y series de televisión de Disney+.

Una de las principales críticas que ha recibido su pasaje por el puesto, ha sido una caída de la calidad de los productos Marvel. Eso puede deberse a la sobrexigencia de tener productos nuevos, originales que pasó de atender dos películas al año a 17 títulos entre 2021 y 2022: siete películas, ocho series de streaming y dos especiales de televisión.

Reportaba directamente a Kevin Feige, el dueño del circo, quien se mantuvo al margen de las discusiones para despedir a Alonso.

El argumento del departamento de Recursos Humanos ha sido incumplimiento de contrato a dedicarse a promocionar Argentina 1985, que es de otro estudio.

En la temporada de premios, y para el Oscar en particular, a Alonso se la vio más entusiasmada acompañando a la película que Black Panther: Wakanda Forever que es de Marvel y en la que figura como productora ejecutiva. Se le hicieron, dicen, todo tipo de advertencias sobre ese conflicto de intereses. La defensa de Alonso ha repetido que Disney estaba advertida de ese involucramiento en un proyecto ajeno de una de sus más altas ejecutivas. Desde allí se dijo que Alonso fue “silenciada” y que el argumento de Argentina 1985 es “ridículo”.

No es la primera vez que la argentina tiene un conflicto con la patronal.

Alonso, quien es gay, se ha pronunciado repetidamente sobre cuestiones de derechos humanos y diversidad. En abril del año pasado, al aceptar un premio de Glaad (la organización que reconoce las representaciones en los medios justas, equitativas, exactas e inclusivas de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero) se refirió a una larga conversación que tuvo con Bob Chapek, el CEO de Disney sobre la respuesta de la compañía a una ley anti-LGBT en el estado de Florida.

“La idea de que Victoria fue despedida por unas entrevistas de prensa relacionadas con un proyecto personal sobre los derechos humanos y la democracia que fue nominado para un Oscar y para el que obtuvo la bendición de Disney para trabajar es absolutamente ridículo”, dice a Variety Patty Glaser, una de las abogadas más renombradas de Los Angeles y que defiende a la argentina. “Victoria, una latina gay que tuvo el coraje de criticar a Disney, fue silenciada. Luego fue despedida cuando se negó a hacer algo que creía reprobable. Disney y Marvel tomaron una decisión realmente mala que tendrá graves consecuencias. Hay mucho más en esta historia y Victoria lo contará en breve, en algún foro”.

Alonso, quien tiene 57 años alcanzó el punto más alto de una carrera notable dentro de la industria de Hollywood, lugar al que arribó cuando tenía apenas 19 con la idea de estudiar psicología y teatro, y ser actriz. En un momento de esa búsqueda, como recordó en una entrevista con La Nación en 2021, llegó a tener tres trabajos simultáneos, ninguno de ellos conectado de manera directa con la materia de sus anhelos: por la mañana en Alaska Airlines, por la tarde como pasante en los estudios Paramount, y por la noche como camarera en un restaurante. Trabajó con DreamWorks, Fox y Sony antes de llegar a Marvel.