La película argentina hecha por padre e hijo que se filmó en Uruguay y está llena de famosos locales

Se estrena en cines "Oliva", la película protagonizada por Juan Leyrado, dirigida por su hijo Luciano, y filmada en locaciones nacionales. Los Leyrado conversaron con El País.

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Juan y Luciano Leyrado junto con Andrea Frigerio

Oliva es una película peculiar. Es una adaptación de una obra teatral que (co)escribió el protagonista, uno de los grandes actores argentinos. Esta vez lo dirige su hijo y es una comedia que se le escabulle al costumbrismo clásico del cine argentino.

Eso que parece un acertijo refiere a la nueva película protagonizada por Juan Leyrado a partir de la obra de teatro, Extravirgen que firmó junto a Lisandro Fiks. El director es Luciano Leyrado, quien tiene trayectoria en publicidad y videos musicales y que está consolidando una carrera como director, guionista y productor. Su socio, que aquí figura como coguionista es Agustín Rolandelli.

Oliva, que se estrena hoy en cines, sigue a los Del Vecchio, dueños de un olivar hermoso. Pero desde la muerte de su esposa, Pascual, el patriarca que interpreta Leyrado, se cree un capo mafioso, una dolencia que le hubiera encantado a Oliver Sacks.

Por razones que no se explican demasiado, la familia y un círculo cercano de empleados, le siguen la cabeza, una solución infantil que no parece avalada por ninguna evidencia científica pero sobre la que se apoya toda la comedia.

La anécdota se concentra en un fin de semana en la finca con una lista de personajes que aportan mucho al disparate general. En el elenco hay muchos uruguayos con Humberto de Vargas en un papel más desarrollado que Gustafo Bananita González con apariciones menores que aportan al disparate.

El tono es de comedia desenfrenada (con Leyrado transformado en el Marlon Brando de El Padrino) con influencias que el director busca por el lado de la comedia americana de los 80 aunque su padre cita a la commedia alla italiana, lo que verdaderamente aplica.

Oliva fue filmado íntegramente en Uruguay con escenario aportado por el casco de La Baguala en la que la vista del río fue sustituida, CGI mediante, por un imponente olivar.

La música juguetona es de Gabriel Casacuberta, la fotografía de Federico Polleri, el sonido de Fabian Oliver y la dirección de arte de Lucía Rodríguez. Todo talento nacional.

Sobre el rodaje local, cómo es trabajar en familia y si se puede jugar haciendo cine, los Leyrado charlaron con El País.

-¿Por dónde apareció la idea de escribir la obra de teatro?

Juan Leyrado: Por mi pasión por el aceite de oliva. Nos pusimos a trabajar con Lisandro Ficks y ahí encontramos a este hombre, Pascual, que tiene sus problemas y está algo averiado.

-¿Y cuándo usted lo vio como película?

Luciano Leyrado: Cuando la estrenan en Mar del Plata, venía con ganas de hacer como ejercicio una adaptación de una obra a guion. Me encantó la premisa y me ofrecía un universo para jugar mucho con el lenguaje cinematográfico.

-¿Pros y contras de padre e hijo trabajando juntos?

Juan: Todo a favor, nada en contra. Luciano conoce mucho a los actores. Su historia tiene que ver con el mundo del teatro acompañarnos después de la función, hacerle una cama con dos sillas y quedarse dormido escuchándonos. Sabe de la necesidad de los actores y de cómo encaran el trabajo. Da una seguridad que le permite abrirse a la sugerencia de los otros. Eso ayuda a muchísimo. Y todo lo que aporta al buen clima en el set, lo que no siempre ocurre.

-La película se ve como que todos se están divirtiendo. ¿Fue así el rodaje?

Luciano: Sí. Oliva es un juego.

-¿Y en ese sentido cómo encaró a Pascual?

Juan: Me encantó que es el personaje el que actúa, no yo. Mi trabajo es hacer que ese personaje actúe. Me preguntaba si estaba bien actuado hasta que me di cuenta que el que actuaba era el personaje, no Leyrado.

-Aunque es una comedia, no se parece mucho a otros comedias argentinas...

Luciano: No se parece a la comedia rioplatense: no tiene costumbrismo, no es de género...

-Eso. ¿De dónde viene ese tono?

Luciano: De películas donde la mafia y el humor se llevan muy bien: Un novato en la mafia, Analízame. Son comedias de enredos....

Juan: Hay un color italiano...

Luciano: Sí, también. Hay situaciones de comedia italiana y hay también humor físico. Para mi era muy importante que no fuera costumbrista, quería que fuera una comedia de reacción. Y vengo de mucho cine de los 70, los 80 y los 90.

Juan: Es una película de las que vas al cine y no te obligan a trabajar, a interpretarla. Tiene colores, una cosa bastante tana, abierta y para disfrutar.

Luciano: Igual tiene para pensar . Yo cuento algo con la película que es mi necesidad. No es una comedia liviana porque plantea cómo es uno y cómo actúamos con los otros.

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