ESTRENO

Por si una cachetada le corrió el foco de todo lo demás, conviene comenzar esta nota con el recordatorio de que en los premios Oscar 2022 pasaron muchas cosas más allá del cruce entre Will Smith y Chris Rock. Es, a 20 días del asunto, el único tema que se sigue comentando, pero la gala de la Academia tenía como objetivo premiar a lo mejor y a los mejores del cine.

Y lo hizo. Una de esas premiadas fue Jessica Chastain, que recibió su primer galardón a mejor actriz por su trabajo en Los ojos de Tammy Faye, y que ahora se ubica en el centro de la nueva película de acción que Amazon Prime Video estrenó ayer en su servicio. Es Agentes 355 y está repleta de corridas, tiros y estrellas como para animar una tardecita de fin de semana.

Con la intérprete, que figura como productora y que fue la ideóloga del proyecto —un film con el espíritu tradicional de las grandes sagas de agentes, pero con mujeres—, lideran el elenco otras dos ganadoras del Oscar. Están Penélope Cruz, mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona (y que este año compartió categoría con Chastain por Madres paralelas) y Lupita Nyong’o, que obtuvo ese mismo galardón pero por 12 años de esclavitud.

El cuadro principal lo completa Diane Kruger, y a la mitad del film entra en juego la china Fan Bingbing, con la que se consolida un quinteto letal para una película que tiene todo para entrar en lo más visto de la plataforma.

Ese “todo” incluye al mencionado equipo de superstrellas, que contempla una diversidad muy a tiro con lo que se pretende del Hollywood de hoy. E incluye también una historia de acción y de espías, porque el género que históricamente le perteneció a los hombres apuesta cada vez más a aventuras femeninas.

El combo agrega otros rostros conocidos (Sebastian Stan, Edgar Ramírez) y un director, Simon Kinberg, que viene del universo X-Men y de escribir y producir varios títulos interesantes del género.

En otras palabras: para la fórmula efectiva, todos los ingredientes parecen estar. Aunque con fórmulas no se ganan todos los partidos.

Krinberg ya había tenido una recepción tibia tirando a fría de la mano de X-Men: Dark Phoenix, su debut como director. Las cosas con Agentes 355 no han ido mucho mejor a nivel internacional, pero en el streaming ya se sabe que éxito de audiencia poco tiene que ver con aprobación profesional.

Con esa conciencia, Agentes 355 llega a Uruguay con un atractivo que está a la vista y el mérito de ser un trabajo correcto para su campo de movimiento. Predecible, convencional, pero correcto al fin.

La película, que para todo lo femenino de su premisa y sus ambiciones, empieza pura y exclusivamente con escenas masculinas, sigue a un grupo de espías que deberá impedir que empiece una suerte de Guerra Mundial.

El equipo está integrado por Chastain como la temperamental agente de la CIA Mace Brown; Penélope Cruz como Graciela Rivera, una psicóloga que trabaja para la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia; Kruger como una agente alemana de temer, la solitaria Marie Schmidt; y Lupita Nyong’o como Dij, una mujer retirada del MI6 o Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido.

El disparador de las dos horas de metraje será una escena que no se esfuerza por evitar el lugar común. En suelo colombiano, hay un intercambio en plan narcotráfico aunque la droga ahora es tecnología de avanzada: un dispositivo del tamaño de un celular y con el que prácticamente se puede controlar al mundo. Y eso nunca es prometedor.

La transacción saldrá mal y ese aparato quedará en las manos equivocadas. En el camino a recuperarlo, las chicas se unirán y se moverán entre espectaculares locaciones (de París a Marruecos), estrategias, persecuciones, largas conversaciones teñidas de cuestiones morales, eventos de lujo y atuendos de gala, y momentos emocionales vinculados a sus amores, su familia y sus afectos.

La presencia de James Bond, una inspiración desde la hora cero, está en los diálogos y en el aire, pero Agentes 355 está bastante lejos de convertirse en una referencia para el género. Su mayor diferencial es la construcción de un discurso feminista, que termina de ensalzarse hacia el final y que le da el remate justo, y también predecible, para esta historia que quiere mucho y apuesta por eso, aunque al final solo cumpla con entretener.