La esperanza es lo último que se pierde, dicen, y eso va a ser lo que van a vivir los uruguayos con respecto a las posibilidades de La sociedad de la nieve en sus dos nominaciones de los Oscar de mañana.

La película de J. A. Bayona sobre la llamada tragedia de los Andes tiene competidores de los difíciles de batir: en película internacional todo indicaría que va a ganar Zona de interés, la británica hablada en alemán que tiene otras cuatro nominaciones incluyendo la de mejor película; en maquillaje, la favorita es Maestro que le podría dar su tercer Oscar al japonés Kazu Hiro.

Por esas razones, la película de Bayona juega dos partidos difíciles. Como corresponde, la producción de Netflix ha desplegado todo el arsenal promocional que se precisa para ganar un Oscar.

“La sociedad de la nieve, la representante española, ha crecido en las últimas semanas por lo que ha gustado en Estados Unidos. Ahora bien, ¿habrá recortado la ventaja previa?”, se preguntó un cronista de El País español.

En sus últimas predicciones para los Oscar, la revista Variety no ubicó a La sociedad de la nieve ni como “la que va a ganar” (Zona de interés), ni “la que debería ganar” (también Zona de interés) ni “la que podría ganar” (Días perfectos, la del alemán Wim Wenders que representa a Japón).

La publicación especializada IndieWire, por su parte, da como favorita a Zona de interés y a La sociedad de la nieve como la que le puede arruinar la fiesta.

Como la ganadora en maquillaje y peluquería, ambas revistas dan a Maestro.

Eso no quiere decir mucho. La votación abarca a los más de 9.000 miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood y el voto es secreto. El resto son especulaciones.

Los académicos integran la industria del cine y aunque las nominadas son seleccionadas por los especialistas (los fotógrafos eligen las cinco en competencia en el rubro fotografía; los maquilladores, las de maquillaje), la votación final es a padrón abierto.

La categoría de “película internacional” es votada por todos los miembros a partir de las películas que envían los países. Este año Uruguay presentó Temas propios, una comedia rockera de Guillermo Rocamora; no pasó el primer filtro.

La sociedad de la nieve es una producción española de Netflix. La participación uruguaya se limitó a los servicios brindados por la productora local Cimarrón, el director de fotografía (Pedro Luque), un par de locaciones y algunos actores, incluyendo el protagónico de Enzo Vogrincic.

Está basada en el libro homónimo del uruguayo Pablo Vierci, quien figura como productor asociado y ha acompañado todo el proceso de producción y promoción.

La delegación uruguaya en Los Ángeles la integran Vierci, Vogrincic (quien se ha especulado podría presentar un premio) y Fernando Parrado en representación de los sobrevivientes y de las familias de los que no volvieron.

“El tema siempre fue que hay cierto prejuicio que hace que en cine se pase por alto lo hispanoparlante”, le contó ayer, a El País, un Vierci recién llegado a Hollywood. “Por eso las infinitas movidas de prensa que hicimos fueron para buscar ‘sobresalir en el paisaje’. El objetivo era que nos vieran, porque si nos ven, les gusta y nos quieren”.

-En la categoría película internacional todas las apuestas van para el lado de Zona de interés. ¿Cómo ve eso?

Vierci: Es la gran favorita y aunque es una película muy interesante, es lo contrario de La sociedad de la nieve. Es la banalidad del mal. Viene con muchos premios y está nominada además a mejor película. La carta que nos queda es que el votante elija, en la liga emocional, una suerte de heroísmo de la paz, una gran tragedia donde no hubo maldad. La otra es lo opuesto: es el ser humano en su peor versión. Nosotros lo mostramos en su mejor versión, en el marco de un accidente terrible pero donde no hay enemigos. Donde se entrena la bondad.

Zona de interés se centra en la vida familiar y de funcionario público de Rudolf Höss, el comandante nazi del campo de concentración de Auschwitz. Cuenta sobre el horror y cómo la normalidad de una familia puede convivir con un genocidio, literalmente, del otro lado de un muro. Es una gran película que confirma a Jonathan Glazer como uno de los grandes directores de la actualidad, pero también una experiencia dura y polémica. Hay una tristeza y una incomodidad que podría espantar la sensibilidad de los votantes de la Academia que no se caracterizan por una cinefilia tan a ultranza.

La sociedad de la nieve, que ganó 12 premios Goya, es una película sobre la resiliencia y la capacidad de superar los trances más complicados. Destaca el trabajo de un grupo humano, sin villanos (más allá de esa maldita cordillera) y en el que la solidaridad y la fe en Dios pueden, si no mover montañas, abrir el camino para salir de ellas. Es, más allá de la contundencia con la que muestra el accidente y el sufrimiento de los 72 días a la intemperie, una película luminosa.

Vierci tiene razón. Quizás eso conmueva -los uruguayos queremos creerlo- el lado sensible del corazón del Oscar.