Mutaciones, fluidos, cuerpos y una estrella de Hollywood: ¿cómo es "La sustancia", la nueva de Demi Moore?

Un ejemplo del llamado "body horror" francés, la película "La sustancia" ganó el premio al mejor guion en Cannes y es una reflexión sobre la vejez, la mirada sobre las mujeres y la ambición de la fama. Y se estrena en Uruguay.

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THE SUBSTANCE
Demi Moore en "La sustancia"
Christine Tamalet

Había algo muy femenino, claro, en el cine David Cronenberg. Eso explicaría el eco que su prédica sobre mutaciones corporales, tecnológicas y el gran vacío existencial contemporáneo, tiene en directoras francesas como Julie Ducournau y Coralie Fargeat.

Las dos hacen body horror, el subgénero que institucionalizó Cronenberg (canadiense, 81 años, ningún Oscar, uno de los grandes maestros del cine). Su última película, Crímenes del futuroes un resumen de una obra y una obsesión que se hace notar en La mosca, Videodrome, El almuerzo desnudo, EXystenZ, Crash y son solo algunas. Todas ellas atraviesan (y están atravesadas por) lo corporal como la última frontera de la evolución humana.

Mucho de eso, por ejemplo, está en Titane, la película de Ducournau que ganó, quizás exageradamente, la Palma de Oro en Cannes en 2021. Va de una asesina serial que se hace pasar por un chico, está embarazada de un Cadillac con suspensión hidráulica y amamanta petróleo. Sí, todo eso.

Su imaginativa trama, el chillón y estilizado despliegue visual y cierta confusión ideológica y argumental son un buen diagnóstico de la temeridad y las limitantes de este body horror femenino y francés. Sus película son, además, excusa de debates femenistas.

Esos datos, en todo caso, permiten ubicar La sustancia, la película de Fargeat, que hoy se estrena en cines. Se estrenó en Cannes como una de las más celebradas del festival, a lo que sin duda aportó la presencia de su protagonista,Demi Mooreen su papel más desafiante. La película, que competía por la Palma de Oro, se llevó el premio al mejor guion del festival. Fue otra certificación para el subgénero.

El guion es, sí, ocurrente. Moore interpreta a Elisabeth Sparkle, una estrella de Hollywood que ha sabido de mayor exposición pero que se la rebusca bastante bien como gurú televisiva del fitnes; parece inspirada en Jane Fonda. En una gran escena inicial, los devenires de su carrera están sintetizada en un plano cenital de su estrella en una famosa calle de Hollywood.

Ahora, Elisabeth está por cumplir 50, un dique insorteable para una mujer en el mundo del espectáculo, por lo que la cadena (representada por un exagerado Dennis Quaid), la manda al retiro: la decisión es tan irrevocable como que ya están convocando un casting para ocupar su vacante.

Eso podría cambiar, si esta fuera otro tipo de película, con “la sustancia”, un producto misterioso y verde fosforecente, que le promete volverla a una versión más joven y mejorada de ella misma. A Elizabeth, no le interesa leer contraindicaciones.

Para que todo salga bien, el único requisito, por lo visto, es que las dos versiones, la “real” y la joven —que se llama Sue tiene el cuerpo y el rostro de Margaret Qualley, la hippie de Había una vez...en Hollywood— deben alternarse una semana una y una semana la otra.

El procedimiento es engorroso e incluye una suerte de césarea por la columna vertebral que necesita una sutura importante. La cosa podría llegar a funcionar bien pero está claro que irremediablemente todo se va a desmadrar. La fama es la madre de todos los vicios.

Sue, convertida en la nueva estrella de la cadena va a querer disfrutar su cuarto de hora y empieza a demorar los plazos. En el baño de la casa, Elisabeth empieza a degradarse convirtiéndose literalmente en un monstruo.

Para contar eso la película no escatima brillantina (toda su estética ochentera está muy bien conseguida) pero tampoco sangre, deformaciones y fluidos. Es para espectadores familiarizados con esa clase de cosas. Es una versión extrema de, por ejemplo, La muerte le sienta bien que hablaba de las mismas cosas con efectos más hilarantes. Igual, La sustancia tiene pasajes de comedia.

Fargeat es una directora interersante e intensa como dejó claro en Venganza, su primera película (está en Netflix), más afiliada a un horror clásico. Ahí ya se notaba una preocupación visual que tiende a recurrir a una paleta colorida y artificial. La fotografía es de Benjamin Kracun, quien trabajó una estética cercana en Promising Young Woman.

Moore está muy bien en un territorio que el estereotipo le adjudica cercano pero que ella construye con la dedicación que amerita una oportunidad actoral así.

La sustancia es una fábula -conseguida a medias pero siempre desafiante- sobre la fama, el paso del tiempo y la mirada de los otros sobre las mujeres. No deja muy claro qué tiene para decir sobre esos tópicos más allá de la superficialidad evidente pero sabe cómo armar un espectáculo vistoso. Aunque no para todo el mundo.

La sustancia [* * * ]
Origen: Estados Unidos, Reino Unido, Francia 2024. Título original: The Substance. Directora y guionista: Coralie Fargeat. Fotografía: Benjamin Kracun. Editor: Jérôme Eltabet. Música: 000 Raffertie. Con: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid, Hugo Diego Garcia, Phillip Schurer, Joseph Balderrama, Oscar Lesage, Gore Abrams, Magtthew Géczy. Duración: 140 minutos Estreno: en cines, 26 de setiembre.

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