Era el cielo con Leonardo Sbaraglia se mostró en Gramado.
El Festival de Gramado, el más importante de Brasil, comenzó su edición número 44 el viernes pasado con un show de música clásica y la presencia de estrellas como Tony Ramos y Sonia Braga, protagonista del elogiado film Aquarius (Kleber Mendonça Filho), que inauguró la muestra.
Ya se exhibió Era el cielo, una película que será analizada por un jurado que incluye a la directora de fotografía uruguaya Bárbara Álvarez. Con Era el cielo, Uruguay se convirtió en un protagonista indirecto del festival, (donde también se proyectará Las toninas van al este de Verónica Perrotta y Gonzalo Delgado). Es una producción brasileña, basada en un guión argentino, hablada en español y rodada en Montevideo. El elenco tiene como protagonistas a Leonardo Sbaraglia, Chino Darín y a la estrella de televisiva brasileña Carolina Dieckmann, secundados por un vasto plantel de actores uruguayos: Mirella Pascual, Álvaro Armand Ugón, María Mendive, Roberto Suárez, Susana Groisman, Hugo Piccinini y los niños Dylan Cortes y Priscila Bellora.
El director de fotografía es Pedro Luque, que por estos días vive un gran momento de su carrera gracias al éxito de No respires, la película dirigida por Fede Álvarez que triunfa en la taquilla en Estados Unidos.
Era el cielo se basó en un guión del escritor argentino Sergio Bizzio, pareja de la cineasta Lucía Puenzo, quien le sugirió a Teixiera considerar la historia de un matrimonio resquebrajado, cuyos personajes empiezan a perder el sentido común. El director Marco Dutra admitió que habitualmente le atrae el cine clásico, especialmente el thriller, género que ya había probado en su obra anterior, pero que cuando le ofrecieron este proyecto estaba en pleno proceso de separación. "Así que todo el suspenso que tenía la trama lo fui llevando hacia un costado más dramático. Creo que todos los personajes de esta película son trágicos", opinó.
El protagonista es Mario (un gran Leonardo Sbaraglia), un guionista aterrorizado por fobias de todo tipo. La historia lo encuentra recomponiendo la relación con su esposa Diana (muy bien Dieckmann), una diseñadora brasileña con quien tiene dos niños. El film comienza con una brutal escena de violación a Diana el mismo día que él regresa al hogar.
Dieckmann dijo que este personaje fue uno de los más complejos que hizo, en parte porque tuvo solo cuatro semanas para aprender a hablar en español. Además, aseguró que esta es una película necesaria para su carrera, porque quiere moverse del puesto de heroína romántica en el cual la colocó la televisión.
Era el cielo es un film bien actuado y vistoso, pero su guión tiene parches y atajos evidentes para que la historia tome rumbos entreverados. Hay varios personajes secundarios cuyo lugar en la trama no cierra, y muchas subtramas que se sugieren y luego se abandonan. Tiene a su favor un gran trabajo de sonido, rubro que el propio Dutra reconoció como "su debilidad". Se concentró especialmente en los ruidos de los autos, que aquí actúan como una extensión de los personajes masculinos. El diseño de producción es meritorio: todo, incluso Montevideo, luce bello y prolijo, como en un aviso. ¿Esto es malo? No necesariamente. Era el cielo es cine comercial, digno, disfrutable, pero con una cáscara que no logra ocultar sus flaquezas.
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