HARRY POTTER

nICOLÁS lAUBER

Hace 19 años se estrenaba en el mundo Harry Potter y la piedra filosofal, primera entrega de la saga literaria escrita por J.K. Rowling, quien se convirtió en la mayor fortuna del Reino Unido gracias a estos libros que hicieron lo que parecía impensado: que los niños y adolescentes lean.

Desde entonces llegaron otras siete películas más que hoy están todas disponibles en HBOGo y para celebrarlo el canal HBO armó una maratón que empezó tempranito, a las 07.00 con Harry Potter y la piedra filosofal, la película que abrió la puerta a un universo mágico que se expandió con películas derivadas (por ahora se estrenaron dos de las cinco partes que tendrá Animales fantásticos y dónde encontrarlos) y también una obra de teatro, Harry Potter y el legado maldito que, esperan los fanáticos, también llegue al cine.

Son ocho las películas de la saga Harry Potter, y como hay algunas mejores que otras, se armó esta lista, polémico como todo ranking, ordenando las películas de peor a mejor.

Recuerdo haber leído este quinto volumen cuando se publicó y pensar cómo van a condensar la trama política que tiene el denso libro. La respuesta fue una película inconsistente llena de baches en la trama que no adaptó Steve Kloves, cuya ausencia se sintió en esta película con un tono más infantil del que debería tener. Igualmente la película tiene dos logros: una buena pelea entre Dumbledore y Voldemort y además presenta a Dolores Umbridge (una genial Imelda Staunton), personaje que en palabras de Stephen King, es la villana más aterradora desde Drácula y Hannibal Lecter.

Tengo que reconocer que el sexto libro es uno de mis favoritos de la saga. Muestra el pasado de Voldemort, sus miedos y presenta las motivaciones que se conocerán en el final. Por eso la película está tan abajo de este ranking. Lúgubre como tiene que ser se olvidó de buena parte de la historia del villano de la saga, lo que no es nada bueno en una película de casi tres horas. Una lástima, porque Alan Rickman tiene uno de los mejores momentos en toda la saga del joven mago. También un giro inesperado al final, cuando muere Dumbledore.

Toda la acción de las películas anteriores brilla por su ausencia en esta primera parte del final de la saga. La trama, con pocos diálogos y planos abiertos para mostrar la soledad en la que se encuentran los protagonistas se centra en el trío de personajes, como un homenaje a los actores que dieron su infancia a esta serie de películas. Además tiene un gran momento: cuando Harry y Hermione, mientras el mundo se viene abajo con Voldemort en el poder, bailan al ritmo de Nick Cave.

Fue la película que mostró que el mundo mágico no se limitaba a Hogwarts. Esta cuarta entrega tiene acción gracias a las olimpíadas de las escuelas mágicas donde participa, cuándo no, el pequeño Harry. El cáliz de fuego lo tiene todo: dragones, jóvenes llenos de hormonas, criaturas fieras, el primer beso de Harry y el regreso de Lord Voldemort. También la primera baja de un adolescente en la lucha contra el Señor Tenebroso.

¿Se puede hacer una película de aventuras, infantil y con suspenso? Eso es lo que logra hacer Chris Columbus quien dirigió las dos primeras entregas de esta saga. Es una película donde la acción da por sentado que se conocen ciertos nombres o situaciones, aunque logra mostrar una historia más aterradora que la primera entrega. Además Kenneth Brannagh brinda una genial y divertida interpretación como Gildeoy Lockhart, quien distiende una historia con toques de oscuridad.

Es el final y por eso está en esta posición. Además tiene la gran batalla de Hogwarts en la que participan no solo estudiantes y profesores, también las estatuas de la institución, contra las fuerzas que reunió Voldemort. A diferencia de la primera parte de las “reliquias”, aquí hay muchos diálogos, mucha acción y también divertidos viajes al Ministerio de Magia para recuperar algunos elementos importantes para detener a Voldemort. Si bien no todo funciona a la perfección, hay buenas escenas de acción y un desenlace que está a la altura de la saga.

Es una perfecta primera entrega. Tiene la mirada inocencia de quien llega a un mundo que no conoce, aquí encima mágico. Tiene personajes que se hacen queribles desde el primer momento, personajes que parecen ocultar algo y encima un misterio que requiere astucia, la ayuda de amigos geniales y algo de ingenio. Si bien Chris Columbus no fue la primera opción para dirigir la película, realiza una primera parte llena de buenos momentos mágicos. En una película redondita.

Toda la inocencia que mostraba Columbus en las primeras dos partes, el mexicano Alfonso Cuarón (director de esta entrega) la borra de un plumazo. Es una película oscura y entreverada, como ya lo era el libro pero repleta de buenos momentos. Además de la genial e imaginativa visión que le puso Cuarón, esta película expande la mitología mágica de Rowling y presenta nuevos personajes que serán relevantes para el futuro de la saga. Además hay un viaje en el tiempo que funciona a la perfección para la trama y el desarrollo de los personajes. Divertida, aterradora y profunda a la vez, El prisionero de Azkaban es una película perfecta que uno no se cansa de ver.