Es una historia real aunque parezca mentira: es la vida de Jann Mardenborough, un adolescente británico loco por un videojuego de carreras de autos que terminó corriendo profesionalmente en la categoría que reproducía, justamente, el jueguito que jugaba en su habitación. Ahora es una película titulada, apropiadamente, Gran Turismo: de jugador a corredor. Ya está en cartel en Uruguay
Dirigida por Neil Blomkamp (el director sudafricano que debutó con Plan 9 y nunca más estuvo a la altura) funciona también como un gran anuncio para Playstation, la creadora del juego Gran Turismo y Nissan, la automotriz japonesa que organizó la GT Academy para jugadores domésticos y de la que Mardenborough salió seleccionado para correr las 24 horas de Dubai.
Gran Turismo es una serie de videojuegos de simulación de carreras creados y desarrollados por el ingeniero Kazunori Yamauchi, quien figura como productor ejecutivo de la película y él mismo ha corrido algunas carreras profesionales. La franquicia debutó en 1997 y, según cifras oficiales, ha vendido más de 90 millones de unidades desde entonces: es la franquicia más rentable de PlayStation. En 2022 se estrenó la séptima versión del juego pero en el medio, además, hay un montón de productos derivados. Le ha dado miles de millones de dólares a PlayStation, productor del film.
Esta aventura de Blomkamp, además, debe ser vista como parte de una corriente de adaptar al cine, videojuegos y que ha dado ejemplos como Uncharted o la exitosa Super Mario Bros.
El elenco incluye algunos rostros conocidos como David Harbour, como el entrenador Jack Salter, un viejo piloto de carreras que tuvo que retirarse por un percance en Las 24 Horas de Les Mans y que intepreta David Harbour, o sea Jim Hopper en Stranger Things. Al gerente de marketing de Nissan (que es un gran sponsor de la película), que tiene la idea de promover la academia GT, lo encarna Orlando Bloom.
Disimulado tras carreras, derrapes, accidentes, la película es sobre un adolescente superando obstáculos y desafíos y logrando lo imposible.
La primera traba que debe enfrentar Jann -interpretado por Archie Madekwe, el juvenil actor al que se lo vio en, por ejemplo, Midsomar- es Steve (Djimon Hounsou), su padre, un exitoso ex futbolista inglés que pretende que su hijo se dedique a “algo real” en lugar de estar sumergido día y noche en los videojuegos. Steve teme por el futuro de su hijo, pero también le asusta que vaya a competir sin ninguna experiencia en un deporte así de peligroso, así de exigente.
Uno de los momentos de mayor tensión es el accidente que sufre el protagonista en el famoso circuito alemán de Nurburgring, en 2015. Su coche queda en forma vertical en el aire y se estrella contra una valla: murió un espectador y hubo varios heridos. En Gran Turismo esa escena fue recreada con tecnología cien por ciento digital, sin recurrir a dobles; el propio Mardenborough dobló varias escenas.
“Para los que somos aficionados del automovilismo, me parece que te muestra toda una interna real porque lo vemos en las series de Fórmula 1”, dijo sobre la película, Patricia Pita, la primera mujer uruguaya en competir en rally y con una carrera internacional. “Por ejemplo, lo difícil que es a veces unirte con un equipo de mecánicos nuevo o entrar en este ambiente. Cuando los latinoamericanos vamos a correr a otros países nos cuesta también. Así que te vas identificando con muchas cosas que para mí son cien por ciento reales”.
A Pita le entusiasmó eso de la película. “Nos deja en claro que todo es posible y que a veces somos nosotros mismos los que nos ponemos trabas, barreras, o sino la gente que nos quiere, que lo hace por cuidarnos y por sus propios miedos o limitaciones”, le contó a El País.
Pita, quien nació en Punta del Este en 1988 y participó de la última edición de Masterchef Celebrity, sabe los esfuerzos que implican integrarse a una disciplina tan exigente a nivel deportivo, personal y comercial. “Rescaté lo importante que es encontrar una contención, más allá de que creo que lo más importante es aprender a confiar en uno mismo. En mi caso la contención fue mi familia, mi papá, pero principalmente mi mamá, que fue siempre quien más me ayudó y levantó en momentos en que me caí”, dijo.
“Para todo aquel que vaya a emprender, no importa si es algo deportivo o un negocio, siempre es necesario que esa persona aparezca”, señaló. “A veces está en la familia, pero a veces viene por fuera y es un entrenador o un socio. Es algo que yo noto que se repite en las historias de éxito”, apuntó Pita. En su caso, el apoyo externo tiene tres patas: su terapeuta y psicólogo deportivo, su entrenador y su nutricionista.
“Comentábamos con mi pareja Andrés, que vio la película conmigo y también es piloto, lo difícil que debe ser de un día para el otro pasar a lidiar con la presión de los sponsors, tener que dar un resultado. Por eso creo que lo que logra este piloto es descomunal”, acotó la pilota.
Pita no es muy fan de los videojuegos y también desconfió que alguien surgido de ese ambiente pueda tener éxito en las carreras reales. “Pero los hechos están. Me han callado la boca y he aprendido a no tener prejuicios”, reconoció. “Después de ver la película, me dan ganas de subirme ya a uno de esos autos”.
Sobre vencer prejuicios, de eso también va un film que se deja ver a toda velocidad.