"Relatos Salvajes": los actores y sus impresiones de un éxito

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Leonardo Sbaraglia a bordo de su auto en el tercer episodio de la película.

A comienzos del año pasado, Leonardo Sbaraglia conversaba con El País sobre el por entonces inminente estreno de la serie Dos Lunas de MundoFox. Hacia el final de aquella entrevista, consultado por sus proyectos futuros, el actor argentino mencionó que acababa de rodar "una película que va a ser un gran éxito".

Sbaraglia estaba muy seguro: "no tengo dudas", decía. La película en cuestión era nada menos que Relatos Salvajes de Damián Szifron, que poco después sería ovacionada en el Festival de Cannes y que llegaría a las salas uruguayas en agosto, con enorme popularidad y rendimiento de taquilla.

Hoy Relatos Salvajes es una de las cinco nominadas como Mejor película de habla no inglesa de la próxima edición de los Premios Oscar, que se entregarán el 22 de febrero en Los Angeles.

—Estabas muy seguro de que la película iba a funcionar bien.

—Con esta película vos te das cuenta que va a funcionar bien ya desde el planteo de producción. Cuando llegué a rodar ya se habían rodado todos los capítulos y los técnicos me decían: es la mejor película en la que trabajé, Damián (Szifron) es una bestia, estamos felices, cansados, estamos podridos pero estamos maravillados. Es muy loco. Es lo que tiene el trabajar con un gran director. Yo, en febrero, cuando hablamos, la película no la había visto completa, solo mi parte, pero ya me imaginaba que iba a ser fantástica.

Relatos Salvajes está compuesta por seis historias breves donde el ciudadano común está expuesto a una situación que se sale de control. Ricardo Darín, Érica Rivas, Oscar Martínez y Darío Grandinetti son otros de los actores que protagonizan estos cuentos que son a un tiempo individuales pero que forman parte de un mismo universo. Para Sbaraglia, que compone un personaje que genera entre desprecio y compasión (el recordado "¿sabés que sos un negro resentido, forro?"), el proyecto fue un desafío en todo sentido, incluso físico. "No se dan tantas alternativas de poder trabajar en películas de acción. En estas cinematografías que tenemos nosotros no hay tanto de este género, no tenemos un James Bond latinoamericano. En este caso lo que había que hacer era imaginar qué es lo que le pasa a un cuerpo en esas circunstancias. Traté de vivirlo".

—Tu episodio es el más ambicioso cinematográficamente, por cómo está filmado, por la acción...

—Vos no sabés lo que fue la explosión que ocurre en la historia, no sé si se nota tanto en el cine, pero, ¿sabés lo que fue ver en vivo eso? Era como una bomba atómica, nos hicieron ir a 200 metros a verlo. Nunca había visto una bola de fuego en el aire.

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Salvajes.

La historia en la que actúa Sbaraglia en un principio iba a tener a Oscar Martínez en dicho rol, aunque finalmente este último encarnó a un padre de familia que debe afrontar un escándalo que implica a su propio hijo. "Yo leí el guión y no dudé ni un segundo que mi lugar en la película es el que tengo", explica Martínez a El País. "En mi caso la primera lectura es siempre muy importante porque uno ahí es un espectador más. Cuando uno lee algo que lo entusiasma es lo mejor que puede pasar, no ocurre siempre. La historia la comprendí de inmediato. Uno ha imaginado a veces como padre qué le pasaría a uno frente a determinados hechos, cómo reaccionaría ante las fatalidades. Me parecía que era muy humano y comprensible. La película me obligaba a estar en un estado emocional muy particular de tensión pero en el que el personaje no se podía dejar ganar por eso. El tipo tenía que resolver una situación que le explotaba en la cara".

—La violencia está siempre presente en la película...

—Yo no soy un tipo violento, pero no sé hasta dónde puedo llegar. Son tipos comunes que, por las circunstancias, terminan como terminan.

Incluso Sbaraglia asegura que lo impactó este episodio. "Cuando leí el guión la historia que más me conmovió fue la historia de Oscar", interviene. "Yo había hecho una película llamada Sin retorno que trata la misma problemática desde otro lugar y había quedado muy sensible con eso".

En otro registro, Érica Rivas se encarga de cerrar la película con la estridente historia de Romina y su caótico casamiento, para muchos el relato salvaje favorito. "Nunca había hecho algo así", confiesa la actriz. "En el caso de Romina era una cosa increíble porque estaba en un momento saltando, después sobre una silla y más tarde sobre un piso 26. Eso tiene un impacto físico además de emocional. Damián es un director que siempre te implica como actor en muchas dimensiones y con una exigencia muy alta".

El gran mérito de Szifron

La película compite para el Oscar como film extranjero y el elenco no duda en darle el mérito a Szifron. "Fue hermoso, muy divertido porque Damián crea un clima de trabajo fantástico, sabe muy bien lo que quiere y se divierte", asegura Martínez. En la charla, además, los actores hablan de los constantes ajustes que el director hacía sobre el rodaje. Entre otras cosas, explican, había una séptima historia, finalmente descartada, donde actuaba Diego Peretti.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Leonardo Sbaraglia a bordo de su auto en el tercer episodio de la película.

Leonardo Sbaraglia, Oscar Martínez y Érica Rivas hablan previo a los OscarGONZALO PALERMO

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