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Fue un inolvidable mártir en la saga de Harry Potter y el carilindo e inexpresivo vampiro de Crepúsculo, una serie de películas que arrasó con los adolescentes de una generación, con la taquilla y con las malas críticas. Fue el novio herido que los medios se encargaron de retratar a todo color cuando rompió con Kristen Stewart. Fue el que hizo la transición hacia una carrera más seria e independiente, en la que aparecieron joyas como High Life o la nominada al Oscar 2020, El faro.

Entre la fantasía juvenil, los dramas biográficos y el cine exigido, lo único que le faltaba a Robert Pattinson para reafirmarse como una de las figuras más interesantes del Hollywood actual era cruzarse al mundo de los superhéroes, ese sobre el que más de una vez dijo no estar interesado. El paso definitivo lo dará esta semana, porque el miércoles se dará el estreno mundial de Batman, que lo encontrará como Bruce Wayne y su alter ego, el hombre murciélago con porte de justiciero.

Es el Batman más esperado de los últimos años y la expectativa por el que, se cree, sería su papel definitivo, es enorme.

Pattinson nunca había estado interesado en interpretar a un superhéroe en la gran pantalla hasta que Ben Affleck renunció a su rol como Batman. Affleck había asumido el desafío para abrir una nueva etapa del personaje luego de que se cerrara la aclamada trilogía de Christopher Nolan que protagonizó Christian Bale, y estuvo a la altura de las exigencias del universo de DC. Fue parte de Batman vs. Superman: el origen de la Justicia, Escuadrón Suicida, Liga de la Justicia y brilló en el corte de esta última de Zack Snyder. Iba a hacer una película de Batman que además iba a dirigir, pero al final se bajó del proyecto.

Entonces Pattinson solicitó una reunión con los responsables de revitalizar la franquicia del vigilante nocturno. “Él me buscó. Y en algún punto de esa reunión, trajo el tema”, contó a la agencia AFP el productor Dylan Clark.

Pattinson estaba, dijo, “genuinamente interesado” en involucrarse en este proyecto. “Y él tiene esa mandíbula, ¡lo cual ayuda bastante!”, agregó Clark.

Según explicó el productor, el actor venía de estar en Tenet de, justo, Nolan, y estaba interesado en hacer un papel “físico”. “Lo que él no sabía es que el guion de Matt llevaría su personaje a través de un viaje físico y emocional, y que realmente lo pondría a prueba”, manifestó.

Es que las primeras opiniones de Batman que han aparecido —que, hasta ahora, son mínimas—, hacen énfasis en lo diferente que es este Batman respecto a las versiones anteriores que el cine ha mostrado. Eso ya se anunciaba en tráileres, pósters e imágenes que hicieron una campaña de expectativa extendida por la pandemia.

Con la dirección de Matt Reeves (Cloverfield, El planeta de los simios), la película encuentra a un joven Bruce Wayne en su segundo año como el superhéroe y en la lucha por ganarse la confianza de los habitantes de Ciudad Gótica. Mientras afina su nuevo oficio y mejora sus herramientas, tiene que ir tras El Acertijo (Paul Dano); en la vuelta también están la Gatúbela de Zoë Kravitz y El Pingüino de Collin Farrell.

A Pattinson, en este desafío, lo envolverá un aura sombría y oscura que está directamente tomada de Kurt Cobain, el líder de la banda Nirvana y referencia del rock de los noventa, un alma atormentada. Está presente en Batman a través de la música.

“La idea de Matt era: ‘Vamos a presentar este nuevo Batman en una posición en la que nunca fue visto antes’”, señaló Clark. “Es una propuesta emocionante, pero también aterrorizante. Tienes que hacerla con ambición debido al título, al personaje, a su historia”, comentó Clark. “Lo que está en juego es: ‘Trata de hacer un gran Batman o te vamos a odiar’”.

El peso, más allá del director, parece recaer directamente sobre los hombros de Pattinson, que con 35 años y una carrera en firme ascenso, todavía lidia con aquella sombra de Crepúsculo. Ahora es momento de que el murciélago le gane al vampiro.