ESTRENO

Será por su rostro, por su hablar siseante, su apariencia de mujer frágil o la combinación de todo eso, pero Sarah Paulson se convirtió en una de las preferidas de los últimos años para protagonizar series y películas de suspenso y terror.

Mañana se estrena Corre, un thriller original de Hulu que, increíblemente, llega por Netflix a estas latitudes. Allí Paulson es Diane, madre soltera que ha dedicado su vida al cuidado de su paralítica hija Chloe, quien espera poder irse a la universidad. La película muestra el aumento de la tensión entre las dos, hasta que la hija comienza a entender qué tan dispuesta está esta mujer a mantenerla en la seguridad de las paredes de la casa.

Ciertamente es un personaje retorcido, traumatizado y muy bien interpretado, que se suma a otras madres perversas de la pantalla como Norma Bates de Psicosis, Margareth White de Carrie o Dee Dee Blanchard de la miniserie The Act. Y es otro logro en el camino de Paulson en estas historias de miedo y perversión.

Nacida en Florida en 1974 pero criada en Nueva York junto a su madre y hermana, Sarah Paulson comenzó a buscar trabajo como actriz antes de terminar la secundaria. Eran los noventa y la televisión vivía un auge de producciones, así que encontrar algún lugar como invitada en una serie no le fue complicado. Títulos como La ley y el orden, American Gothic, Jack & Jill o Deadwood y una pequeña participación en la comedia Lo que ellas quieren junto a Mel Gibson fueron los primeros pasos de una carrera que ha mantenido muy activa desde 1994.

El nuevo milenio le trajo nuevas oportunidades a Paulson, que continuó trabajando en cine y televisión, aunque sin encontrar el papel ideal de su carrera. Si bien recibió críticas favorables por muchas de sus actuaciones, no fue hasta 2011 que se convirtió en una gran estrella de Hollywood. Ese año fue elegida por Ryan Murphy para que protagonizara la primera temporada de la premiada antología American Horror Story, y ya nada sería igual.

Paulson era por entonces una mujer de 36 años, más que preparada para la gran oportunidad que tanto había esperado.

Con American Horror Story, Paulson mostró un dominio en la pantalla y una capacidad de transformación increíble que la convirtió en la actriz favorita del creador Ryan Murphy, que la siguió eligiendo para sus siguientes proyectos. En la primera temporada de AHS interpretó a la vidente Billie Dean, y de ahí en más encarnó, siempre dentro de esta antología, a una variedad de personajes rodeados por lo siniestro y lo sobrenatural.

En Asylum fue Lana Winter, una periodista lesbiana que le seguía la pista al asesino Bloody Face. En Coven fue Cordelia Foxx, directora del instituto e hija de la líder del aquelarre de brujas. Para Freak Show duplicó la apuesta al interpretar a las siamesas Bette y Dott Tattler; en Hotel fue la adicta Sally McKenna; en Roanoke fue la actriz Audrey Tindall y en Apocalípsis, Wilhemina Venable.

Tras una temporada ausente en AHS, este año volverá para una décima temporada que sumará a Macaulay Culkin al elenco. También regresará a American Crime Story, otra antología producida por Murphy, basada en crímenes reales y que ya le valió un Globo de Oro por su composición de la fiscal Marcia Clark en la primera temporada. En Impeachment, que llegará en los próximos meses, tendrá un papel destacado en el escándalo Clinton-Lewinsky, que será el centro de la trama.

Su historial con Murphy también incluye una participación en Feud y el protagónico de Ratched, estrenada en 2020 en Netflix y que la tuvo como una joven Mildred Ratched, años antes de convertirse en la despiadada enfermera que atormenta a Jack Nicholson en Atrapado sin salida.

“No me asusta interpretar a personajes retorcidos. Hay muchos en el mundo y alguna cualidad tendrán, ¿no?”, dijo por entonces a la revista S Moda. “No quiero tenerles simpatía, pero me gusta entender sus motivaciones. Es una búsqueda fascinante”.

Además de convertirse en una cara familiar en la pantalla chica, en el cine ha dado pasos firmes y ha integrado elencos de películas ganadoras del Oscar o nominadas a, como 12 años de esclavitud y la genial Post: Oscuros secretos del Pentágono. Estuvo en la taquillera Ocean’s Eight y en los dramas Carol y El jilguero, mostrando una faceta distinta a la ya conocida en la televisión.

Pero claro, el suspenso y el terror también han estado presentes en su filmografía reciente. Tuvo un pequeño pero destacado papel en Birdbox, uno de los primeros títulos cinematográficos de Netflix que protagonizó Sandra Bullock, sobre unos monstruos que llevan al suicidio a quien los mire. Y participó en Glass, la culminación de la trilogía de superhéroes del director M. Night Shyamalan, donde interpretó a la doctora Ellie Staple, quien con métodos poco ortodoxos quería saber qué tan reales eran los poderes de los tres protagonistas.

Perseverancia, talento, carisma y buenos personajes han sido una combinación imbatible para la carrera adulta de Paulson, que puede hacer cualquier rol pero se luce, sobre todo, cuando de mujeres fuertes, inolvidables y perversas se trata.