Con base en O Globo, GDA
En la década de 1990, Julia Roberts era una de las estrellas más grandes del cine, y Steven Spielberg era considerado uno de los mejores directores de todos los tiempos. Parecía una combinación perfecta, pero el proyecto que los unió, Hook terminó siendo un caos debido a sus personalidades incompatibles.
Spielberg, que ya era conocido por Indiana Jones, E.T. o El imperio del sol, decidió adaptar la historia de Peter Pan y emprendió Hook, en la que Robin Williams interpretó a un Peter Pan adulto que olvidaba Neverland y a sus amigos. La película se centraba en su regreso para rescatar a sus antiguos compañeros, secuestrados por su archienemigo, el Capitán Garfio (Dustin Hoffman). Julia Roberts era Tinker Bell o Campanita.
Pero desde el estreno, los medios de comunicación no tardaron en informar sobre la tensión entre Roberts y Spielberg en el set. Julia Roberts, en una entrevista con Entertainment Weekly, fue clara al respecto y se mostró frustrada por pasar horas sin hacer nada en su tráiler. Esta actitud le valió el apodo de Tinkerhell, una combinación de Tinker Bell, su personaje, e "infierno" en inglés (hell).
Spielberg también se refirió al tema en una entrevista, admitiendo que no fue un buen momento para trabajar juntos y reconociendo que no volvería a colaborar con Roberts. "Fue un encuentro desafortunado para los dos trabajar juntos, pero creo que Julia es una gran actriz", dijo entonces.
Años después, la actriz de Mujer bonita reconoció cómo le había impactado esa entrevista. En diálogo con Vanity Fair, declaró: "Cuando vi la entrevista, estaba tan sorprendida que mis ojos casi se salen de las órbitas. No me lo podía creer. No podía creer que esta persona que conocía y en la que confiaba no saliese en mi defensa. Fue una lección muy dura de aprender. Fue la primera vez en la que sentí que me habían traicionado".
Para el momento de Hook, Roberts venía de cancelar una boda con Kiefer Sutherland, a quien abandonó tres días antes de la ceremonia.
Pero a pesar de la mala relación entre Roberts y Spielberg, el director encontró en ese rodaje un gran amigo en Robin Williams, que fue clave durante una etapa difícil de su vida. El actor fue un apoyo crucial para el director durante la producción de La lista de Schindler.