La vida de Otto, un sexagenario viudo y gruñón interpretado por el emblemático Tom Hanks, cambia radicalmente cuando un matrimonio latino se muda a su vecindario y le hace recobrar poco a poco las ganas de vivir.
La historia de este varón tan malhumorado como sensible llega este jueves a las salas de cine uruguayas en una comedia titulada Un vecino gruñón. “Su manera de ser quedó petrificada desde que cumplió cuatro horas de vida”, explica Hanks en las notas de producción facilitadas a El País por los productores de la película. “Su mundo es binario. Él siente que el mundo opera de una sola manera, y esto no significa otra cosa que un acatamiento de esas reglas que todos conocen y deberían tener que obedecer”.
Dirigida por Marc Foster, esta será la segunda adaptación cinematográfica del best-seller Un hombre llamado Ove, del autor sueco Fredrik Backman. La primera se estrenó en 2015, fue protagonizada por Rolf Lassgård y se convirtió en todo un fenómeno; de acuerdo con el Instituto Cinematográfico de Suecia, fue la tercera película más vista en la historia de cine sueco. Además, fue nominada para dos premios Oscar, incluyendo uno a la mejor película internacional.
Tras ese inesperado éxito, tanto de la novela en Estados Unidos como de la película, el productor Fredrik Wikström Nicastro pensó en desarrollar una versión de la historia para el público norteamericano. Más tarde, cuando Rita Wilson y Hanks vieron la versión sueca, ellos mismos contactaron a Nicastro. Los productores sumarían esfuerzos, con Hanks como protagonista y los SF Studios (productores y financiadores de la cinta sueca) como productores de la película.
“Muchos elementos de esta historia resonaron en mi interior”, asegura Wilson. “El tema del hallazgo de la esperanza y la búsqueda de una comunidad conformada por la gente más improbable y la aceptación de aquellos que no se nos parecen, fueron muy impactantes. Además, esto nos muestra que a pesar de los temas más serios, todavía podemos, incluso en la vida real, reírnos. Estos elementos luminosos atraviesan la oscuridad y nos aportan un poco de esperanza. Y, bueno, a todos nos viene bien un poco de esperanza”.
Co-protagonistas latinos, vecinos afroamericanos, un personaje transexual y otro con sobrepeso configuran el reparto de una película repleta de estereotipos, aunque el objetivo de sus creadores es, precisamente, desmontarlos. La intención de la obra, según le narró Hanks a EFE, fue la de reflejar el “estilo de vida estadounidense” y el “sentido de pertenencia y comunidad” en un país con una gran variedad étnica.
“El mundo es un lugar en el que coincidimos gente muy diferente con nuestras historias pero, al final, todos somos seres humanos con algo de alma y corazón”, explicó, por su parte, la actriz mexicana Mariana Treviño, quien interpreta a Marisol.
“Además de talentosísimo, Tom es alguien que transmite una energía muy positiva y lleva siempre la batuta del rodaje. Es muy fácil trabajar así”, agregó el actor Manuel García-Rulfo, que encarna a Tommy, sobre el ganador de dos premios Oscar consecutivos por Filadelfia (1993) y Forrest Gump (1994).
“Tom Hanks es un actor brillante. Un icono”, coincide el director Marc Forster. “Es extraordinario. Cada papel que desempeña se torna verosímil, gracias al increíble corazón que el actor tiene y con el que uno puede identificarse. Tom proviene de la comedia, es muy bueno para la comedia física, su sentido del tiempo y sus movimientos suelen ser brillantes, pero a la vez estamos hablando de un extraordinario actor dramático. En este papel, consigue mezclar ambas habilidades, lo que convierte a Otto en un personaje sui generis. Podés sentirlo, podés reírte de él o con él, o llorar por todo lo que le pasa”.
La sensibilidad cómica, mezclada con algunas de las preguntas existenciales más grandes, aporta una emoción por demás auténtica. En palabras de Wilson, “esta historia es realmente universal. Tiene mucho que ver con todas esas cosas que la gente debe atravesar. ¿Cuál es nuestro propósito? ¿Por qué estamos acá? ¿Qué queremos de esta vida? ¿Cómo podríamos cambiar la percepción que tenemos de la gente que nos rodea?”
“No es sencillo crear una historia personal que a la vez pueda aportar algo al público mundial”, agrega la productora ejecutiva Renée Wolfe. “En cierto sentido, el carácter de Otto se parece al de cada uno de nosotros. Él refleja mucho de lo que el mundo siente actualmente, esa necesidad de conectar unos con otros, que es algo que no sabemos poner en marcha. Este es el don tan especial de Foster: pudo darse cuenta de que, a pesar de que Un vecino gruñón es, en el fondo, un análisis de personajes, la historia debía resonar con toda clase de público”.
El público uruguayo podrá confirmarlo desde este jueves, cuando la vea en las salas de cine.